Tegucigalpa – A 12 días de la muerte de la estudiante de enfermería, Keyla Martínez, bajo resguardo policial, en La Esperanza, Intibucá, continúan las diligencias investigativas por parte de la Fiscalía hondureña, tras haber concluido en las últimas horas la toma de declaración a 18 agentes asignados a la posta donde ella perdió la vida.
Aunque el tema parece irse diluyendo con el paso de los días, el mismo sigue su curso investigativo y ahora los fiscales analizan la información obtenida tras el suceso que terminó con la vida de la joven intibucana.
Una fuente de la Fiscalía informó a Proceso Digital que el martes de esta semana se concluyó con la toma de declaración de los 18 efectivos policiales asignados a la posta de La Esperanza, la noche del suceso.
Los miembros de la carrera policial testificaron ante detectives de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) y funcionarios de la Dirección Policial de Investigación (DPI).
La fuente reiteró que la autopsia arrojó que hubo asfixia mecánica en el caso de la joven licenciada en enfermería. A pocos días de ocurrida la tragedia, el MP, informó en un comunicado que la muerte de la joven fue un homicidio.
Los miembros policiales además fueron sometidos a pruebas toxicológicas y otras indicadas por las autoridades forenses.
Igualmente se tomaron declaraciones de testigos, las personas que estuvieron recluidas en la posta la noche del 6 de febrero, así como personal sanitario del Hospital donde fue llevada Keyla Martínez.
A la investigación de la Fiscalía se agregan vaciados telefónicos y la prueba científica de las cámaras de seguridad instaladas en el perímetro donde ocurrieron los hechos.
El médico que acompañaba a la joven responde al nombre de Edgar Velásquez Orellana, un ginecólogo y obstetra, quien ya rindió su declaración sobre el caso ante el Ministerio Público.
El galeno Velásquez Orellana labora en el Hospital Enrique Aguilar Cerrato, pero se encuentra de vacaciones y le toca presentarse el 26 de febrero.
Velásquez ha dicho en sus declaraciones públicas que la joven advirtió que se quitaría la vida y luego de un largo silencio en la celda donde fue recluida, fue reportada como muerta.
En tanto una doctora del hospital local donde fue trasladada la joven por agentes policiales, dijo a medios de comunicación que Keyla ingresó al centro hospitalario muerta, que mostraba golpes y que tenía su espalda con residuos entre otros detalles. Igualmente indicó que los policías se mostraron nerviosos.
La familia de Keyla Martínez, pobladores y activistas humanitarios, han realizado varias marchas pacíficas en la ciudad de La Esperanza para pedir justicia en este emblemático caso. Han advertido que no descansarán hasta que los culpables del hecho paguen con cárcel su crimen.
Distintas organizaciones feministas y otros entes de sociedad civil también han insistido que los hechos deben ser esclarecidos para que no quede duda entre la población.
Didadpol solo actúa en el ámbito disciplinario
El titular de la Dirección de Asuntos Disciplinarios Policiales (Didadpol), Allan Argeñal, declaró que ese ente investiga hechos disciplinarios graves cometidos por efectivos de ese cuerpo del orden.
Prometió que esta semana tendrán un informe detallado sobre lo ocurrido desde que se produjo la detención de la joven Keyla Martínez hasta el momento que fue declarada como muerta.
“La actividad de la Didadpol es exclusivamente para investigar el tema del procedimiento policial, no estamos para determinar quién le dio muerte a la joven, eso le corresponde al Ministerio Público a través de sus agencias de investigación”, aclaró.
Reveló que recogieron evidencias y otras aristas en torno al suceso que terminó con la muerte de la joven pasante de enfermería, pero serán dadas a conocer en el momento oportuno.
Puntualizó que la Didadpol entra en escena en el ámbito disciplinario y no en el apartado penal.
Recuento de hechos
La jovencita, según versión de los policías, se suicidó dentro de la celda a la que fue confinada luego de ser detenida por supuestamente protagonizar escándalo en la vía pública, andar en estado de ebriedad junto a un médico y violentado el toque de queda ya que fue requerida a las 11:45 de la noche del sábado 6 de febrero, según el reporte de la Policía.
La versión del presunto suicidio nunca fue aceptada por la familia y amigos de Keyla, quienes aseguraron en el suceso hubo mano criminal, por lo que demandaban que los resultados de la autopsia fueran entregados los más pronto posible para conocer en qué condiciones murió su pariente.
De acuerdo con el reporte médico de la Secretaría de Salud, a través del centro asistencial donde fue trasladada la joven, la estudiante ingresó a la sala de emergencias a las 2:55 de la madrugada del día 7 de febrero, traída por la Policía, pero ella ingresó al hospital ya fallecida.
Los resultados primarios de la autopsia practicada a Keyla Martínez arrojan que murió por asfixia mecánica y que no fue un suicidio como alegó inicialmente la Policía en un comunicado público.(PD)
