El presidente Lobo Sosa se encuentra casi en la mitad de su mandato y su equipo ministerial comienza a mostrar satura miento y cansancio de cara a la población, que aunque vio con agrado el gabinete de unidad que seleccionó para enfrentar la crisis política heredada del 2009, la mayoría considera que esa fase ya está superada.
El retorno del ex presidente Manuel Zelaya y la readmisión de Honduras en la Organización de Estados Americanos (OEA), es, a juicio de la mayoría de la población, el final del proceso de reconciliación y unidad, y que el mandatario debe enfocarse ahora en resolver los diferentes problemas que padece el país.
Seguridad
Para la población hondureña el problema número uno que enfrentan es el de la seguridad, y la misma se vio profundizada cuando el propio ministro de Seguridad, Oscar Álvarez, denunció que necesita poderes especiales para depurar la institución policial de varios oficiales que se dedican a dirigir el aterrizaje de avionetas que transportan cocaína.
Álvarez sólo dijo lo que en silencio comentaba la totalidad de la población hondureña, que miembros de la policía están coludidos con las organizaciones criminales, especialmente los traficantes de drogas.
El gobierno impulsa una tasa de seguridad con el fin de recaudar 1,500 millones de lempiras para equipar a las fuerzas policiales, fuerzas militares, fiscalía y justicia a fin que puedan combatir eficazmente a los criminales.
Pero no se había terminado de discutir el problema de seguridad, cuando el ministro Álvarez ya dio visos que buscará obtener la candidatura presidencial por el nacionalismo.
Energía El otro grave problema estructural que padece Honduras son los constantes apagones que sufren los hogares a lo largo del territorio nacional. El equipo energético, comandado por la ministra de la Presidencia María Antonieta Guillén, e integrado por el gerente de la ENEE, Roberto Martínez Lozano, no ha podido hacer frente a los mismos, y más bien se anuncia que serán más intensos y se prolongarán hasta el 2012. La crisis no ha sido enfrentado por la administración de manera eficaz, ya que el gerente de la ENEE lo quiere abordar desde la óptica de la generación eléctrica, cuando existe un superávit de hasta 200 megavatios, mientras el problema radica en la transmisión, transformación y distribución de la energía. |
Bajo Aguán Otro problema que agobia a la administración Lobo Sosa y lo mantiene enfrentado con la influyente comunidad empresarial es el conflicto del Bajo Aguán, donde desde las mismas esferas de gobiernos se impulsa, según denuncias públicas, la toma de tierras en producción. Primero fueron las fincas de palma africana que los campesinos afiliados al MUCA se tomaron, pero ahora el mismo director del Instituto Nacional Agrario (INA), César Ham, ha señalado que también hay tierras ocupadas por empresas de los sectores azucarero, canaricultura. También han sido ocupadas fincas de citricultores. Ham afirma que las tierras pueden ser ocupadas por campesinos, lo que genera malestar en el sector empresarial, ya que crea un clima de inestabilidad e inseguridad jurídica. Pero Lobo Sosa ha reafirmado en varias ocasiones que solamente Ham es el ministro que se encuentra firme y que no será despedido. Aparentemente Ham, que controla el partido Unificación Democrática (UD), estará en el gobierno hasta el 2013 cuando por ley deba decidir si se retira del gobierno o asume por segunda ocasión la candidatura presidencial. |
Educación Otro dolor de cabeza de la sociedad hondureña es el sector educativo, donde los maestros, en forma directa o bien a través de los estudiantes, han mantenido varios meses sin dar clases en el sistema escolar público. El ministro de Educación, Alejandro Ventura, no ha podido hacer entrar en razón a sus ex compañeros dirigentes magisteriales y de acuerdo a datos de la Unicef en Honduras no han ofrecido clases por más de 50 días. A pesar del discurso oficial, no hay alternativas para los estudiantes de la educación pública. Son muchos los que piden la salida de Ventura, incluyendo a los mismos maestros, con el fin de destrabar el diálogo con los docentes. |
Economía Y el otro gran tema es el de la economía, especialmente el de la generación de empleo. Son 1.7 millones de hondureños que tienen problemas de empleo y con ello tener acceso a un salario digno. Pero en el ámbito económico, también hay problemas en los aspectos fiscales, ya que el gobierno enfrenta números rojos por 2,400 millones de lempiras mensuales, según el ministro de Finanzas, William Chong Wong. |