La Paz.- Las principales obras producidas en casi medio siglo de carrera por los laureados artistas bolivianos Gil Imaná e Inés Córdova dialogan y se complementan en una exposición matizada por el amor que se tuvieron y con la que se inauguró un museo y galería de arte en la casa patrimonial que compartieron en vida.
«Tránsito en el tiempo» es el título de la muestra diseñada para mostrar un «desarrollo cronológico de la vida de ambos artistas», explicó a EFE el curador del Museo Nacional de Arte (MNA), Danilo Villamor.
La exposición tomó el nombre de una de las obras más icónicas de Imaná y Córdova y una de las pocas que realizaron juntos, que es un mural que actualmente se luce en las oficinas de una entidad bancaria en La Paz.
El director del MNA, Iván Castellón, comentó a EFE que esa entidad quedó en custodia de 6.868 bienes culturales donados por Imaná a la Fundación Cultural del Banco Central de Bolivia (FCBCB), de la que el museo es parte.
De esos bienes, cerca de 4.000 piezas son obras hechas por la pareja, que en 2004 recibió el Premio Nacional de Cultura por su vasto aporte al arte boliviano, apuntó Castellón.
Imaná (1933-2021) destacó por sus obras de caballete, acuarelas, dibujos, murales y grabados con contenido social.
Fue el primer latinoamericano que tuvo una exposición individual en el Museo del Hermitage en San Petersburgo en 1971 y el primer boliviano cuyas obras llegaron a las casas de subastas de Christie’s y Sotheby’s.
El artista, fallecido en 2021, recibió en 2014 el Cóndor de los Andes, la máxima distinción que entrega el Estado boliviano, entre muchos otros premios.
Córdova (1927-2010) empleó técnicas como el «collage» con metales y textiles, la cerámica y joyería.
Logró reconocimientos como la condecoración Orden de Artes y Letras del Gobierno de Francia, y entre sus obras destacadas está «Telúrica americana», un mural hecho con textiles en 1985 en la sede de la OEA en Washington.
LA MUESTRA
El recorrido comienza en una sala donde salta a la vista una puerta hecha por Córdova con piezas de metal y espejos que dan forma a una pareja.
A los costados se ve un dibujo a escala del mural «Tránsito en el tiempo», además de imágenes individuales de ambos artistas, incluidos un autorretrato de Imaná y una ilustración que hizo de su esposa.
En el siguiente salón están algunas de sus obras más emblemáticas y algunas «especialmente apreciadas por la pareja», algo que se logró determinar con ayuda de la cineasta y sobrina de la pareja, Verónica Córdova, comentó Villamor.
«No se ha querido dividir a la pareja en una sala de exposición. Por el contrario, se ha puesto obras de ambos artistas frente a frente, mirándose, en diálogo, en complementariedad, en admiración mutua», afirmó.
Por un lado se ven las obras de «collage» de Córdova con metales y tela y al frente están cuadros de Imaná con escenas andinas, madres, o mujeres ancianas, entre otras temáticas.
La parte final del recorrido, combina algunas cerámicas y joyas creadas por Córdova con varias ilustraciones de Imaná de los «munachis», los amuletos del amor en la cultura andina consistentes en un hombre y una mujer «que está tan fuertemente unidos que parecen un solo individuo», indicó el curador.
La muestra cierra con una de las últimas obras de Imaná antes de perder la vista, «La partida», que los muestra a él y a Córdoba de espaldas, caminando abrazados hacia el lago Titicaca, «que es donde ahora sus restos descansan».
CASA MUSEO
Situada en el barrio paceño de Sopocachi, la casa de Imaná y Córdova fue testigo de su amor, empezando por su matrimonio que se celebró allí en abril de 1974.
En 1981 la pareja abrió allí la Galería de Arte América para exponer sus obras y las de otros artistas, sobre todo nóveles, pues su propósito era «promover el arte de jóvenes», según Castellón.
Sin embargo, la fuerte crisis económica en Bolivia les obligó a cerrar la galería en 1985 y a alquilar algunos espacios, que quedaron convertidos en una tienda de ropa y un restaurante chino que funcionó allí por varios años.
En 2017, Imaná decidió donar la casa y sus bienes artísticos a la FCBCB, lo que finalmente se concretó en 2018.
La restauración se hizo de 2021 a 2023 y la Casa Museo Inés Córdova Gil Imaná abrió a fines de julio, recuperando «el espíritu que tenía» la galería de 1981, pues además de la muestra de los esposos, también se exponen en otra sala las obras de artistas jóvenes de El Alto.