Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – Cuando al Academia sueca premia con el Nobel de Física estudiosos de la Tierra, el tema pasa a ser de gran interés para países como Honduras, uno de los más vulnerables del planeta, en el cual la afectación del cambio climático es profunda y está vinculada a causas estructurales, las políticas públicas y la indiferencia.
Tragedias ambientales como la de Omoa, que se hunde en el plástico, la destrucción de los bosques, la explotación sin control de determinadas mineras y los asesinatos de ambientalistas, el azote cíclico de meteoros que casi destruyen regiones enteras del territorio es muestra de una tragedia en desarrollo.
Por ello Proceso Digital conversó con Armando Euceda, doctor en Física, y director de Postrados de la UNAH.
El anuncio de los ganadores del Premio Nobel de Física 2021 es muy grato por varias razones, dijo inicialmente para luego detallar que los científicos Syukuro Manabe (japonés, 1931) y Klaus Hasselman (alemán, 1931), ambos de 90 años, representan una pasión impresionante por el estudio de la ciencia de la Tierra. Ambos crecen en el escenario de la Segunda Guerra Mundial. Recordó que Ambos vienen de países que son básicamente aplastados por el infierno de la guerra. Y ambos asisten a universidades que emergen, como el ave fénix, para producir jóvenes científicos de talento extremo.
El doctor Euceda apostilló que como parte de su legado científico los laureados han proporcionado una base sólida para nuestro conocimiento del clima de la Tierra y que su gran legado se resume en la respuesta a las grandes preguntas que sobre el cambio climático se han formulado y han causado enormes polémicas.
De acuerdo con el Comité del Premio Nobel, su producción científica ha dado inobjetables respuestas que Euceda planteó para auto responderse, – ¿Se está calentando la Tierra? Sí; ¿Es la causa de este calentamiento el aumento de la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera? Sí; ¿Puede esto explicarse únicamente por factores naturales? No y, ¿Son las emisiones de la humanidad la razón del aumento de temperatura del planeta? Sí.
“Ya no podemos decir que no lo sabíamos…” reflexionó.
Al vinculara los Nobel de Física 2021 con la crisis ambiental acentuada en Honduras y que cada día deteriora enormes extensiones de bosques, mares, ríos y patrimonios verdes y culturales, Proceso Digital consultó al entrevistado su valoración al respecto y él dijo:
“Tengo la esperanza que este tema tome mayor importancia en nuestro país. Si bien varias instituciones educativas y organizaciones no gubernamentales los trabajan, las respuestas se vuelven incompletas porque la mayor parte de los actores de la clase política no le han prestado mayor atención a lo largo de los años”, indicó.
Continuó exponiendo que el resultado de esa indiferencia de los políticos hechos gobierno, es un descuido desproporcionado que ha llevado hasta poner en peligro la vida de los ambientalistas.
“Necesitamos un cambio sustantivo en este tema y espero que el haber premiado a nivel mundial con un altísimo galardón científico a investigadores del cambio climático sirva de suficiente motivación para que cambiemos nuestro rumbo2, concluyó Euceda.
Multicrisis ambientales asechan Honduras
Una de las crisis ambientales que enfrenta Honduras está vinculada con la constante llegada de cientos de toneladas de basura que provienen de Guatemala a través del río Motagua, un problema que impacta en toda la costa caribeña y cuyos daños ya son irreversibles.
Además de Omoa, comunidades como Trujillo, Tela, La Ceiba, Omoa, Puerto Cortés, Guanaja, Útila y Roatán son afectados con la problemática.
A poco más de 120 kilómetros al noreste de Omoa se encuentra Islas de la Bahía, la joya del caribe hondureño, en ella se encuentra la segunda barrera de coral más extensa del mundo, y los daños por la contaminación ya son significativos.
La basura constituye una amenaza que ya causa daños al arrecife coralino de Islas de la Bahía, el segundo más grande del mundo.
En 2017, la fotógrafa estadounidense Caroline Power fotografió una «islas de basura” en el atlántico hondureño, producto de los deshechos que trae el río Motagua, desde Guatemala: Esa enorme masa de plásticos ha recibido una impresionante cantidad de deshechos desde entonces lo que hace estimar que su tamaño crece ineludiblemente, sin que los responsables tomen acciones concretas, más allá de los discursos bilaterales.
Otra desventura ambiental que estremece el cuidado de la Tierra en este país centroamericano está vinculada a la explotación irracional de sus bosques que cada año son objeto de incendios y tala indiscriminada, especialmente en Francisco Morazán, Olancho y Gracias a Dios.
Actualmente en La Mosquitia hondureña donde conviven cuatro etnias originarias y donde está ubicada la biosfera del río Plátano, patrimonio mundial de la humanidad, declarada así por la UNESCO, se construye una carretera que vulnerada hasta el núcleo de esa área protegida.
Esta carretera no cuenta con permisos ambientales y con ningún tipo de regulación. No hay claridad en el origen de los fondos para hacer la obra que cuenta con la oposición de los pueblos originarios. Ambientalistas y los líderes locales le han bautizado como “narcocarretera”.
El riesgo de los defensores del ambiente
De otro lado, Honduras sigue siendo uno de los países más peligrosos del mundo para los defensores del medioambientales, muchas de sus acciones de oposición pacifican las pagan con sus vidas.
Un estudio de Global Witness indica que después de Colombia y México, el tercer puesto mundial lo ocupa Filipinas (29), seguido en su mayoría por países latinoamericanos: Brasil con 20 asesinatos, Honduras (17), República Democrática del Congo (15), Guatemala (13), Nicaragua (12), Perú (6), India (4), Indonesia (3), Suráfrica (2) y Tailandia (2). (PD)