Tegucigalpa ( Proceso Digital / Isis Rubio) – Siendo un infante viajó a Estados Unidos para buscar un nuevo porvenir y solo le bastó casi una década y media para lograr la meta de graduarse de la secundaria, obtener la ciudadanía y convertirse en un emprendedor en Norteamérica.
– Su proyecto a futuro es llevar las paletas hacia otros estados de esa nación del norte como los son Texas y Florida.
-“Fue difícil sacar los permisos y posicionarse, pero gracias a Dios la empresa ya tiene cuatro años en el mercados y vamos por más”, manifestó.
Con apenas 13 años Habib Gabriel Cruz llegó a Nueva Orleans, Estados Unidos de la mano de sus tíos Nicolás y Linda que lo acogieron en su casa. Dejó en Honduras a su madre.
Únicamente armado con el espíritu de superarse, Cruz hace frente a los problemas que pasan todos los migrantes: la nostalgia por su país natal, el nuevo clima, adaptarse a otro idioma y a una situación migratoria irregular.
Pero el joven hondureño, oriundo de San Pedro Sula, no estaba dispuesto a sucumbir e inmediatamente se pone la primera tarea: egresar de la secundaria, la cual logra a los 17 años y que le otorgan nuevas armas para la vida, además de aprender el idioma de su país de acogida.
Cruz dijo que combinó estudios con trabajo y se ubicó en un restaurante donde lavaba platos.
“Como migrante lo más difícil fue el idioma, adaptarse al clima, a la nueva forma de vida y a la ausencia de la familia que quedó en Honduras”, señaló.
Una vez egresado de la secundaria, intentó seguir con los estudios y se registró en el colegio comunitario en la carrera de Negocios Internacionales, pero su condición de migrante le impidió continuar ya que la cuota de matrícula era muy elevada.
Habib Gabriel Cruz le dijo a Proceso Digital que se enfocó en trabajar y ahorrar, a los 21 años entró a laborar a una compañía de envíos.
Primeros pasos
Narró el joven hondureño que en dicho trabajo comenzó los primeros pasos de lo que sería su futuro emprendimiento: preparar pilones o paletas con el sabor entrañable de la receta de su abuela, además de exquisitos.
“Los hacía y los vendía en el trabajo y eso me ayudaba a tener un dinero extra”, manifestó.
Agregó que al ver que los pilones se vendían fue incrementando el número y su visión de tener una empresa comenzó a tomar forma.
Los Pilones de la Abuela
El emprendedor hondureño dijo que a partir de ahí nació su emprendimiento “Los Pilones de Abuela”, de la necesidad de un ingreso extra.
Al ser sampedrano utilizó la expresión típica de la zona norte de llamarles “pilones” en vez de paletas, como es conocido el producto en el resto de Honduras.
Recordó que su inspiración en el negocio fue su abuela, “ella lo empezó hacer en 2003, vendía golosinas en Honduras, entonces la idea viene cuando se me ocurrió ponerla en práctica en Nueva Orleans, porque nadie la había hecho comercial aquí, siempre lo habían hecho para vender en su casa, pero no para vender así en tiendas y supermercados”.
Indicó que, tras cuatro años de mantener el negocio, las paletas o pilones se distribuyen en 50 tiendas o establecimientos de conveniencia en Luisiana como ser supermercados, gasolineras y tiendas latinas de conveniencia y negocios relacionados al fútbol.
“Nosotros somos distribuidores, entonces por mayoreo lo vendemos a las tiendas pequeñas y supermercados donde también se coloca el producto”, manifestó.
Una empresa familiar
El hondureño sostuvo que la empresa es familiar, su esposa es la que lleva la parte financiera y él junto a su suegro, se encargan de elaborar las paletas en el departamento de producción, mercadeo y venta.
Indicó que mensualmente colocan aproximadamente seis mil 500 pilones o paletas en las diferentes tiendas de nueve ciudades de Nuevo Orleans.
Detalló que son 10 sabores los que elaboran y distribuyen: coco, caramelo, cappuccino, nutella, mango, piña, tamarindo, tutti fruti, moras y nance, algunas frutas de la temporada.
Cruz relató que fue difícil conseguir los permisos y posicionar la empresa, “un producto que no se conocía, pero se pudo gracias a Dios, son cuatro años de estar en el mercado”.
Indicó que cada paleta él las vende a 2.25 dólares y en las tiendas las venden a 3 dólares.
Extender la venta a Texas y Florida
El hondureño dijo que uno de sus proyectos es extender la venta de pilones o paletas a los estados de Texas y Florida.
“Sabemos que por los momentos la empresa es familiar, pero nos gustaría extenderla y con ello contratar más personas y poder apoyar a sus familias”, manifestó.
Agregó que buscará posicionarse en aproximadamente 150 tiendas en los próximos 5 años.
“Buscamos expandirnos, mejorar el producto, la calidad en el sentido del empaque, combinar más sabores para todo el público”, expresó.
El joven emprendedor hizo un llamado a la población, principalmente a los jóvenes a no tener miedo y que crean en cada uno de sus proyectos “No podemos dejar que el miedo nos gane, muchas veces pensamos que nuestras ideas no pueden prosperar, pero con la ayuda de Dios todo se puede, todo está en cambiar la mentalidad y volverla positiva y ganadora”, apuntó.