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Baja ejecución presupuestaria perpetúa la pobreza

Tegucigalpa (Especial Proceso Digital /Por Lilian Bonilla) – Al primer semestre del 2023 se registra un comportamiento similar al del 2022, en cuanto a baja ejecución del Presupuesto General de la República, lo que preocupa a economistas ya que no hay justificación para tal ineficiencia.

– Afloran las necesidades y no hay respuesta en la ejecución de proyectos

– No se justifica una baja ejecución presupuestaria porqué se tienen los recursos, dicen economistas.

– Se sugiere un grupo técnico de monitoreo de ejecución presupuestaria en las instituciones y sanciones a quien no cumpla el gasto proyectado.

La Administración Pública al 12 de junio 2023, presentó un gasto del 31 % de su presupuesto aprobado, es decir, en valores absolutos 123,555 millones de lempiras de los 392,519 millones aprobados por el Congreso Nacional, de acuerdo con monitoreo realizado por el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh).

El ministro de la Dirección de Gestión por Resultados, Marcio Sierra, reveló que en el primer trimestre la calificación total de los ministerios era de 75 % en las metas institucionales, mientras en ejecución del presupuesto era muy bajo.

“La ejecución del presupuesto anda en un 35 %, no es malo para ser el primer trimestre en vista que la mayoría de todos los pagos, desembolsos y ejecución en sí se lleva más en el segundo semestre debido a que todos los procesos de contratación que se inician en el año empiezan a dar frutos en el segundo, tercero y cuarto trimestre”, manifestó.

Explicó que el informe de Gestión por Resultados es trimestral, por lo que la evaluación semestral incluye dos trimestres que concluyen este viernes 30 de junio, por ellos se habilitó la plataforma para que todas las instituciones ingresen la información. Se estima que la próxima semana habrá resultados que se entregarán a la presidenta Xiomara Castro.

Sierra auguró que al final del año la ejecución del presupuesto pasará el 90 %.

En tanto, expertos en economía consultados por Proceso Digital, refutan que, aunque no hay una explicación válida por parte de las autoridades para tan baja ejecución presupuestaria está relacionada a diferentes factores como insuficiente capacidad técnica, inexperiencia, sistemas demasiado burocráticos, falta de planificación, inconsistencias y retrasos en la distribución de recursos públicos por parte de SEFIN.

Liliana Castillo, economista.

Incoherencia entre necesidades y ejecución

Para la expresidenta del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), Liliana Castillo, lo que hay que preguntarse ante una ejecución del Presupuesto tan baja en el 2022 y que se está repitiendo en el 2023, es si las personas que están a cargo de la ejecución en las instituciones tienen la capacidad y la experiencia y se debe evaluar a todo el personal, porque los recursos están ahí.

Por otra parte, se ve que no hay una visión estratégica y claridad a qué proyectos le quieren apuntar, habiendo tanta necesidad de proyectos para el caso en educación, salud, energía e infraestructura.

“En el 2022 la ejecución del Presupuesto fue demasiado baja inclusive quedó el déficit fiscal bajísimo de 1.5 % en relación al Producto Interno Bruto, cuando se esperaba que el déficit fuera más alto en relación a los gastos que iba realizar el gobierno”, dijo en explicación a Proceso Digital.

La economista del Fosdeh, Alejandra Salgado, dijo que realmente se desconoce por qué hay tan baja ejecución, si se supone que desde que se aprueba el Presupuesto las instituciones ya tienen su plan operativo anual.

“La pregunta es qué los detiene para poder ejecutar si ya tienen planificado, quiere decir que la ejecución no va en línea con las necesidades de la población”, cuando Finanzas tiene los recursos porque se ha hecho la recaudación de impuestos, manifestó en entrevista a Proceso Digital.

El gobierno asegura que pasará el 90 % la ejecución del presupuesto al final del año.

Seguidamente, expresó que hay fondos disponibles porque según lo reflejan los datos presentados por el Banco Central de Honduras (BCH), el gobierno tiene a su disposición a junio alrededor de 29,361 millones para financiar los programas y proyectos aprobados en el Presupuesto General de la República 2023.

Pero se ve que una de las principales ejecuciones de la Administración Central es el pago del servicio de la deuda, con un gasto del 35% (L 17,523 millones) de su presupuesto aprobado, lo que no es malo porque se está siendo responsable con la deuda, pero es superior a lo que debería ejecutarse en otras carteras de gran importancia.

Las instituciones no llegan ni al 40 % de ejecución, lamentó la analista al tiempo que dijo que Fosdeh, sugiere a las instituciones que velen por el cumplimiento de sus planes operativos que cumplan con lo proyectado y que vayan en un lineamiento estratégico que realmente beneficie a la población.

