La información que trascendió por medios radiales de prensa fue confirmada a Proceso Digital por el director de los Centros Penales de Honduras, Santos Simeón Flores, quien dijo que hay dos personas fuertemente involucradas en este ilícito.
El funcionario señaló que “hay un sistema ahorita como de saqueo, son cinco fusiles que no los encontramos y detectamos el lunes anterior que la bodega estaba abierta”.
Agregó que las autoridades de investigación criminal ya se han entrevistado con los posibles sospechosos para que den una respuesta sobre lo ocurrido.
Se trata de cinco fusiles R-15 de 5.56 milímetros, los que estaban bajo el cuidado de la bodega del departamento de recursos materiales. “Ya se habían tomado algunas precauciones, pero es de todos conocido que los cambios y las transformaciones causan alguna resistencia, por eso estamos buscando la forma de depurar nuestro personal civil y uniformado para que las cosas cambien, mejoren y demos respuestas al Estado”, manifestó.
Reveló que las investigaciones apuntan a dos personas sospechosas, quienes serían los responsables por el extravío de las armas.
Cabe mencionar que el fusil R-15 estándar acepta una gran variedad de cargadores con diferentes capacidades y posee una empuñadura que sobresale de la línea de la culata, dando como resultado un fusil altamente adaptable y configurable. Puede equipársele con accesorios tales como un bipode, culatas retractiles o plegables, cañones con apagallamas y sistemas de riel para añadirle linternas, punteros láser, mira telescópica, etc.
El R-15 original pesa menos de tres kilogramos (6.6 libras) con el cargador vacío y las versiones posteriores con cañón pesado de uso civil llegan a pesar hasta 4.2 kilogramos (más de nueve libras).
Antecedentes sobre robo de armas
En agosto de 2011, se reportó que en la unidad élite de la Policía, denominada Comando de Operaciones especiales (Cobras), se extraviaron 300 fusiles automáticos ligeros FAL y 300 mil proyectiles del calibre 5.56 milímetros. Posteriormente, en noviembre del mismo año, el ahora ex comisionado de Policía, Danilo Orellana, dijo que por el saqueo de este potente arsenal se estaban investigando ministros, directores de policía y altos oficiales. También el 8 de febrero de 2012, las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA) admitieron el robo en 2010 de 22 cañones de lanzacohetes RPG-7 de una unidad militar y confirmaron que por el hecho permanece detenido un oficial. La institución castrense indicó mediante un comunicado que en 2010 «se extraviaron del Comando de Apoyo Logístico 22 cañones de lanzacohetes RPG-7». El cañón solo «no representa un peligro letal», ya que un arma antitanque completa está compuesta de tres partes, «cañón, mira óptica y ojiva explosiva», aclaró el comunicado castrense. |
Roban armas hasta de almacén de evidencias
Las bodegas de evidencias del Ministerio Público tampoco se escapan de estos atracos. En junio de 2012, once armas fueron sustraídas en la ciudad de Siguatepeque, zona central del país. Entre las armas robadas se destacan ocho revólveres calibre 38, dos 9 milímetros y una AK47.
Mientras, el 28 de mayo de 2013 se registró un asalto al almacén de evidencias de San Pedro Sula, donde se reportó la sustracción de 77 armas de todo calibre.
El último antecedente fue en enero de este 2014, en el que más de 40 armas fueron sustraídas del mismo almacén sampedrano. Entre lo robado habían 38 armas pequeñas y tres AK-47.