Tegucigalpa (Por Lilian Bonilla) – El grano de oro hondureño, lucha por no perder su brillo y seguir imponiéndose como uno de los principales pilares de la economía nacional, pero cosecha a cosecha los desafíos crecen y principalmente los productores deben reinventarse, aún en un clima adverso.
– Aunque el café sigue siendo uno de los cultivos de mayor exportación cada año decae la producción.
– Los caficultores reclaman una institucionalidad transparente y que tanta organización se concentre en una sola institución que rectore el sector.
Mucho de lo que se dice y se ve plasmado en los informes de exportación y generación de divisas del sector café con esos precios en dólares se ven muy bonitos, y algunos pensarían que toda marcha viento en popa para los cafetaleros, pero no es así, porque los dólares apenas los conocen para hacer algún trámite, dijo la caficultora de la zona oriental de Honduras, Ninfa Lanza.
Ciertamente, es más la desmotivación y los problemas que se atraviesan que no son nuevos y más bien ya se han convertido en “un cáncer”, pero pese a eso el sector es resiliente y los productores aún guardan la esperanza de que las autoridades despierten y de una vez por todas implementen políticas a favor de un gremio noble que a través de la historia ha contribuido al desarrollo del país, expuso a Proceso Digital.
Desde las alturas en caída libre
El sector cafetalero, como otros rubros del sector agrario han pasado sin duda buenas rachas, pero lastimosamente esas alturas han venido en caída libre, y los factores son muchos.
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La cosecha que recién cerró el 30 de septiembre dejó la exportación de 7.1 millones de quintales de café de los cuales el 56 % se exporta a Europa.
Los pronósticos ya se hicieron para la cosecha 2023-2024 y estos no son buenos porque la tendencia sigue a la baja en producción y se estima que sea más de un millón de quintales por lo que se exportarían 6.5 millones de quintales, dijo a Proceso Digital el presidente de Ihcafé, Pedro Mendoza.
En los últimos años la producción del aromático grano ha pasado de 10 millones a 6.5 millones de sacos, lo que indica una baja aproximada de entre un 35 % a un 40 % en la producción.
“La cosecha viene en caída libre” en los últimos años, reitero, por su parte, el caficultor Freddy Pastrana.
En ese sentido Proceso Digital le consultó ¿qué ha pasado para que los productores en siete años prácticamente hayan dejado de producir un 40 %?
A lo que el productor responde que son muchos factores, pero principalmente pasa por los incentivos de precio y algunos problemas en la institucionalidad.
La productora Ninfa Lanza, estuvo de acuerdo en que la producción ha ido mermando y lastimosamente se sigue en la misma situación porque no hay una política definida en beneficio del productor.
Los problemas persisten, son los mismos que se vienen enumerando los últimos años como la falta de incentivos, las plagas como la roya, la falta de mano de obra, abandono de fincas, mal estado de red vial de las zonas cafetaleras y el incremento en los costos de producción, señalaron los productores.
También son visibles los efectos adversos del cambio climático, la disminución considerable del precio del quintal de café en más del 30 % en el mercado internacional.
De igual forma, se resiente la falta de apoyo del Gobierno, Pedro Mendoza, expresó que como Asociación Hondureña de Productores de Café, y también como Ihcafé, han buscado algunas alternativas para incentivar al sector, pero hay muchas necesidades y por ello se busca el acercamiento con el Gobierno con el sector agrario en general, no sólo el café, “pero dentro del Gobierno no hemos tenido ninguna respuesta pese a que somos generadores de divisas y empleo pero parece que no les interesa el sector café”.
Nueva confrontación
Los problemas internos entre caficultores y las instituciones y los mismos dirigentes, no han faltado y hay inconformidad, por distintas situaciones en las que no falta la política vernácula que siempre extiende sus tentáculos y el sector café no es la excepción.
En los últimos días la sociedad ha sido testigo de la confrontación entre algunos dirigentes cafetaleros, funcionarios del Ihcafé y también de algunos políticos vinculados al tema café, que entre acusaciones y contra acusaciones solo empeoran la situación del sector.
Falta de corteros y malas carreteras
De su lado, el alcalde de Las Lajas, Manuel de Jesús Urbina, lamentó que en plena cosecha del aromático no se encuentra mano de obra para cortar el grano.
