Tegucigalpa – A criterio de la especialista en temas de seguridad, Arabesca Sánchez, Honduras se encuentra obligada ante el plano internacional a renovar a sus magistrados y comenzar una nueva historia para la Corte Suprema de Justicia (CSJ), por lo que no puede darse “el lujo” de continuar con el mismo pleno que operó los últimos siete años.
– La condición entre líneas del Plan de la Alianza para la Prosperidad es que Honduras renueve sus sistemas judiciales.
– El principal compromiso de los nuevos magistrados es el saneamiento, fortalecimiento y renovación de la nueva Corte Suprema.
“No creo que la Corte o el gobierno de Honduras, se dé el lujo de seguir dejando una estructura de magistrados que ha venido aplicando procesos, a veces de manera acertada y a veces bastante errática, sobre la persecución penal en el país”, expresó.
Destacó que actualmente Honduras cuenta con “la oportunidad de renovar el sistema judicial y a partir de la renovación de quienes dirigen gerencialmente la Corte Suprema”, al tiempo de subrayar que “esto puede venir a fortalecer esas condiciones que nos han quedado en la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte al asegurarnos que estos países están obligados a modernizar sus sistemas judiciales”.
Al mismo tiempo, remarcó que “esto trae un mensaje, entre líneas nos están diciendo que la condición es renovar los sistemas judiciales, renovar la dirección gerencial y estratégica de la Corte Suprema y renovar también la nueva visión con que la Corte debe ser dirigida”.
Por lo tanto acotó que “renovar y modernizar, para fortalecer el sistema de justicia del país, creo que es la petición que se esconde detrás de esas 16 condiciones para el Plan de la Alianza para la Prosperidad”.
“Honduras se ve obligada de alguna manera, ante el plano internacional, de renovar sus magistrados y de comenzar con ello, una nueva historia para la Corte Suprema”, indicó la experta.
A juicio de Sánchez, en la clase política hondureña, se ha visto en los últimos años que “los cargos públicos, comienzan a ser vistos, como una especie de propiedad privada, en donde algunos se ven tentados a buscar reelección popular en sus cargos”.
Sin embargo, “tener una nueva visión refrescada y renovada de la Corte Suprema, nos puede permitir avanzar en otros temas, que quizás han estado retenidos hasta este momento”.
“No creo que debamos recaer en inseguridad, en cuanto a que si se nombran nuevos magistrados, se van a detener procesos de extradición, por ejemplo, al contrario, veo profesionales altamente comprometidos con ese tema dentro de los personajes que ha estado evaluando”, dijo.
La también criminóloga, enfatizó en que “como hondureños hay que apostarle a tener una nueva Corte con una nueva visión, con personajes comprometidos que saben a lo que están yendo y conocen la situación de vulnerabilidad de donde el país está viniendo”.
Sumado a lo anterior, acentuó que “el compromiso más fuerte que tendrían los nuevos magistrados sin duda, es el saneamiento, fortalecimiento y renovación de la nueva Corte Suprema”.
“Sanear la Corte no va a ser tarea fácil, pasa por procesos de certificación y confianza en cada funcionario judicial, desde quienes trabajan en archivo hasta los que hacen labor de jueces”, apuntó.