El asesinato del “Fiscal de Oro” en ruta contra la impunidad

Tegucigalpa – Orlan Arturo Chávez fue tiroteado una noche de jueves, el 18 de abril de 2013, y apenas minutos después falleció en la sala de emergencias de un hospital público. Era entonces el coordinador de la Unidad Contra el Lavado de Activos de la Fiscalía de Privación de Dominio. Casi cinco años después, su caso toma vida de la mano del Ministerio Público, para intentar hacer justicia.

Orlan Chávez se convirtió en un estorbo para el crimen organizado por sus ejecutorias contra esas estructuras, dice el abogado y exjuez Nery Velásquez.

La Operación Dignidad ya reveló tres nombres y permitió una captura.

Se le conocía como “El Fiscal de Oro”. Era originario de Salamá, Olancho y tenía 52 años. De su compromiso y sus ejecutorias dan cuenta sus compañeros de trabajo, colegas y sus alumnos en la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Lo mataron poco después de las ocho de la noche, en las cercanías del Estadio Nacional, los sicarios, se indicó durante la reconstrucción del crimen, se trasladaban en moto y lo atacaron a tiros. Fueron auxiliados por “banderas” (informantes del crimen), cuando una camioneta se le cruzó por el frente.

El defensor de derechos humanos y excomisionado adjunto del Conadeh, Nery Velásquez, refiriéndose a Orlan Chávez dijo que “tuve la suerte de conocerlo por su trabajo en el Ministerio Público, desempeñándose como Fiscal y mi persona como Juez de Letras Penal de la ciudad de San Pedro Sula, Cortés;  Su entrega con compromiso por el fortalecimiento de la institucionalidad y el Estado de Derecho, le llevó a involucrarse en el estudio profundo de un tema desconocido en la sociedad hondureña, pero que estaba y causa enormes daños como son los delitos que se derivan del crimen organizado, en especial lo relacionados con narcotráfico y lavado activos, que han llegado a penetrar las estructuras del Estado”.

Agregó que “por los conocimientos que Orlan tenía como economista y abogado litigante de los tribunales, se apasionaba con los casos que conocía o tenía que dirigir al momento de presentar las acusaciones respectivas, condición que lo volvió en un blanco que estorbaba al crimen organizado. Su muerte ha sido una pérdida que ha sufrido la academia, pero en especial la sociedad hondureña en general. Un gran profesional, compañero por una justicia mejor en el país, amigo de los amigos”, lo definió.

En tanto que una joven abogada, formada por Orlan Chávez en la escuela de derecho de la UNAH, lo definió como un profesional íntegro y comprometido al punto de citar a su sección de estudiantes de las siete de la mañana a llegar a las seis, una hora antes, para cumplir con su hora de clases, sin robarle tiempo a la Fiscalía, pero tampoco a sus alumnos.

Orlancito1Sin blindaje

Él, sin guardaespaldas, pese a lo delicado de su cargo y a que ya había recibido amenazas, de acuerdo al testimonio de su hermano Miguel Ángel Chávez, se conducía en un modesto vehículo, fácilmente vulnerable. Su ruta era hacia su casa, venía de servir clases en la UNAH.

Reportes oficiales, brindados en su momento, indicaron que solo en 2012, poco antes de su asesinato, la unidad fiscal que él dirigía redituó a Honduras 197 millones de lempiras, mediante sentencias favorables por lavado de activos.

Desde entonces han pasado ya cerca de cinco años, hasta que este lunes, en una operación encabezada por el Ministerio Público, se capturó a un presunto participante en el crimen, al tiempo que se informó de la participación de un oficial de policía, quien guarda prisión en los Estados Unidos. Igualmente, las autoridades mencionaron a otro hombre quien se encuentra cumpliendo condena en la principal cárcel de la norteña San Pedro Sula.

Orlancito2Operación Dignidad

La operación anticrimen, denominada “Dignidad” contempló allanamientos y capturas.

Los informes de la Fiscalía indican que previo a las capturas lograron recabar suficiente prueba técnica y científica irrefutable. Las acciones de las autoridades contemplaron seguimientos, vigilancia y diligencias de inteligencia que incluyeron los lugares de trabajo de los presuntos asesinos.

En ese contexto, durante el allanamiento de una casa en la colonia Tiloarque en la capital hondureña, se capturó a Wilmer Samuel Álvarez Paguada (41), uno de los presuntos sicarios. Mientras que el informe fiscal dice que Luis Alejandro Castro Núñez (49), otro de los victimarios, está privado de su libertad en el norte del país, pero que pedirán sea trasladado a Tegucigalpa, para rendir cuentas por el asesinato del “Fiscal de Oro”.

Los responsables de matar al fiscal Chávez también incluyen, de acuerdo a la versión del MP, al excomisario de policía, Mario Guillermo Mejía Vargas (47), actualmente recluido en los EEUU donde se le sigue un proceso pendiente por narcotráfico.

Al fiscal Chávez le sobreviven su mujer y cuatro hijos, quienes poco después del crimen dejaron el país por las amenazas en su contra.

Orlan Chávez recibió tres disparos en la cabeza y cuatro en el pecho de lo que se coligue que los sicarios eran profesionales de la muerte.

Orlancito4Creador de la Ley de Lavado de
Activos y otros logros de Chávez

El “Fiscal de Oro” trabajó para el MP por 18 años.

Autoridades fiscales informaron, tras el crimen, que en 2012 la Unidad de Lavado de Activos incautó más de tres millones de lempiras, cerca de 9 mil euros, por lo menos 85 vehículos en diversas modalidades, desde automóviles de lujo, unidades de transporte y vehículos todoterreno. También incautó alrededor de medio centenar de bines inmuebles. Todo este lote aún se encontraba sin sentencia al momento del asesinato.

Chávez y su equipo habían logrado judicializar 27 denuncias vinculadas a lavado de activos.

Orlan Chávez era egresado del posgrado en Derecho Penal y Procesal Penal, además de tener formación especializada en Derecho Constitucional. Su formación de grado era en Economía y en Ciencias Jurídicas y Sociales. También se formó en la Escuela de Investigación Criminal de la Academia Nacional de la Policía en Guatemala.

Uno de sus logros profesionales destacado es que fue el creador de la Ley de Lavado de Activos. Además de trabajar directamente y como principal académico en otras normas relativas.

En abril de 2015, el director de la entonces recién creada ATIC, Ricardo Castro, dijo escuetamente a Proceso Digital que en las investigaciones para aclarar la muerte de Orlan Chávez, había mucho trabajo que hacer porque el caso había sido trastocado.

Pasados desde entonces, cerca de dos años, las investigaciones parecen esclarecer los hechos en un caso emblemático donde las dudas no pueden rondar a la justicia.

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