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Un gobierno débil visualizan analistas

Tegucigalpa – (Dagoberto Rodríguez Proceso Digital)De continuar la tendencia en el conteo de los votos para diputados, el Partido Liberal, virtual triunfador en las elecciones del pasado domingo 27 de noviembre, no lograría confirmar su mayoría absoluta en el próximo Congreso Nacional que se instala el 25 de enero próximo.

El Partido Liberal hata ahora obtiene un total de 62 diputaciones de las 128 que componen el Poder Legislativo; 55 el Partido Nacional, cinco la izquierdista Unificación Democrática (UD) que se convierte en la tercera fuerza política del país; cuatro la Democracia Cristiana y dos diputaciones el Partido Innovación y Unidad (PINU).

Para lograr la mayoría simple en la asamblea de diputados, los liberales deberán obtener al menos 65 diputaciones, lo que les permitiría gobernar y legislar con mayor tranquilidad y comodidad, sin tener que acudir a una alianza con cualquiera de las tres fuerzas políticas minoritarias.

En caso que no logrará reunir el número de diputaciones necesarias, el Partido Liberal se vería en la obligación de pactar con la UD, la DC o el PINU, aunque se da por descontado que la dirigencia de Unificación Democrática no estaría dispuesta a hacer una alianza con los liberales, según se desprende de lo afirmado por sus principales dirigentes.

A esta altura, cuando sólo falta por terminar el conteo de los votos correspondientes a los departamentos de Copán y Ocotepeque, se puede considerar que los liberales no lograrán convertirse en el mayoría dominante en la Asamblea Legislativa, similar a lo que le pasó al gobernante Partido Nacional en las elecciones del 2001.

De acuerdo al conteo, el Partido Liberal gana 11 de los 18 departamentos que componen la geografía nacional, mientras que el Partido Nacional sólo logra ganar cuatro de ellos, entre ellos Francisco Morazán, en donde se encuentra la capital Tegucigalpa, centro político del país.

Gobierno débil
Para algunos analistas la configuración de nuevo Congreso Nacional, muestra un síntoma de debilidad para la administración liberal en vista que tendrá que negociar un pacto de gobernabilidad con dos de las fuerzas políticas minoritarias que le permitan aprobar las leyes que necesita para cumplir con sus planes de gobierno.

Los analistas consideran que una alianza con la izquierdista UD, convertida hoy por hoy en la tercera fuerza política del país, es virtualmente imposible, en vista que esta organización querrá mantener su independencia, beligerancia y cumplir con su electorado la promesa de no pactar ninguna coalición con los partidos tradicionales.

La única opción que le quedaría a los liberales sería hacer un gobierno de unidad con la Democracia Cristiana y el PINU, quienes hasta hoy lograban alcanzar seis o siete diputaciones.

Los analistas interpretan que esta situación sólo muestra una cosa: que el electorado ha decidido devolverle el poder a los liberales, castigando a los nacionalistas por sus desaciertos en materia económica y por la profundización de la pobreza y la corrupción, pero compartiéndolo entre las distintas fuerzas en el Congreso Nacional.

Similar situación le correspondió vivir al gobierno del nacionalista Ricardo Maduro, quien se vio obligado a formar una coalición con la Democracia Cristiana para asegurar la gobernabilidad del país.

De mantenerse el resultado en los votos para diputados, los cuatro partidos de oposición tendrían la mayoría en el Poder Legislativo hondureño con 66 diputados contra 62 del oficialismo.

RESULTADOS EN VOTOS PARA DIPUTADOS
PL62
PN55
UD5
DC4
Pinu2
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