Desde hace ocho años, estas familias peregrinan hasta Torreciudad, siempre el primer domingo de mayo, para rezar a la Virgen bajo las más de veinte advocaciones procedentes del continente latinoamericano, como Nuestra Señora de Urkupiña de Bolivia, la Reina de la Paz de El Salvador, la Virgen de la Valvanera de Colombia, del Quinche de Ecuador o Guadalupe en México.
Además, hacen entrega de distintas ofrendas a la Virgen, entre ellas, flores de Perú, frutos y productos típicos de Bolivia, banderas de distintos países o la figura de un niño Jesús procedente de República Dominicana.
Presididos por el obispo de la localidad madrileña de Alcalá de Henares y presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral, Jesús Catalá, el encuentro tiene por objetivo reforzar los lazos culturales entre España y Latinoamérica, según dijo el rector del Santuario de Torreciudad, Javier Mora-Figueroa.
«Con esta celebración se ahonda en los vínculos comunes que compartimos, pero también desde la diversidad de manifestaciones culturales y multiplicidad creativa de sus países de origen», añadió Mora-Figueroa.
Según uno de sus impulsores, el colombiano Germán López, afincado en Zaragoza desde hace veinte años, se trata de un día en el que los inmigrantes hispanoamericanos tienen la oportunidad de revivir sus tradiciones y una manera de «apreciar y recordar la fiesta de color y originalidad de las diferentes naciones y regiones» de sus países de origen.
El encuentro acoge además un festival de música latina por países en el que grupos y asociaciones como Qori-Inkas, Guarmi y Galápagos ponen la nota folclórica con danzas y canciones tradicionales de Nicaragua, Ecuador y Colombia, entre otros países.