“En estos momentos Honduras pide, reclama y exige verdades aunque duelan”, dice premio Álvaro Contreras

Tegucigalpa – El director de Diario El Heraldo, Carlos Mauricio Flores, al momento de recibir el premio Álvaro Contreras 2016, pronunció en encendido discurso en el que destacó que “las amenazas e intimidaciones dan pie a la autocensura y cuando eso sucede el país vive de mentiras y en estos momentos Honduras pide, reclama y exige verdades aunque duelan”.

– “Yo no escogí el periodismo, el periodismo me escogió a mí”, dijo.

– La irrupción digital es una amenaza, pero también lo es la violencia e impunidad que se ha vivido en el país, citó.

– Flores hizo especial mención de los malogrados hondureños Alfredo Landaverde y Julián Arístides González, de quienes dijo no se debe olvidar su ejemplo.

Así se pronunció Flores este 25 de mayo, día consagrado al periodista hondureño, en el salón del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) que se ubica en Tegucigalpa, capital del país.

El premio Álvaro Contreras lo otorga cada año el Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) y constituye el principal galardón para los comunicadores en el país.

“El país, nuestro país, vive momentos especiales en la lucha contra la corrupción y la impunidad. Los hondureños estamos hartos, cansados de tanta impunidad, la sociedad exige y pide a gritos no más impunidad, no más impunidad, no más impunidad”, dijo con especial acento.

Llamó a quitarle la máscara a los que quieren poner al periodismo de rodillas, esos que hacen oscuras alianzas con el narcotráfico; “hay que limpiar las instituciones de aquella escoria que como un cáncer busca expandirse y contaminar la sociedad”.

El comunicador mencionó que nadie debe descansar por buscar una patria sin impunidad porque la justicia debe caer perpendicularmente para toda aquella conducta delictiva, máxime si forma parte de la estructura del Estado.

Reclamó que el Estado tiene una deuda con el periodismo porque en los últimos 15 años se registraron 63 muertes violentas de personas ligadas a los medios de comunicación, de los que el 95 por ciento se encuentran en total impunidad.

“En cada compañero víctima de la violencia, de la persecución, de la intimidación, se personifica la vida de Álvaro Contreras, aquel hombre que no solo fue un genio de las letras, sino que soportó la represión y aun así divulgó sus ideas por todo Centroamérica”, apostilló.

Enalteció que “las amenazas e intimidaciones dan pie a la autocensura y cuando eso sucede el país vive de mentiras y en estos momentos Honduras pide, reclama y exige verdades aunque duelan”.

gentea12Agradecimiento a su madre

Narró que por diciembre de 1982, cuando terminaba el ciclo común en San Lorenzo, Valle, su madre le encomendó a sus hermanas mientras ella se desplazaba a Tegucigalpa por unos días. “Yo tenía 15 años y era normal que quedara a cargo de mis tres hermanas. En enero de 1983 montamos todos nuestros enseres en un camión y mi mamá también cargó sus sueños y esperanzas con sus hijos. No sé cómo hizo mi madre, pero ya había construido una covacha en la colonia Las Torres, sí esa colonia que ahora parece estar sumergida en una ola de violencia”, recordó.

Desde ese momento la vida cambio para todos en la familia, contó Flores ante el auditorio en el salón del Banco Interamericano de Integración Económica (BCIE).

El periodista Flores dedicó el premio a su madre, de quien dijo “me encomendó mil veces ante la virgen de Suyapa y se metió en cualquier recoveco de aquella Comayagüela hasta que se cansó y regresó a hacer su vida a San Lorenzo”.

“Mi madre trabajó casi 30 años como enfermera auxiliar, fue feliz ayudando, no solo ayudó a curar heridas del cuerpo, sino a atender las heridas del alma. La hizo de sacerdote, al escuchar confesiones agónicas; vio la muerte tantas veces, pero jamás se acostumbró a ella, y lloraba y lloraba por personas que muchas veces no conocía y con sus historias nos daba lecciones de vida”, discursó con el sentimiento a flor de piel.

Además, compartió el galardón con sus compañeros periodistas, camarógrafos y personal de Diario El Heraldo, con los que ha compartido los últimos 28 años.

mauSacrificios en la carrera

Flores exteriorizó que no escogió al periodismo, más esta profesión sí lo escogió a él. “Aunque implica grandes jornadas de trabajo, el abandono de la familia, un agobiante y permanente estrés, un precoz surgimiento de canas, constantes debates con nuestros propios fantasmas y horas absurdas y privilegiadas de insomnio, lo interesante y lo bueno es que devengamos un salario por algo que nos encanta hacer y queríamos seguir haciendo aún y cuando se detuvieran los latidos del corazón porque el periodismo se lleva en la vida”, arguyó.

Reflexionó que la irrupción digital está cambiando necesidades, intereses y hábitos de las personas. “Eso conlleva romper paradigmas tradicionales en la comunicación, la invención de nuevos modelos de negocios, la reconversión y la re-evolución del ejercicio periodístico. La innovación periodística deja de ser un concepto para convertirse en una necesidad del día a día”, asistió.

El ganador del premio Álvaro Contreras 2016, recomendó que “los periodistas debemos entender que ahora estamos obligados a informar y formar desde diferentes plataformas, no hay marcha atrás, sino lo hacemos la ignorancia nos habrá engullido”.

familyInseguridad en el ejercicio de la profesión

El director de Diario El Heraldo remarcó que el entorno social que viven los periodistas bajo un ambiente de violencia e inseguridad en el país, se convierte en otra amenaza para el ejercicio de la profesión.

“Sabemos que se han dado pasos importantes en la lucha contra la inseguridad y se han atenuado los índices de homicidios, pero no menos cierto es que en esta vorágine han caído muchos amigos y comunicadores sociales. Por eso, con el permiso de ustedes y abusando que estoy frente a este micrófono quisiera recordar a dos ciudadanos que ofrecieron sus vidas por el país… quiero honrar la memoria del ingeniero Alfredo Landaverde, un compatriota probo, ciudadano ejemplar y que cayó por hacer uso de la libertad de expresión; igual aprovecho para recordar la intachable conducta del general Arístides González, quien mostró su empecinamiento para enfrentar el mal”, discursó.

Llamó a los políticos a rendir cuentas, no importa al partido que pertenezca. “No es posible que la corrupción se lleve 10 mil millones de lempiras al año y no tengamos de regreso esos recursos, ni mucho menos identificados y presos a los saqueadores, no es posible”.

“Los periodistas no podemos ser cómplices de los corruptos, la lucha contra la corrupción en la lucha contra el bien y el mal, y los periodistas debemos ser gladiadores de la transparencia y el manejo eficiente de los recursos estatales. Cada lempira que se roba un delincuente es una bofetada al rostro de los pobres y una burla a la esperanza de los hondureños”, conjeturó Flores.

Finalmente, agradeció las enseñanzas de sus maestros de la Escuela de Periodismo: Juan Ramón Durán, Jorge Reynaldo Amador, Vilma Gloria Rosales, Ramiro Sierra, Rosalina Raudales y Armando Cerrato, entre otros. Asimismo, mencionó a colegas como Renato Álvarez, Thelma Mejía, Francisco Morales Cálix y María Antonia Martínez.

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