Tegucigalpa – En Honduras 353 mujeres guardan prisión por delitos vinculados al tráfico de drogas, casi un tercio de la población femenina recluida en las cárceles del país y compuesta por Mil 163 mujeres.
La información brindada por el Instituto Nacional Penitenciario (INP), detalla que, de las 353 reclusas, tres están vinculadas al cultivo de marihuana; 99 están señaladas por facilitación de medios para el tráfico de drogas; una de ellas es acusada de tráfico de cocaína; 211 por tráfico de otras drogas; una por transporte de sustancias psicotrópicas y 38 por tráfico ilícito de estupefacientes.
Estas mujeres están recluidas en varias cárceles del país, pero es en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS), ubicada en Támara en la que son 200 las inquilinas.
La información refrendada por autoridades penitenciarias establece que el resto de las mujeres involucradas en el narcotráfico están distribuidas en Choluteca 34; en El Porvenir 29; El Progreso 14; Olanchito 13; Santa Rosa de Copán 12; Juticalpa 11; Puerto Cortés con 8; Nacaome y Trujillo 7 cada uno; Ocotepeque 4; Puerto Lempira y Gracias 3 cada uno; La Esperanza, Márcala y Tela 2 en cada uno y Yoro y Danlí con 1.
Víctimas de sus parejas
La coordinadora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), Migdonia Ayestas, dijo a Proceso Digital que muchas mujeres se involucran en el tráfico de drogas a través de sus compañeros sentimentales.
“Esto hace que cada día más personas, especialmente mujeres, se estén involucrando en la actividad delictiva y se van extendiendo en el negocio, lo que se vuelve un problema ya que se van haciendo parte activa del trasiego de drogas”, explicó.
Destacó como cotidianamente mujeres son privadas de su libertad porque han intentado trasladar la droga de un lugar a otro, utilizadas como mulas; igualmente, otras tratan de ingresar droga a las cárceles donde están recluidas sus parejas o parientes.
Aseguró que en Honduras el principal problema es que entra droga por todas las fronteras, aérea, marítima y terrestre y muchos hombres están involucrados en el tráfico y arrastran a sus parejas a continuar con el trabajo que ellos iniciaron, pese a caer presos.
La vulnerabilidad
El informe mundial de drogasde la Organización de las Naciones Unidas, correspondiente a 2018, señala a la mujer como víctima en el tráfico de drogas.
Las mujeres juegan un papel importante en la cadena de suministros de narcóticos ya que son utilizadas para realizar el traslado de estos, igualmente, la mayoría de las que se encuentran recluidas en centros penales pagan delitos vinculados con el tráfico de drogas. También las hay que se convierten o buscan liderar organizaciones internacionales de narcotráfico, particularmente en América Latina, indica el informe.
“Las mujeres desempeñan papeles importantes en la cadena de suministro de drogas. Prueba de ello son las condenas que se han dictado contra mujeres que estaban al frente de organizaciones internacionales de tráfico de drogas, en particular en América Latina, pero también en África. La implicación de las mujeres en el cultivo de adormidera en el Afganistán y el cultivo de coca en Colombia está bien documentada, así como el papel de las mujeres en el tráfico de drogas como mulas”, señala el documento.
El informe Mundial de Drogas de las ONU, indica que las mujeres pueden involucrarse en el tráfico coaccionadas por sus parejas u hombres influyentes de su círculo y las hay que lo hacen para sostener su consumo.
El informe señala textualmente que “la participación de las mujeres en la cadena de abastecimiento de drogas con frecuencia es atribuible a la vulnerabilidad y la opresión, cuando se ven forzadas a actuar por miedo”.
Además, las mujeres pueden aceptar salarios más bajos que los hombres: los investigadores han observado que las mujeres pueden sentirse obligadas a recibir tasas de pago más bajas que los hombres, indica las ONU en el reporte.
La publicación hace notar que “en general, aunque hay una multiplicidad de factores detrás de la participación de las mujeres en el comercio de drogas, la vulnerabilidad socioeconómica, la violencia, las relaciones íntimas y la economía, moldean estas conductas”.
Detalla que “Hay estudios que cuestionan este enfoque, aduciendo que las mujeres están empoderadas y podrían ser agentes clave de la economía mundial de las drogas. Se tiene constancia de casos en que las mujeres son agentes clave del tráfico de drogas, por decisión propia. Ninguna de estas explicaciones ofrece un panorama completo de la participación de las mujeres en la cadena de suministro de drogas: algunas son víctimas, otras toman sus propias decisiones”.
Mujeres vinculadas a tráfico de drogas en cárcel – 2019 El 27 de julio, dos mujeres fueron detenidas por intentar introducir droga y un papel en el que se informaba sobre el cobro de la extorsión en diferentes sectores, en la cárcel de máxima seguridad localizada en Ilama, Santa Bárbara, conocida como El Pozo. El 21 de julio, una mujerfue detenida porintentar introducir drogas a la cárcel de máxima seguridad de Ilama, Santa Bárbara conocida como El Pozo. El 13 de julio, una mujer que pretendía introducir un paquete de marihuana oculta en sus partes íntimas, fue detenida por las autoridades penitencias cuando se disponía a visitar a un hermano privado de libertad en la cárcel de máxima seguridad de Ilama, Santa Bárbara, occidente de Honduras, conocida como El Pozo. El 6 de julio, el Instituto Nacional Penitenciario (INP), informó de la captura de una mujer por intentar introducir marihuana en la cárcel de máxima seguridad “El Pozo” en Ilama, Santa Bárbara. El 22 de junio, la Fuerza Nacional de Control de Centros Penitenciarios (FNCCP), informó la detención de una mujer por pretender ingresar droga e informes de extorsión en el interior de la cárcel de máxima seguridad El Pozo, ubicada en Ilama, Santa Bárbara. El 2 de junio, una mujer que transportaba al interior de su cuerpo dos paquetes conteniendo marihuana fue detenida cuando pretendía ingresar la droga durante una visita a la cárcel de máxima seguridad de Ilama, Santa Bárbara conocido como “El Pozo». El 11 de mayo, la Fuerza Nacional de Control de Centros Penitenciarios (FNCCP), detuvo a una mujer por pretender introducir un cigarrillo de marihuana en la cárcel de máxima seguridad “El Pozo”, en el municipio de Ilama, Santa Bárbara, occidente de Honduras. El 4 de mayo, una mujer fue detenida tras intentar ingresar droga oculta en su vagina a la cárcel de máxima seguridad localizada en Ilama, Santa Bárbara, más conocida como El Pozo. El 15 de abril, el Instituto Nacional Penitenciario (INP), informó la detención de una mujer por intentar introducir dos teléfonos celulares en el centro penal de Danlí, El Paraíso, oriente de Honduras. El 24 de marzo, una mujer que intentó introducir marihuana en envases de sopas instantáneas al centro penal de Choluteca, zona sur del país, fue capturada por las autoridades. El 2 de marzo, el Instituto Nacional Penitenciario (INP), informó de la detención de dos mujeres por intentar introducir marihuana a la cárcel de máxima seguridad de Morocelí, El Paraíso, oriente de Honduras, conocida como “La Tolva”. El 6 de enero, una mujer fue detenida cuando pretendía ingresar droga camuflada en tortillas al centro penal de Santa Rosa de Copán, occidente de Honduras.
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