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El caso de Liz Cheney refleja el cisma entre republicanos en la era pos-Trump

Washington – La congresista republicana Liz Cheney intensificó este lunes sus críticas contra el expresidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021), lo que ha generado un fuerte debate dentro del partido, sumido en un cisma meses después de que el exmandatario abandonara la Casa Blanca.

Pese a estar vetado en las redes sociales, Trump sigue siendo el político republicano más popular entre los votantes, pero al tiempo el más polarizador; una división que ha salpicado a su propia formación política.

Este lunes Trump publicó un comunicado a través de su comité de acción política (PAC, en inglés) Save America, en el que reiteró sus acusaciones infundadas de que hubo un fraude electoral en los comicios generales de noviembre, en los que perdió la Presidencia frente al demócrata Joe Biden.

Las elecciones, la gran mentira de Trump

Esas elecciones «serán, de este día en adelante, conocidas como ¡LA GRAN MENTIRA!», dijo en la nota.

Menos de una hora después, Liz Cheney, que representa a Wyoming, arremetió contra el exmandatario en Twitter:

«Las elecciones presidenciales de 2020 no fueron robadas», comenzó la hija del exvicepresidente Dick Cheney (2001-2009), quien agregó que «cualquiera que afirme que lo fueron está expandiendo LA GRAN MENTIRA, dando la espalda al imperio de la ley y envenenando el sistema democrático.».

En su día, Cheney fue la republicana de mayor rango que se unió a los demócratas para votar a favor de celebrar un juicio político contra Trump por su papel en el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero.

Ante sus críticas al expresidente, los pro-Trump están presionado dentro del caucus republicano del Congreso para apartarla del liderazgo de su partido en la Cámara Baja.

Cheney ya agitó las filas republicanas la semana pasada cuando opinó que cualquier conservador que quiera postularse a la nominación de su partido para las elecciones presidenciales de 2024 quedar descartado si apoya las denuncias de Trump.

Silenciar a los críticos

En febrero, la congresista superó un intento de ser expulsada como «número 3» de su partido en la Cámara Baja, al contar con el apoyo del líder de la minoría conservadora, Kevin McCarthy. Sin embargo, Cheney podría haber perdido ahora ese apoyo según varios de comunicación estadounidenses.

Trump publicó este lunes el comunicado, mientras se lleva a cabo una auditoría, encargada por los republicanos, sobre el resultado de las elecciones en el condado de Maricopa, decisivo en la victoria electoral de Biden en Arizona, uno de los estados claves.

Cheney no es la única crítica de Trump en el partido, ya que el senador Mitt Romney, que representa a Utah, fue abucheado el pasado fin de semana durante una convención estatal, poco antes de que fracasara un intento de censurarle por haber votado junto a los demócratas en los dos juicios políticos contra el expresidente.

Imágenes transmitidas por medios de comunicación muestran a Romney caminando el sábado hacia un atril en medio de vítores y abucheos, estos últimos más fuertes, ante casi 2.000 delegados conservadores.

El excandidato presidencial republicano (2012) inició su alocución preguntando a los asistentes qué opinaban sobre los primeros cien días de Biden.

Romney, abucheado por los suyos

«Ahora, ustedes me conocen como una persona que dice lo que piensa, y no escondo el hecho de que no era fan de los problemas de personalidad de nuestro antiguo presidente», siguió Romney, en medio de los abucheos.

Entonces, el legislador paró unos segundos y espetó: ¿No les da vergüenza?».

El sábado fracasó una resolución para censurar a Romney por votar a favor de destituir a Trump, durante los dos juicios políticos contra él.

Romney fue el único senador republicano que rompió con su partido en el «impeachment» contra Trump de 2020 por sus presiones a Ucrania. Y estuvo entre los siete republicanos que votaron en contra del presidente en el segundo juicio político contra él, en 2021, por el asalto al Capitolio.

En ambos casos Trump fue absuelto.

La escena de este fin de semana da fe del cisma entre los republicanos, que no ha hecho más que aumentar, tras la marcha de Trump de la Casa Blanca.

Muchos en el partido siguen vinculados a Trump, aunque otros se cuestionan el papel que el expresidente debería asumir estando ya fuera del poder.

Susan Collins, una de las senadoras de las republicanas que votaron a favor de «condenar» a Trump en el segundo juicio político, afirmó el domingo que estaba «en shock» por los abucheos a Romney.

«Los republicanos necesitamos recordar que estamos unidos por principios fundamentales, como la creencia en la responsabilidad personal, la libertad individual, las oportunidades, los mercados libres y una fuerte defensa nacional», dijo Collins a la CNN. (ag)

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