Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – Bajo la nueva Ley Electoral vigente, el Consejo Nacional Electoral (CNE) reporta más de 20 alianzas a nivel electivo municipal, siendo la de Tegucigalpa, la que ha generado mayor expectativas pues dos ideologías opuestas se unen para retener el control de la principal ciudad política del país de la mano del conservador Partido Nacional y el izquierdista Unificación Democrática (UD), mientras el Partido Liberal y Libre anuncian también su alianza municipal, dejando de lado sus doctrinas.
Las mismas se dan al amparo del artículo 140 de la nueva Ley Electoral que permite las “Alianzas entre partidos políticos”, en donde establece que: los partidos políticos pueden formar alianzas totales o parciales, para postular candidatos comunes para las elecciones generales, conservando su personalidad jurídica e identidad partidaria. Las alianzas deben acordarse conforme a los procedimientos establecidos en los estatutos de cada partido y solicitar su inscripción ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Bajo este mecanismo, el Partido Nacional de Honduras (PN), de tendencia conservadora y el Partido Unificación Democrática (UD), de izquierda, anunciaron que se iban en alianza a nivel municipal, en donde el nacionalismo espera retener el control de la capital hondureña con el candidato David Chávez, que, a su vez, es el nuevo presidente del nacionalismo tras ser electo en la última convención partidaria a fines del mes de mayo.
En declaraciones de prensa, Chávez dijo que la alianza se denomina “La obra continua, por la unidad de la capital” y que se concretó horas antes de vencer el plazo de las inscripciones en el Consejo Nacional Electoral. Es una alianza parcial municipal, explicó Chávez que pretende convertirse en el próximo alcalde capitalino por el nacionalismo.
En tanto, el presidente de la UD, Alfonso Narváez, dijo que el proceso de las alianzas y la construcción de consensos es algo que se desarrolla a fuego lento en Honduras, y que la decisión de aliarse con quien, ideológicamente tienen visiones opuestas, obedece a una acción estratégica que confirma la teoría de que la política es el arte de lo posible.
Y también aquella de que los polos opuestos se atraen. Desde el retorno a la democracia, es la primera vez que se registra una alianza de dos fuerzas políticas antagónicas. En el caso de la UD, la acción obedece a un mecanismo de sobrevivencia, a criterio de analistas.
Desde el gobierno del expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014), la Unificación Democrática acompañó al nacionalismo en la integración del gobierno y en muchos proyectos en el congreso nacional. Hoy ese acompañamiento da otro paso al constituirse en una alianza parcial municipal, en momentos que la UD atraviesa una de sus peores crisis partidaria, apenas sacó un diputado en la última elección de 2017.
La opción de sobrevivencia, opinan los expertos, se la da el Partido Nacional a nivel municipal, y la decisión del directorio de la UD fue correcta en términos políticos, aseguran los conocedores, al indicar que las ideologías han empezado a dar paso al pragmatismo político como una de las acciones que caracterizan a la política.
La Unificación Democrática surgió como partido político producto de los acuerdos de paz centroamericanos y en el marco de una amnistía política otorgada por el gobierno del extinto expresidente Rafael Leonado Callejas, al permitir el retorno de los grupos de izquierda al país. Muchos de los fundadores e impulsores de la UD, murieron, unos, y otros se fueron a ser parte de Libertad y Refundación (Libre), tras el golpe de 2009.
Otras de las alianzas parciales que sí pudieron concretarse a nivel municipal fue en los partidos Liberal y Libre, a quienes se les conoce como “los hermanos separados”, ya que Libertad y Refundación sale del vientre del liberalismo. Una de esas alianzas parciales fue anunciada por el presidente del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal, Yani Rosenthal, y el coordinador de Libre, el expresidente Manuel Zelaya.
Ambos en sus cuentas personales de Twitter informaron de la construcción de esas alianzas, una de ellas se produjo entre el edil de San José de Colinas y el candidato liberal de esa localidad para la municipalidad. Ambos ahora se irán en alianza, y la misma se extenderá a algunos municipios en Comayagua, Copán, cuatro municipios del departamento de Choluteca, La Paz, Lempira, Santa Bárbara y Olancho.
La alianza a nivel municipal tuvo más éxito que la apuesta a una a nivel presidencial entre esos dos partidos políticos, que, en apariencia, profesan también ideologías diversas. Libertad y Refundación se dice un partido de izquierda, en tanto, el Partido Liberal, ha sido de tendencia conservadora moderada, pero ahora junto a Libre y el Partido Nacional son las tres nuevas fuerzas políticas que controlan el actual congreso nacional, y cada uno de ellos, comienza desde las alianzas parciales, a tejer nuevas redes, más allá de las ideologías. (PD)