Tegucigalpa (Proceso Digital / Joel Perdomo) – El COVID-19 se convirtió en un azote que desequilibró las sociedades del mundo entero y Honduras no fue la excepción, aun se viven a flor de piel los golpes del mortífero virus, sumado a ello, el país y su población han tenido que pagar con creces la precariedad del sistema sanitario que demanda cambios y reformas profundas, ello se agrava en el marco de las compras escandalosas y corruptas, especialmente hospitales móviles.
– Solo el hospital móvil de San Pedro Sula atiende pacientes COVID, pero su funcionamiento también ha sido cuestionado.
– Debieron entregarse “llave en mano”, pero, técnicos extranjeros hacen videollamadas para orientar al personal que instala los equipos en los hospitales móviles.
La compra de siete hospitales móviles y otros insumos de vital importancia para atender la emergencia, se convirtieron en una línea de tiempo y una encrucijada, no solo para la población, sino también para la institucionalidad, ya que la pandemia destapó bochornosos actos de corrupción que hoy siguen siendo un incuantificable desafío que se retratan en más de una veintena de líneas de investigación a cargo del Ministerio Público.
Honduras cumplió el 11 de junio, 15 meses de estar lidiando contra el virus y otros males, ya que una serie de decisiones, se convirtieron en un verdadero yugo del que no ha sido posible salir bien librado, esto, pese a los esfuerzos de la Fiscalía General, que investiga el caso relacionado a hospitales móviles en busca hacer justicia. Al par, otras líneas de investigación buscan saber detalles de otros actos que incluyen compra de mascarillas, ventiladores mecánicos y un sinfín de insumos y servicios.
Han pasado 338 días, desde que llegaron al país los primeros dos de los siete hospitales móviles comprados a través de Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H), a cargo de Marco Bográn, quien en su momento dijo que eran la solución para la emergencia y que los mismos estarían instalados en solo 76 horas, sin embargo hasta la fecha, apenas tres de ellos funcionan y no para los fines que fueron comprados.
También se dijo que los mismo estarían listos a mediados de abril del 2020, sin embargo, eso no ocurrió y lejos de solucionar la crisis sanitaria, se descubrió que se trataba de una estafa de más de 47 millones de dólares, que por el momento solo ha dejado juicios abiertos, una enorme condena social, así como una serie de investigaciones vigentes.
La situación de los hospitales
Fue hasta el 29 de enero que entró en funcionamiento el hospital móvil de Tegucigalpa, dos pacientes fueron trasladados y uno de ellos falleció en menos de 24 horas después de su ingreso; nueve meses más tarde, inició operaciones el hospital modular de San Pedro Sula y recientemente, el 13 de mayo, se habilitó el de Choluteca, pero no para atender pacientes COVID.
Se tiene previsto que en los próximos días el hospital de Santa Rosa de Copán, occidente de Honduras, entrará en funcionamiento, las obras de instalación de esta estructura hospitalaria se encuentran “avanzadas y estará apto para atender pacientes COVID-19″, aseguraron autoridades sanitarias y de Invest-H.
De momento el hospital de San Pedro Sula atiende pacientes COVID, ahí permanecen unas 50 personas ingresadas, el de Tegucigalpa fue destinado para atender cirugías ortopédicas y el de Choluteca para otro tipo enfermedades. Los hospitales de Danlí, Juticalpa y La Ceiba, aún no entran en funcionamiento. Pero según consultas hechas por Proceso Digital a funcionarios de Invest-H y Secretaría de Salud, se aseguró que en julio próximo estaría habilitados.
Inoportuna habilitación
Los hospitales no estuvieron preparados en el momento más crítico de la pandemia y ante un inminente escenario de que colapse otra vez el sistema sanitario, muy poco servirían para atender pacientes afectados de COVID, ya que, según expertos, ahora es un virus mucho más agresivo y las personas afectadas están llegando en condición grave y tarde por asistencia médica.
Actualmente el sistema de hospitalario público de Honduras tiene capacidad para ingresar a mil 388 pacientes COVID y en este momento se encuentran hospitalizados mil 118. Según cifras oficiales, la ocupación supera el 80%, es decir que solo hay espacio para 270 enfermos en los diferentes centros asistenciales del país.
En cuanto a las Unidades de Cuidados Intensivos, la situación es todavía más preocupante, porque se cuenta con 72 camas a nivel nacional en los diferentes nosocomios, pero en este momento 63 están siendo ocupadas, ese dato registra una ocupación hospitalaria de 87.5%, quedando apenas nueve cupos para quienes requieran de esa atención.