“Estamos activando viviendas para poder albergar corteros, sin embargo nos preocupa porque en muchas aldeas sufrimos el efecto de la migración, hay casas cerradas, fincas abandonadas y eso nos pone en precario lo que es la cosecha”, externó.
Apuntó que la preocupación de los cafetaleros cada día es más grande ante la falta de mano obra.
Mencionó que mucha gente de Guatemala ya ingresó, y se espera a los nicaragüenses para que ayuden en el corte del aromático.
“Empleamos más o menos un millón de personas, que se necesitan para la recolección de la cosecha”, manifestó.
Igualmente, el edil Urbina lamentó el mal estado de las carreteras, lo que dificulta el transporte del grano de las fincas cafetaleras.
“Las reparación de carreteras de las fincas nos ha tocado únicamente a nosotros. La parte nuestra es en base a la producción y si esta es baja pues el rendimiento y los fondos que designan para reparar calles es menor y la cantidad de carreteras es la misma, por lo que no nos damos abasto para reparar las vías, lo que pone en precario la cosecha 2023-2024”, narró.
Institucionalidad no está respondiendo
Por parte de los productores independientes, lamentan que los directivos se enfrascan en pleitos de política y no de soluciones a los problemas de los caficultores.
Ante nuevos intereses mezquinos que se hacen visibles los productores exigen transparencia y que haya mecanismos de auditoría y rendición de cuentas de las aportaciones que realizamos anualmente al Ihcafé y Fondo Cafetero y de los apoyos económicos.
De igual forma, piden fortalecer y eficientar la institucionalidad cafetalera y sugieren analizar al más alto nivel que ya no existan seis instituciones cafetaleras a las que financian y en su defecto que solo exista una institución cafetalera que vele 100 % por el bienestar de los productores de café tal como funciona en otros países de la región como Costa Rica, Guatemala y Colombia.
Asimismo, piden reformas en los decretos de creación del Conacafé (145-2000), Ihcafé (213-2000) y Fondo Cafetero (124-2001), para que no se permita la participación directa y nombramiento de miembros en Junta Directiva y funcionarios, que no respondan a los intereses de los productores de café, y que se prohíba la reelección indefinida de los representantes en las Junta Directivas.
Los productores también exigen que se anexe el Fondo Cafetero al Ihcafé como una unidad de ingeniería desconcentrada y así optimizar el manejo y uso de las aportaciones que hacen de 500 millones de lempiras al año.
Fondos
Por otra parte, siguen los conflictos en el manejo de fondos, se recuerda que incluso se han dado investigaciones por parte del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), por irregularidades en manejo de fondos que al fin no fue concluyente en cuanto a deducción de responsabilidades.
Con la actual problemática de las juntas directivas de la Asociación Nacional de Caficultores de Honduras (ANACAFEH), productores consultados, lamentan la nueva controversia y piden que, si se va a investigar a una organización, sino que se haga con todas; y además que no sea solo de una administración. Se estima que solo la ANACAFEH, ha manejado un aproximado de 250 millones de lempiras desde el año 2020 a la fecha.
Por otra parte, siempre en el tema de manejo de fondos al Asociación de Productores independientes refiere que actualmente la gran mayoría de cafetaleros no cuentan con liquidez para financiar las actividades preliminares para la recolección de la nueva cosecha por lo que le solicitan al CONACAFE, autorización para la inmediata devolución a los más de 120 mil cafetaleros por parte del Ihcafé, del total de las aportaciones (Lps 600 millones) del Instituto de Previsión del Caficultor especificado en el (IPC DECRETO 185 -2011), el cual nunca funcionó, pese a que se firmó un acuerdo de cumplimiento del acuerdo cafetalero desde julio de 2022.
La caficultura en Honduras desempeña un papel significativo, porque pese a la baja sigue siendo uno de los principales cultivos de exportación, sin embargo, esta industria enfrenta serios desafíos que afectan su sostenibilidad y rentabilidad, por lo que es oportuno un cambio en las políticas que lleven a una mejor visión para el desarrollo del sector invirtiendo en tecnología y capacitación para mejorar la calidad del café y asegurar un futuro sostenible para esta industria crucial en la economía. LB
