En un comunicado leído por el ex ministro de Gobernación, Víctor Meza, Zelaya acusó a Micheletti de “no demostrar voluntad política y seguir empeñado en utilizar el diálogo como un simple mecanismo de distracción política y calculada demora para ganar tiempo y prologar su permanencia en el ejercicio del gobierno”.
“El señor Roberto Micheletti pone en práctica maniobras dilatorias, planteamientos puramente formalistas, propuestas inadmisibles y en algunos casos insultantes y provocadoras”, dice el documento, en el que además señalan que el diálogo “aunque no lo declaramos roto ni pensamos romperlo ha entrado en una fase de evidente obstrucción”.
Según Zelaya, gracias a su expresa voluntad política se ha podido consensuar y firmar el 95 por ciento del Acuerdo de San José.
“El porcentaje restante depende exclusivamente de la voluntad política del señor Micheletti, es él quien debe asumir la responsabilidad política y la culpa histórica por haber impedido la culminación exitosa de este generoso esfuerzo de diálogo”, agrega el documento.
Zelaya llamó al Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), para que en su reunión del miércoles 21 de noviembre, conozca y se pronuncie sobre “el actual estado de obstrucción del proceso del diálogo”.
Tras leer el documento de Zelaya, Meza calificó la última propuesta enviada a la mesa de negociaciones por Micheletti como “insultante” porque “nos pide que reconozcamos que no hubo golpe de estado, eso es ofensivo a la inteligencia, insultante a la dignidad”, y que como miembros de la comisión negociadora quedan a la espera de “posibles propuestas que sean serias, constructivas y respaldadas por una real voluntad política”.
“No estamos dispuestos a escuchar propuestas provocadoras, propuestas confusas, propuestas destinadas a ganar tiempo (…), estamos abiertos a cualquier propuesta que sea constructiva, seria y provechosa para buscar la salida, si esa propuesta no reúnen esos requisitos que nosotros calificaremos absolutamente no hay ninguna posibilidad de sentarnos a la mesa con ellos”, apuntó.
Meza también advirtió que si no hay solución negociada “la crisis tiende a agudizarse, lo que quiere decir mayor convulsión social, mayor ingobernabilidad política y elecciones sin credibilidad y sin aceptación internacional”.