Proceso lento y tedioso
Para Honduras fue complicado, así como para todos los países del mundo, nadie estaba preparado para enfrentar una enfermedad de tal magnitud, así que en medio de la pandemia nos tocó luchar contra un enemigo letal y desconocido, nos tocó aprender en el camino, dijo Fredy Guillén a Proceso Digital, quien es viceministro de la Secretaría de Salud.
El funcionario se desempeña en el cargo desde enero de este año y a él se le encomendó el tema de los hospitales móviles, pero reconoce que, pese a los esfuerzos por mejorar el sistema de salud, este presenta varias deficiencias.
“El tema de los hospitales ha sido bastante lento, por varias razones, no se puede olvidar que son objeto de investigaciones y creo que, pese a ello, habilitarlos dejará beneficios, porque se podrán descongestionar los demás sanatorios del país, recordemos que el virus es más agresivo y para eso se ocupará un sistema de salud más amplio”, dijo Guillén.
El costo y la estafa millonaria de adquirirlos, a través de una empresa intermediaria de “USB”, por una suma desproporcionada, sigue siendo un tema al que oficialmente no se refieren las autoridades sanitarias ni de los otros estamentos involucrados, a excepción del Ministerio Público que incluso ya logró congelar una millonaria cuenta de Axel López, el ciudadano guatemalteco al frente de la compañía intermediaria, con amplias y poderosas conexiones en Honduras.
José Alberto Benítez, José Ernesto Leva Bulnes y Gustavo Boquín, conforman la Junta Interventora de Invest-H, fueron nombrados en julio de 2020.
Ni los propios interventores de INVEST, nombrados para poner a funcionar los hospitales, así como para aclarar y responder frente al denunciado fraude, han dado respuestas concretas, pese a que desde 2020 dijeron de la contratación de una compañía auditora internacional para contar la verdad de la compra, la firma auditora, apenas fue contratada hace menos de un par de meses y sus respuestas duermen el sueño de los justos.
Los agregados de la pandemia
El viceministro Guillen, sostuvo que otra situación que está afectando al sistema hospitalario, es que ahora un paciente contaminado de COVID, ya no solo ocupa 14 días para recuperarse del virus, su estadía en un centro asistencial a veces supera los 20 días. “Este es otro tema con el que se tiene que lidiar en el país, por eso es por lo que hay que seguirse cuidando”.
Inicialmente se dijo que cada hospital modular, tendrían capacidad para 90 pacientes, por lo que los siete albergarían a un poco más de 600 personas, pero se les redujo su capacidad a 60 y con ello alcanzarían las 420 camas en total, esto como parte de las recomendaciones de los expertos, para que haya distanciamiento adecuado entre los pacientes.
Organismos de sociedad como ASJ y el CNA han denunciado en varios informes el mal estado de los hospitales móviles.
Según Guillén, pese a esos tortuosos procesos por ampliar la capacidad de atención por medio de los hospitales móviles, se ha podido avanzar en otros temas, como la instalación de más de 250 centros de triajes a nivel nacional la contratación de más 4 mil 500 trabajadores de la salud, entre médicos, enfermeros y otras especialidades para atender la pandemia. Pero también los centros de triaje presentan dificultades y muchos se cierran por falta de recursos mientras algunos otros funcionan de forma intermitente.
Invest-H coordina instalación
Proceso Digital, conversó ampliamente con la ingeniera Georgina Carías, ella ha sido designada por Invest-H para llevar a cabo la instalación de dichos hospitales y contó que desarrollan entre 600 y 1,000 acciones para poder concluir con la instalación completa de un centro de atención de esta naturaleza. “Estamos hablando que no son cuestiones sencillas”, apostilló. Los hospitales móviles, según dijo en su momento el exdirector de Invest, Marco Bográn, quien ahora junto a otro funcionario de la entidad guardan prisión, se entregarían “llave en mano”, algo que quedó lejos de la realidad.
Invest-H entregó a la Secretaría de Salud el reciente 13 de mayo, el hospital móvil de Choluteca, pero no para atender pacientes de COVID-19, previamente se denunciaron fallas en dicho establecimiento.
La ingeniera Carias junto a un equipo de expertos son los encargados de instalar el mobiliario, los equipos médicos, los respiradores, tanques de oxígeno, lavandería, sistemas de computación y aire, plantas de agua y de energía, así como las máquinas de desechos entre otros equipos. “El proceso es largo porque viene equipo nuevo que para instalarlo se requiere asesoría internacional”, dijo.
También participa un equipo contratado por la empresa proveedora, se trata de un grupo multidisciplinario que conoce cómo instalar y armar los módulos “y a nosotros nos pertenece hacer las pruebas, ver si todo funciona y cuando se concluye, se entrega a la Secretaría de Salud, quienes hace sus propias evaluaciones”.