Las economistas coincidieron en que las instituciones solo están cumpliendo con gastos de rigor como salarios y otros que son rutinarios, pero a la hora de ejecución de proyectos se ve mucha “incapacidad”, también resaltan que se tenga cuidado en la ejecución del segundo semestre porque al final se acostumbra gastar a matacaballo sin priorizar necesidades. 

Grandes necesidades poca ejecución

Hay grandes necesidades en la población, pero estas no se atienden y no se encuentra explicación cuando se ve una ejecución tan baja en el presupuesto, y una buena ejecución presupuestaria podría contribuir a generar empleo y mejorar servicios públicos, expuso la socióloga Julieta Castellanos.

Uno de los sectores con mayores necesidades es el área de la salud, donde a diario la población expone las carencias en centros de salud y hospitales situación que deteriora la calidad de vida de los pacientes.

Cuando se aprueba el PGR, se dicen que los recursos siempre se quedan cortos versus las necesidades en salud, sin embargo, la ejecución presupuestaria en la SESAL, es muy baja a mitad de año el porcentaje de ejecución apenas llega al 27 %, a esta institución se le aprobó en el presupuesto 26,638 millones de lempiras y tienen un presupuesto vigente de 26,754 millones.

La misma situación se da en Educación, donde las quejas son constantes por la falta de gestión de proyectos educativos, esta cartera llega a junio a una ejecución del 36 %.

Otro tema que agobia a la población es el de seguridad, pero la ejecución no va de acorde con estas necesidades, la Secretaría de Seguridad al primer semestre según datos oficiales de Sefin, ha llegado a ejecutar un 36 % de su presupuesto asignado; mientras la Secretaría de Defensa, llegó a ejecutar un 39 % de su presupuesto asignado.

Y que se puede decir del sector eléctrico, más que los apagones tienen sometido al país entero en una crisis energética, y en este sector la ejecución también es baja para el caso la Secretaría de Energía apenas ejecutó a junio el 15 %, según monitoreo del Fosdeh.

En el renglón de inversión pública, destaca Comunicaciones y Energía con un presupuesto vigente de 5,020 millones de lempiras, de estos se han ejecutado alrededor de 1,476 millones, principalmente en el subsector de Energía, con un gasto de 1,130 millones de lempiras.

Pero en forma general la ejecución presupuestaria es bastante baja incluso menor al mismo periodo del 2022 en un 10 % porque en un monitoreo que hizo Fosdeh en julio del año pasado la ejecución llegó a 41 % y este año, con un mes de diferencia llegó a 31%, recordó la economista Alejandra Salgado.

En ese sentido la Administración Pública presentó un gasto del 31% de su presupuesto aprobado, la Administración Central el 29%, y la Administración Descentralizada el 34 %.

¿Qué pasa con los fondos no ejecutados?  

Especialistas consultados explican que, en la administración pública, los fondos que no se ejecutan en un presupuesto en primera instancia pasan a la Tesorería General de la República o cuenta del Tesoro Único.

Esos fondos pueden tener diferentes destinos y se rigen por las normativas y procedimientos específicos ya establecidos. En algunos casos puede haber reasignación de fondos. También estos fondos pueden ser utilizados para futuros presupuestos o para proyectos específicos en el futuro.

De igual forma los economistas detallan que esos fondos pueden pasar a formar parte de una reserva presupuestaria también conocida como «superávit presupuestario», misma que podría ser un ahorro para hacer frente a alguna contingencia.

Baja ejecución perjudica a todos

Lo más importante no es en donde quedan los fondos no ejecutados, porque lo grave es que la baja ejecución presupuestaria tiene un impacto negativo en la economía nacional y afecta a todos, en particular los más vulnerables, dijo Castillo.

LEER: Recurrentes aumentos en el Presupuesto no se reflejan en calidad de vida de hondureños

Una baja ejecución en primer lugar, limita la capacidad del gobierno para invertir en obras de infraestructura y servicios públicos, esto dificulta la competitividad del país y reduce las oportunidades de empleo y crecimiento empresarial; además, la baja ejecución dificulta la implementación de políticas y programas necesarios para reducir la pobreza, añadió.

En conclusión, de acuerdo a lo expresado por las expertas consultadas por este medio, al haber una baja ejecución como la que se está dando en Honduras, no se mejora el acceso a los servicios básicos, como se está viendo en salud, educación, energía e infraestructura entre otros sectores relevantes y esto tiene un impacto directo en la calidad de vida de los hondureños y perpetúa la desigualdad social. LB 

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