Tegucigalpa- Investigadores hondureños han confirmado el ingreso al país del mosquito tigre (Aedes albopictus), una especie reconocida por ser transmisora de dengue y chikungunya, lo que enciende las alarmas sanitarias debido a su alta capacidad de dispersión.
El insecto, perteneciente a la familia Culicidae, se distingue por su color negro con marcas blancas en el tórax y abdomen, patas con bandas blancas y negras, y una línea blanca longitudinal sobre la cabeza y el tórax. Su presencia ha sido detectada recientemente en territorio hondureño, marcando un nuevo desafío para la salud pública.
Cortés sería el principal punto de entrada
Según Luis Escobar, investigador auxiliar del Instituto de Investigaciones en Microbiología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), los análisis realizados en poblaciones de cinco municipios del país revelan que el departamento de Cortés es un punto crítico de introducción de la especie.
“Hay un municipio en particular, o más bien dos, en Cortés donde encontramos señales del sitio de introducción desde donde se dispersa al resto del país. Esta información puede servir a la Secretaría de Salud para establecer mecanismos de vigilancia de especies”, explicó Escobar.
Riesgo de expansión y llamado a prevención
Los investigadores advierten que el mosquito tigre podría expandirse rápidamente a otras zonas de Honduras si no se implementan medidas de control oportunas. Recalcan la importancia de una vigilancia activa, especialmente en áreas urbanas con alta concentración poblacional y presencia de criaderos potenciales.
Asimismo, subrayan que los hallazgos deben motivar acciones preventivas inmediatas, entre ellas campañas de eliminación de criaderos, monitoreo de vectores y fortalecimiento de los programas de salud comunitaria.
El estudio que confirma la presencia del mosquito tigre en Honduras será publicado próximamente en una revista científica, aportando datos clave para reforzar las estrategias de control epidemiológico en el país.LB







