Con cinco puntos en seis partidos, Trinidad y Tobago comparte el último lugar con El Salvador y tiene como más próximo objetivo la lucha por el cuarto puesto, que da derecho a una repesca con el quinto de las eliminatorias sudamericanas.
Los hondureños saldrán no sólo con el deseo de sumar, sino con un tufillo de vengarse por la dolorosa derrota por 0-1 con la que los trinitenses los dejaron por fuera del Mundial Corea del Sur-Japón 2002 en la eliminatoria de 2001.
El Estadio Olímpico Metropolitano, de San Pedro Sula, norte de Honduras, será de nuevo mañana el escenario del choque entre hondureños y trinitenses, dirigido por el árbitro estadounidense Paul Geiger.
Honduras dispone para este partido de casi toda su artillería con el regreso del delantero David Suazo, del Inter italiano, quien estuvo ausente unos seis meses por una lesión que sufrió en una rodilla cuando jugaba con el Benfica portugués.
Se prevé que Suazo y Carlos Pavón, del Real España hondureño y con amplia trayectoria internacional, formen la dupla atacante que mande a la cancha el colombiano Reinaldo Rueda, seleccionador de Honduras.
Carlo Costly, del Belchatow polaco, quien ha formado pareja con Pavón en los últimos partidos, no jugará ante los trinitenses por acumulación de tarjetas amarillas, lo mismo que el defensa Osman Chávez y el centrocampista Wilson Palacios del Tottenham de Inglaterra.
Suazo aseguró estar recuperado de su lesión y que, al igual que sus compañeros, saldrá «a dar el máximo en el campo».
Rueda reconoció que «hay preocupación» porque los trinitenses son duros rivales, principalmente en el fútbol por alto, que «es uno de sus potenciales y su principal fortaleza».
Pero el seleccionador reafirmó su optimismo y enfatizó que «Honduras se merece celebrar» mañana.
La selección de Trinidad y Tobago está desde el lunes en San Pedro Sula, 243 kilómetros al norte de Tegucigalpa, para «aclimatarnos y conocer el ambiente», dijo a la prensa deportiva su entrenador, Russell Latapy.
Comentó que «Honduras está jugando bien» y que como local está obligado a ganar, pero le restó importancia al subrayar: «lo único que me preocupa es mi selección».
Latapy no descartó echar mano de su ayudante, Dwight Yorke, para enfrentar a los hondureños, pues todavía está inscrito como jugador.
Trinidad y Tobago tiene entre sus figuras algunas que juegan en el exterior, como Cornell Glen, quien defiende la camisa de los Terremotos de San José, de Estados Unidos, y Keon Daniel y Kenwyne Jones, del Sunderland, de Inglaterra.
Al llegar a la séptima de diez jornadas, Costa Rica lidera el hexagonal con 12 puntos, seguido por Honduras (10), Estados Unidos (10), México (9), El Salvador (5) y Trinidad y Tobago (5).
Los tres primeros clasificados avanzarán directamente a Sudáfrica, mientras que el cuarto deberá jugar una repesca contra el quinto de la eliminatoria suramericana.







