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Inédita audiencia con el expresidente Hernández en el banquillo

Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – Es el primer presidente hondureño en enfrentar la justicia y más aún, en un caso de solicitud de extradición. La audiencia para determinar la extradición o no del exmandatario Juan Orlando Hernández se realizará este miércoles ante un juez natural designado por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), en un tema inédito que además acapara la atención general en el país e igualmente en el ámbito internacional.

Pedido por la justicia estadounidense, el juez asignado Edwin Ortez, determinará si el expresidente Hernández, es extraditado o no a los Estados Unidos, tras ser pedido por el delito de narcotráfico, entre otros.

El último retazo de la larga historia en torno al dignatario comenzó el mismo día la asunción al poder de su predecesora Xiomara Castro, quien apenas unas horas después de ocupar la silla del altar Q, recibió el pedido de Washington para extrañar a Hernández, quien en un abrir y cerrar de ojos fue incluido en la temida lista Engels y además despojado de su visado para ingresar a territorio estadounidense.

Todos esos entretelones fueron sorteados por el expresidente con una actitud de aparente calma: respondió a la designación en la lista Engels (anunciada por el secretario Antony Blinken) y a la revocación de su visa contando a detalle, en cartas públicas divulgadas en sus redes sociales, sus acciones en el servicio público para combatir la criminalidad organizada y el narcotráfico, incluso para aprobar el auto acordado que permite las extradiciones de hondureños vinculados a esos crímenes. Todos los señalamientos los atribuyó a venganza de los narcos al momento de dar sus testimonios ante las cortes de Nueva York u otros estados de la Unión Americana.

Hernández se convertiría en el primer presidente hondureño extraditado a EEUU.

Pero nada de eso detuvo la inminente solicitud de extradición que se concretó el 15 de febrero, cuando su casa fue rodeada por un poderoso contingente de policías y de otros agentes y fuerzas antidrogas. El propio ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, estuvo en la escena.

Tras dictarse la orden del juez, Juan Orlando Hernández, salió a la puerta principal de su residencia y allí fue encadenado y requisado por agentes que luego le trasladaron a la Unidad de Comandos Especiales, otrora denominada Cobras.

En esa instalación policial ha permanecido desde ese momento y solo salió del lugar para ir a la audiencia de información, donde el juez Ortez, asignado a la causa, le dio a conocer el detalle de las acusaciones a las que debe hacer frente.

En ese mismo recinto de Los Cobras o Fuerzas Especiales, se acondicionó un espacio para que pase su cautiverio mientras el juez determina su destino. Allí el expresidente ha podido recibir a su esposa, hijos y madre. Algunas fuentes oficiales dan cuenta que exaltos cargos civiles, militares y amigos también han querido visitarlo en su lecho de detenido.

Se avizoran más extradiciones de personajes políticos, militares, policiales y alto perfil para las próximas semanas.

Más allá de un caso, es un Estado

Analistas han considerado la solicitud de extradición del expresidente, así como las acusaciones que se le formulan como un tema de gran impacto para el país y han dicho que más allá de dañar a personas se trata de la marca y las repercusiones en el Estado, señalado de haber sido permeado por el crimen organizado hasta el tuétano de la institucionalidad.

En Honduras los narcotraficantes han operado con mayor fuerza desde el inicio de este milenio y con el paso del tiempo fueron consolidando su poderío e inmiscuyéndose en las instancias del poder tanto público como privado; ellos han quedado expuestos en su accionar con las capturas y extradiciones de más de una treintena de barones de la droga.

No todos esos capos que hoy guardan prisión en los Estados Unidos han sido extraditados. Muchos se entregaron por su cuenta al sentir la amenaza en su entorno doméstico y otros fueron capturados extra fronteras.

27 connacionales se han entregado a EEUU mediante el auto acordado aprobado por la CSJ.

Jefes de carteles como el de Los Valle, Los Cachiros, personajes como Víctor Hugo Díaz Morales “El Rojo”; Héctor Emilio Fernández “Don H”; Ramón Mata Waldurraga; Carlos Arnaldo Lobo “El Negro”; Sergio Neptalí Mejía Duarte “El Doctor”; Juan Carlos Arbizú “Lanchita”; Arnulfo Fagot Máximo “El Tío”,  entre otros capos, así como oficiales de policía y políticos en el caso de Yani (exministro y excandidato presidencial);  Yankel Rosenthal (Exministro), Fredy Nájera (exdiputado al Congreso Nacional), Alexander Ardón (exalcalde de El Paraíso); Antonio Hernández (exdiputado), han tenido que enfrentar, ya sea vía extradición, capturados o por su voluntad, a la justicia estadounidense.