¿Otro hospital móvil listo para atender COVID?
Carías aseguró que el hospital de Santa Rosa de Copán está listo para funcionar, que esta semana será entregado a la Sesal. Externó que el de Juticalpa, también presenta avances. Y que será el próximo que entrará en operaciones, tras reconocer que la instalación de los mismos “es un labor rigurosa, tediosa, pero necesaria”.
Autoridades de Invest-H dijeron que esta se mana será entregado de Santa Rosa de Copán, pero serán las autoridades de Salud las que determinarán si atenderá pacientes con COVID u otras patologías.
Y ratificó que ya realizan las primeras pruebas de equipos en el hospital olanchano que podría estar listo en los próximos 15 días; de los restantes ubicados en La Ceiba y Danlí, serían entregados a mediados o finales de julio, las obras ahí están avanzadas en un 50% y 60%, porque hace falta instalar los generadores y medidores de energía, dijo la funcionaria de Invest-H.
Hospitales móviles, más dudas que respuestas
¿Vale la pena continuar trabajando para instalar los hospitales móviles? Consultó Proceso Digital a lo que Carías contestó: que todavía por parte que sea, es necesario que se logre la estación de las siete estructuras hospitalarias.
Los hospitales de Tegucigalpa, San Pedro Sula y Choluteca, pueden internar 80 personas cada uno, mientras que en La Ceiba, Santa Rosa, Juticalpa y Danlí 40, es decir que en total la capacidad hospitalaria sería de 400 camas, según estimó la experta de Invest-H.
En teoría, los tres hospitales Tegucigalpa, San Pedro Sula y Choluteca, constan de seis salas UCI de ocho camas cada una; los cuatro pequeños traen dos UCI cada uno con ocho camas. Pero esta información parece parte de un catálogo donde se ponderan las virtudes de los sanatorios que, siguen sin funcionar y que, en la práctica, muestran más dudas que respuestas.
Recuperación de espacios cerrados
Gloria Fajardo, jefa de Región Sanitaria de la Salud en el departamento de Copán, indicó que en los últimos días los contagios han ido reduciéndose, que esos resultados tienen que ver con que las personas han adoptado como estilo de vida, las medidas de bioseguridad “hay disciplina y compromiso”, apuntó.
Aseguró en conversación con Proceso Digital, que el sistema hospitalario en la zona occidental del país no ha colapsado porque se tuvieron sacrificar algunas áreas atención como la consulta externa, entre otras, esto, para que en esos espacios, se pudieran habilitar más cupos de cuidado a pacientes contaminados de COVID-19.
Según la galena, la habilitación del hospital móvil permitirá que el principal centro asistencial del occidente recupere algunos espacios que se habían cerrado y que de esta manera se podrán poner al día, especialmente en el tema de consulta externa que es donde se ha venido teniendo problemas de atención.
Recordó que hay otras enfermedades que requieren atención y que en este departamento los meses más críticos de la pandemia fueron, noviembre, diciembre, enero y que en marzo hubo un leve incremento de los casos, pero se logró controlar el nivel de contagios.
Un desafío para la investigación en Honduras
Ante ello, el Ministerio Público, no descarta incorporar más líneas de investigación por esta fraudulenta compra, por lo que además de Marco Bográn y Alex Moraes, actualmente en prisión, podrían identificarse nuevos rostros por estar involucrados en esta atípica transacción.
Por este caso, la Fiscalía General, también extendió una acusación directa, contra el empresario guatemalteco Axel López, proveedor de los siete hospitales móviles adquiridos en Turquía y vendidos al Estado de Honduras a través de Invest-H por más de 47 millones de dólares.
En los departamentos donde están instalados los hospitales se registran altos niveles de contagios y decesos por COVID-19, tal es el caso de Francisco Morazán con 72,978; Cortés con 61,930; El Paraíso con 12,989; Atlántida con 12,945; Olancho con 7,533; Copán con 5,598 y Choluteca con 5,552, eso representa el 72.66% de los casos totales a nivel nacional.
Los departamentos antes mencionados también reportan 4,756 decesos, es decir el 72% de los muertos totales dejados por el coronavirus en Honduras, que registra 6,606 decesos, 247,074 contagios, 88,164 recuperados, en más de 15 meses de estar en emergencia sanitaria según cifras del estatal Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager).
Esta es la situación de la pandemia, donde el virus sigue dejando su huella demoledora, los hospitales móviles no han sido respuesta, la investigaciones en marcha y la población enfrenta la pandemia con menos del 1% de vacunados población de más de 9 millones. JP