«Recibimos la llamada de un hombre que pedía ayuda; nos dijo que estaba cruzando con su hijo por las montañas y que fue impactado por un rayo, cuando los agentes llegaron ya el joven estaba sin vida», dijo hoy a Efe Andrés Adame, portavoz de la Patrulla Fronteriza en Arizona.
A pesar de la disminución en el cruce de indocumentados y los arrestos en Arizona, las muertes continúan en el desierto, pues, tal y como explicó Adame, los inmigrantes además de enfrentar las altas temperaturas del verano deben desafiar las tormentas del monzón, que llegan en cualquier momento y pasan muy rápido.
«La mayoría de muertes ocurren en áreas donde es muy difícil llegar; si una persona se cae y se lastima es abandonada y puede morir. A los inmigrantes les gusta irse por las montañas para evitar ser detectados por la Patrulla, pero eso es lo más peligroso porque es muy difícil rescatarlos», explicó Adame.
Según la Patrulla Fronteriza, la mayoría de los cuerpos fueron hallados en áreas remotas, por donde los traficantes están cruzando a los inmigrantes debido a los controles y la vigilancia en la mayor parte de la frontera.Leer nota completa.