En ese entorno, y en un país corroído por el narcotráfico en un cambiante escenario que lo ha llevado de ser un país de tránsito privilegiado de la droga por su favorable posición geográfica, a convertirse en productor, procesador y un corredor altamente apetecido para las actividades del narco en todas sus facetas entre otras actividades de la criminalidad organizada.

En lo que va del año, los hallazgos de siembra de coca, así como el desmantelamiento de laboratorios para procesar drogas, ha sido una constante que cada vez deja mayores evidencias de la real situación de la criminalidad en el país.

En medio de ese ámbito, la inseguridad se incrementa por el rebrote del crimen común que cada vez recrudece sus descarnadas acciones y se ensaña especialmente contra mujeres, jóvenes y transportistas, estos últimos, víctimas de múltiples bandas de extorsión.

El país también hace frente a una economía debilitada por los efectos de la pandemia del coronavirus, misma que ocasionó más de 11 mil muertos; También por los efectos climáticos que han dejado fenómenos naturales como Eta y Iota que abatieron casi todo el territorio a finales de 2020. A ello se suma una corrupción sin precedentes que ha desnudado al poder público. Mientras la diáspora de hondureños huyendo de la violencia y la falta de oportunidades no cesa.

Hernández enfrenta tres cargos en la Corte del Distrito Sur de NY.

Los cargos

Ese es el contexto nacional en el que Juan Orlando Hernández acude hoy miércoles 16 de marzo ante el juez, para enfrentar los señalamientos de la justicia estadounidense. En la nota enviada por Estados Unidos (EEUU) a las autoridades hondureñas se especifican las razones por la que se hace la petición de extradición, detallando los cargos en contra del expresidente Juan Orlando Hernández:

Cargo I: El detalle indica que es por -conspiración para importar sustancia controlada a los Estados Unidos desde un lugar fuera del mismo, así como fabricar y distribuir sustancia controlada con la intención y el conocimiento que dicha sustancia sería importada ilegalmente a ese país.

De igual manera, fabricar, distribuir y poseer con la intención y distribuir una sustancia controlada a bordo de una aeronave registrada en los Estados Unidos.

Cargo II: en detalle -usar o portar armas de fuego, ayudar e instigar al uso y el porte y la posesión de armas de fuego, a saber: ametralladoras y dispositivos destructivos durante y en relación con, o poseer armas de fuego, incluidas las ametralladoras y los dispositivos destructivos en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos de la que se le señala en el cargo uno de la acusación de reemplazo y ayudar e instigar a la misma.

Cargo III: detalle- conspiración para usar o portar armas de fuego incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, durante y en relación con, o poseer armas de fuego incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos.

Lo anterior -Desde al menos en o alrededor del 2004 hasta el 2022 o aproximadamente esa fecha, Hernández participó en una conspiración violenta de narcotráfico para recibir cargamentos de múltiples toneladas de cocaína enviadas a Honduras desde Colombia y Venezuela, entre otros lugares por rutas aéreas y marítimas para transportar las drogas hacia el oeste de Honduras, hacia la frontera con Guatemala y finalmente a los Estados Unidos. En total, desde aproximadamente el 2004, la conspiración transportó más de 500 mil kilogramos de cocaína a través de Honduras con destino a Estados Unidos.

El cuerpo de abogados de Hernández hace todo lo posible para impedir su extradición.

Seguidamente el cargo indica que -como parte de esa conspiración, Hernández recibió millones de dólares por sobornos y ganancias de múltiples organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros lugares. A cambio de ellos, protegió a los narcotraficantes de la investigación, detención y extradición.

Además, a cambio de ello protegió a los narcotraficantes de la investigación detención y extradición además de hacer que se proporcionará información sensible de las fuerzas policiales y militares a los narcotraficantes para ayudarles en sus en sus actividades delictivas, hizo que miembros de la Policía Nacional y de las fuerzas militares protegieran cargamentos de droga en Honduras y permitió que se cometieron actos de violencia brutales sin consecuencias. Todos estos cargos y descripciones están contenidos en la nota enviada por las autoridades estadounidenses.

La defensa

La defensa del exmandatario está haciendo uso de todo el entramado legal a su alcance para evitar que sea extraditado. Incluso se prevé que apelarán cualquier decisión que no sea favorable, emitida por el tribunal.

Al hilo

Pero el caso del expresidente Hernández no parece ser el único que estremecerá a los hondureños y a la comunidad internacional. Otras extradiciones vienen al hilo, han adelantado claramente autoridades hondureñas. Se sabe de por lo menos 17 pedidos ya en manos de las fuerzas policiales.

Por lo pronto la captura del exjefe de policía Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, también pedido en extradición por Washington, volvió a sacudir la conciencia colectiva. Y de su testimonio se prevén más acciones. (PD)

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