Tegucigalpa – Las enfermeras auxiliares cumplieron este jueves cuatro días de protesta, su última parada frente a Casa Presidencial, exigiendo la renuncia de la ministra de Salud, Carla Paredes, y el cumplimiento de acuerdos laborales que, según ellas, ya fueron firmados, pero nunca se ejecutaron.
-Enfermeras auxiliares cumplen cuatro días de protesta: exigen la salida de la ministra de Salud.
-Autoridades no ceden y amenazan a auxiliares con aplicar la ley por abandono de puestos de trabajo.
El conflicto, lejos de resolverse, ha puesto en evidencia el profundo deterioro del sistema sanitario hondureño, donde las luchas gremiales entre autoridades y personal de salud se convierten en un “estira y encoge” permanente, mientras los pacientes —los más vulnerables— son los principales afectados.
Los maltratos y amenazas
Las auxiliares denuncian maltrato, humillaciones e incluso agresiones físicas por parte de la Policía Nacional durante sus manifestaciones. Reclaman beneficios como el pago por turnicidad, incrementos salariales y el cumplimiento de sonajes, compromisos que, aseguran, fueron firmados en actas de negociación.
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La ministra Paredes, en lugar de propiciar el diálogo, ha respondido con prepotencia y amenazas de despido, desmintiendo a las enfermeras y asegurando que el Estado ha cumplido todas sus demandas.

Incluso ha llegado a minimizar sus reclamos, señalando que el personal de enfermería auxiliar recibe alimentación valorada en 300 lempiras por plato, versión que fue ridiculizada por el presidente de la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (ANEEAH), Josué Orellana, quien aseguró que en realidad se les brinda “un plato de frijoles con queso y hasta jucos”.
La ministra ha atribuido las protestas a “motivaciones políticas” ligadas al contexto electoral, advirtiendo que se aplicarán sanciones contra quienes abandonen áreas críticas de atención médica.
Por su parte, Orellana reprochó la indiferencia oficial, recordando que desde hace dos meses se advirtió del descontento del gremio y que en noviembre pasado se firmó un acta para instalar una mesa de negociación que nunca se concretó. “Se les aprobó al resto del personal de salud, pero dejaron de lado a las enfermeras auxiliares. No pedimos cifras fuera de la realidad, solo lo mismo que ya se otorgó a otros técnicos”, puntualizó.
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En este sentido, se empiezan a cumplir las amenazas ya que se conoció que en el Hospital General Atlántida ya se notificó a 12 enfermeras auxiliares con audiencias de descargo por su participación en las protestas que mantiene el gremio en exigencias a las autoridades de Salud.
El rostro humano de la crisis
Mientras tanto, el drama se refleja en los hospitales públicos. Este mismo día, se reportaron largas filas en el Hospital San Felipe, donde a las pacientes de ginecología se les advirtió que deberán esperar hasta noviembre para obtener una cita que será programada para el próximo año.

Este mismo día también, el principal centro asistencial del país, el Hospital Escuela suspendió las cirugías electivas debido a que las máquinas de lavandería están en mal estado, situación que ya ha acontecido en pasadas ocasiones.
Los pacientes describen un vía crucis diario para obtener atención: consultas aplazadas por meses, falta constante de medicamentos, una mora quirúrgica que crece sin control, citas con fechas “ridículas” y una cobertura de salud que deja fuera a miles de hondureños.
La crisis también exhibe otros males estructurales: falta de personal, corrupción en el manejo de recursos y disputas internas en los gremios de salud, lo que mantiene al sistema en una espiral de precariedad que no responde a las demandas más urgentes de la población.
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También hay quienes recuerdan que también el gremio de los sanitarios en referencia no solo a enfermeras auxiliares sino a médicos y enfermeras profesionales, así como personal de laboratorio y otros, que aunque es justo que reclamen sus derechos laborales, también deben reflexionar sobre algunos casos puntuales de aquellos que han perdido la sensibilidad y no dan un trato humano a los pacientes.
En defensa de las enfermeras
Son muchos sectores los que han salido a la defensa del gremio de las enfermeras auxiliares, particularmente vinculados al sistema sanitario.
El diputado del Partido Salvador de Honduras (PSH) y exministro Salud, Manuel Matheu criticó la prepotencia de la titular de la Secretaría de Salud (Sesal), Carla Paredes al tratar a las enfermeras auxiliares. “Me parece que es un mal manejo de la problemática, las enfermeras auxiliares son sin lugar a duda la piedra angular del sistema de salud nacional”, zanjó.

En la misma línea se expresó el diputado Carlos Umaña quien advirtió este jueves que si la ministra de Salud, Carla Paredes, sigue amedrentando a las enfermeras auxiliares causará que los demás gremios sanitarios se sumen a las protestas como medidas de presión.
El diputado Yahvé Sabillón, también médico pidió a la ministra de Salud, Carla Paredes, que salga de la burbuja en que vive y resuelva y reconozca el trabajo que realizan las enfermeras auxiliares.
En el centro de la disputa entre enfermeras y autoridades queda un país donde los pacientes temen morir antes de que llegue la cita médica que necesitan, y donde la salud pública parece condenada a un estado de emergencia permanente.
En ese sentido defensores de derechos humanos hacen un llamado tanto a las autoridades como al gremio a no enfrascarse en discusiones de ataques y contraataques y sentarse a dialogar para buscar los puntos de encuentro más convenientes para las partes. LB