Tegucigalpa – Washington, por medio del presidente estadounidense Donald Trump, volvió a marcar el tablero político hondureño al apoyar por segunda vez en tres días apoyando la candidatura del nacionalista Tito Asfura, mientras las Fuerzas Armadas se muestran cada vez más deliberantes por medio de su general Roosevelt Hernández; el titular del Congreso Nacional, Luis Redondo, acentúa su absolutismo en el Poder Legislativo y la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Rebeca Ráquel Obando, guarda silencio ante el clamor popular para que este tribunal suspenda el estado de excepción durante el día de las elecciones.
-CSJ sigue en silencio ante el clamor de la población por suspender el estado de excepción en época electoral.
El segundo posteo del presidente estadounidense volvió a sacudir la política nacional al pedir el apoyo de los votantes por Nasry “Tito” Asfura como presidente y ofrecer el indulto al expresidente Juan Orlando Hernández, el cual fue condenado a 45 años de cárcel por narcotráfico en los tribunales estadounidenses de Nueva York.
El posteo se convirtió en una réplica sísmica del primero, cuando el miércoles escribió en su cuenta de su red Truth Social que apostaba por Tito Asfura como el candidato al que los hondureños deberían elegir porque era el que luchaba por la libertad y contra los narcoterroristas del Cártel de Los Soles y Nicolás Maduro, el hombre fuerte de Venezuela.
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El primer posteo fue un remezón pleno, ya que calificaba a Rixi Moncada, candidata del oficialista partido Libertad y Refundación, como comunista e indicando que no “puede trabajar” con ella, mientras señalaba que Salvador Nasralla, candidato presidencial del partido Liberal era un infiltrado de Libre y del gobierno de la presidenta Xiomara Castro para dividir el voto.
El titular de la Casa Blanca sigue apostando fuerte por el candidato del partido Nacional.
También se sumó en apoyo a Asfura el presidente argentino Javier Milei.
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Militares insisten en ser deliberantes
En tanto las Fuerzas Armadas, a través de su comandante en general Roosevelt Hernández, insiste en mantener a la institución armada en posición beligerante, aunque la Constitución Política de Honduras les manda a ser apolíticas y no deliberantes.
El general Hernández volvió a plegarse a la línea de la candidata oficialista Rixi Moncada cuando señaló que las Fuerzas Armadas sólo aceptarán los resultados del 100 % de las actas presidenciales.
Es la misma postura de Moncada que rechazó aceptar los resultados del sistema de Transmisión de Resultados Electorales preliminares (TREP) que la ley le obliga al Consejo Nacional Electoral (CNE), divulgar a las 9 de la noche del día de los comicios.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas indicó este viernes que los militares sólo aceptarán a las nuevas autoridades presidenciales cuando se procese el 100 % de las actas en el CNE, rechazando la tradición que el ganador se conoce la misma noche de las elecciones con resultados parciales o bien dos días después como máximo.
La posición del general Hernández se supedita a lo decidido por Moncada y la cúpula de Libre y da la espalda a la decisión del rector electoral.
Un mes atrás el jefe militar dijo que apoyaba una convocatoria a la constituyente, una de las metas máximas de Libre que aún no la han cumplido.
Redondo, el absolutista
Mientras el titular del Poder Legislativo, Luis Redondo, exhibe cada vez más el absolutismo con que dirigió el Congreso Nacional en estos casi cuatro años.
Redondo volvió a esgrimir que con la Comisión Permanente que nombró, y que dirige, puede aprobar una serie de leyes y contratos, si los diputados no acuden a la convocatoria que hará a los mismos una vez pasadas las elecciones.
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El titular de dicho poder del Estado reiteró que el Congreso que cuenta con la mayoría de diputados no es válido y como siempre volvió a amenazarlos con procesos.
Enumeró que puede aprobar el proyecto de Ley de Justicia Tributaria, el presupuesto general del 2026 y varios contratos suscritos con la banca internacional, entre otras leyes.
En tanto el país acudirá a las urnas por primera vez bajo un estado de excepción que se ha prolongado durante más de tres años de la administración de la presidenta Xiomara Castro.
Pese a que organizaciones civiles y personas han acudido al máximo tribunal de justicia solicitando en amparo que se suspenda el estado de excepción, la presidenta de la CJS, Rebeca Ráquel Obando, ha desoído la solicitud, a la cual se sumaron ocho magistrados que conforman en pleno de la Corte Suprema de Justicia.
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Así Honduras liada en el ajedrez político de Washington con un todopoderoso jefe militar y uno no menos absolutista que el presidente del Congreso Nacional y en un estado de excepción sin parangón en la historia democrática, entre incertidumbre y esperanza los hondureños acudirán a las urnas con la puesta que su voto se respete. (PD)
