Tegucigalpa / Washington – Las campanas de alerta sonaron en Washington sobre el proceso electoral hondureño, luego de semanas en que la institucionalidad electoral era atacada por otras instancias gubernamentales afines al oficialista partido Libre. El gobierno de Donald Trump y el Congreso de Estados Unidos se manifestaron por separado para señalar la preocupación por los intentos de subvertir la voluntad que el pueblo hondureño expresará el próximo 30 de noviembre.
Consejeras del Consejo Nacional Electoral (CNE) y magistrados del Tribunal de Justicia Electoral (TJE) han estado bajo el ataque de figuras del oficialismo de Libre, así como de instituciones gubernamentales a quienes acusan de preparar un fraude que beneficie a lo que llaman el Bipartidismo, en referencia a los centenarios partidos Liberal y Nacional.
La alerta sobre la presión asfixiante a los altos funcionarios electorales, no afines al oficialista partido Libertad y Refundación (Libre), ya fueron dadas por las organizaciones de Estados Americanos (OEA) y Naciones Unidas (ONU) en sendos comunicados donde llaman a respetar el trabajo, la independencia y autonomía de los organismos electorales.

Gobierno de Trump preocupado
El primero en reaccionar en Washington fue el subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos, Christopher Landau, que desató la alerta diplomática del gobierno de Donald Trump sobre el proceso electoral hondureño.
En un posteo en la cuenta oficial del Departamento de Estado en X, Landau dijo que “EE.UU. comparte la preocupación expresada por la OEA con respecto al proceso electoral que se desarrolla en Honduras por las elecciones del 30 de noviembre”.
Landau señaló que el gobierno estadounidense “sigue de cerca la situación y exhorta a todas las autoridades competentes, incluidas las electorales y militares” a que respeten “escrupulosamente las leyes y la Constitución de Honduras”.
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El subsecretario de Estado señaló que el “presidente Donald Trump, el secretario Rubio y yo nos preocupamos profundamente por el hemisferio occidental y responderemos con rapidez y firmeza a cualquier atentando contra la integridad del proceso democrático en Honduras”.
La referencia a los militares en el X de Landau es especial, ya que muchos analistas y dirigentes de la oposición han señalado que el general Roosevelt Hernández, jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, ha inclinado la voluntad de la institución armada a favor de Libre y sigue las líneas políticas que emanan del oficialismo de Libre.
Más de 6.5 millones de hondureños fueron convocados a las urnas por el CNE para renovar sus autoridades políticas para lo cual deben elegir un nuevo presidente, 128 diputados y 298 gobiernos municipales.

La posición señalada por el subsecretario de Estado en cuanto a su preocupación profunda por el hemisferio occidental, que incluye Latinoamérica y el Caribe, ocurre cuando Washington tiene centrada sus actividades en Venezuela, donde ha desplegado la mayor flota naval de guerra de las últimas décadas, con la finalidad de combatir al narcoterrorismo y los líderes de los cárteles de las drogas.
Muchos señalan que al final la concentración del poder naval y aéreo de Estados Unidos en las costas caribeñas que están frente a Venezuela puede desencadenar la salida del poder de Nicolás Maduro, a quien Washington considera líder del cártel de los Soles, una poderosa organización narcotraficante que tiene como integrantes a altos oficiales de las fuerzas armadas de dicho país.
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Subvertir la voluntad del pueblo tendrá consecuencias
Mientras el congresista republicano Chris Smith, el principal integrante del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes del Congreso, llamó a los secretarios de Estado y de Guerra del gobierno de Trump, Marco Rubio y Pete Hegseth respectivamente, a comunicarle al gobierno hondureño que «cualquier esfuerzo por subvertir la voluntad del pueblo hondureño tendrá graves consecuencias para las relaciones bilaterales y la estabilidad regional».
En la carta enviada el 10 de noviembre el congresista Smith señaló que el secretario de Estado Rubio y otros integrantes de la administración Trump han señalado que el partido Libre tiene un “historial extremadamente pobre sobre la democracia y el estado de derecho”.
«Muchos hondureños están preocupados por las próximas elecciones, y tienen razones para estarlo», dijo Smith.
«Confío en que, pública o privadamente, la administración tomará las medidas apropiadas para expresar el apoyo de los Estados Unidos a las elecciones libres y justas en Honduras, y espero que mis propuestas puedan contribuir a ese esfuerzo», comentó en su carta el congresista Smith.
El legislador republicano pidió el despliegue de una delegación oficial de los Estados Unidos en Honduras para observar las elecciones y lograr un compromiso constructivo con las Fuerzas Armadas de Honduras, haciendo hincapié en su responsabilidad de defender el proceso democrático.

Gobierno destruyó normas democráticas
De su lado el también congresista estadounidense Carlos Giménez denunció este miércoles que las normas democráticas de Honduras fueron destruidas por el régimen Zelaya-Castro.
A través de su cuenta de red social “X”, señaló que Estados Unidos debe exigir transparencia ante la corrupción que promueve la actual administración de Honduras.
“¡Los hondureños merecen elecciones libres y justas, en las que puedan votar y elegir a los candidatos de su preferencia!”, posteó Giménez. (PD).







