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Congreso Nacional paralizado entre disputas políticas ¿Se autoconvocará la oposición?

Tegucigalpa- La parálisis legislativa en el Congreso Nacional sigue pesando sobre una agenda en mora y un país que continúa sin respuestas de los llamados padres de la patria ante los grandes temas nacionales.

Mientras los hondureños exigen soluciones, los diputados permanecen atrapados en pugnas partidarias, semanas sin sesiones y meses de improductividad, en lo que ya se considera uno de los periodos más estancados en la historia reciente del Legislativo.

A pesar de los múltiples anuncios de autoconvocatorias por parte de la oposición, la realidad es que nada se ha concretado. Los intentos por romper la inercia del hemiciclo han quedado en simples declaraciones, mientras el Congreso sigue sin girar una convocatoria formal para reanudar sesiones.

En medio del estancamiento, el presidente del Congreso, Luis Redondo, convocó únicamente a una reunión con jefes de bancada y la junta directiva, pero no a sesión plenaria, lo que mantiene la incertidumbre sobre la continuidad de los trabajos legislativos.

Autoconvocatoria

Desde la oposición, la diputada Maribel Espinoza (PLH) informó que las bancadas opositoras —Liberal, Nacional y PSH— se encuentran coordinando una posible autoconvocatoria para aprobar los presupuestos del TJE y la UFTF, con el fin de garantizar la transparencia del proceso electoral.

Leer: Oposición se prepara para autoconvocarse y aprobar presupuestos del TJE y UFTF ante negativa de LIBRE

Por su parte, el jefe de bancada nacionalista, Tomás Zambrano, advirtió que de no convocarse pronto a sesión, “la democracia de Honduras está en peligro”, ya que la entrada en funciones de la Comisión Permanente “podría ser utilizada por el oficialismo para imponer decisiones al margen de la Constitución y la ley”.

En la misma línea se pronunció el presidente del Colegio de Abogados de Honduras (CAH), Gustavo Solórzano, y solicitó al Congreso Nacional que amplíe el período de sesiones legislativas.

“Hasta el momento el Congreso Nacional no ha sesionado con el propósito de extender el período de las sesiones, y nadie quiere que vuelva a ocurrir lo del 2023 que se llegó al 1 de noviembre, y la junta directiva nombró una comisión permanente”, dijo Solórzano.

Persiste la baja productividad

Opositores recuerdan que el actual Congreso inició con el pie izquierdo y ha ido de tropiezo en tropiezo y particularmente la gestión del presidente Luis Redondo, fue marcada por la ilegalidad e imposición de ahí que siempre su actuar ha estado bajo la lupa, porque lejos quedó su discurso anticorrupción para convertirse en uno más del oficialismo velando por los intereses de Libre.

La agenda del Congreso bajo su mando no se ha distanciado de una agenda pobre marcada por la falta de acuerdos, el autoritarismo, las prolongadas paralizaciones y las polémicas giras legislativas encabezadas por su persona.

A ello se suma el descontento generalizado por la baja productividad del Congreso: según un informe del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), de 391 proyectos presentados en 2024, solo 126 fueron aprobados, lo que representa una efectividad de apenas el 32%.

Mientras tanto, la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ) denunció que desde 2022 el Congreso ha destinado 613.6 millones de lempiras en subvenciones discrecionales ejecutadas por diputados “en total opacidad, sin que se conozca su destino o liquidación”.

Entre los temas pendientes que más urgen de cara a las elecciones generales del 30 de noviembre destacan la aprobación del presupuesto para el Tribunal de Justicia Electoral (TJE) y la Unidad de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización (UFTF), además de la introducción del Presupuesto General de la República.

La situación se agrava y las sesiones se ven más distantes porque las exigencias del oficialismo, que ha condicionado la aprobación de presupuestos a la autorización de nuevos endeudamientos millonarios, son vistas como un chantaje al que la oposición jura no sucumbirá.

Los comisionados de la  UFTF, han reiterado que el organismo solicitó 81 millones de lempiras desde junio para auditar los más de 1,500 millones que se mueven en la actual campaña electoral, pero los fondos siguen retenidos por falta de acuerdos políticos.

Mientras las promesas de autoconvocatorias se repiten sin resultados, el Congreso Nacional continúa paralizado, sin acuerdos, sin leyes relevantes aprobadas y con un creciente desgaste institucional que pone en duda su capacidad de responder a los desafíos del país, en un periodo de elecciones donde muchos de los ahora integrantes del Legislativo aspiran nuevamente a una curul, dependerá del votante ejercer un voto responsable en todos los niveles de elección popular.LB

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