Cuatro militares, tres empleados del estatal Servicio de Nacional de Acueductos y Alcantarillados, (SANAA), murieron mientras colaboraban en las tareas para controlar el fuego.
El máximo jefe militar de Honduras, Romeo Vásquez Velásquez, dijo que las muertes son confirmadas pero obvió adelantar los nombres de las víctimas hasta confirmar los detalles.
El incendio de grandes proporciones ocurre en un sector aledaño a Las Tapias, montaña de Upuare, en Tegucigalpa.
l Vázquez dijo que «ya tenemos información confirmada» del hecho, al que calificó de «gran tragedia».
Las víctimas murieron abrasadas por el fuego y asfixiadas por el humo cuando repentinamente «un cambio del viento» llevó las llamas hacia donde estaba el grupo combatiendo el siniestro, explicó.
El oficial apuntó que las víctimas no han sido identificadas, aunque se confirmó que tres de ellas son militares «por las botas».
Los otros cuatro muertos son jornaleros contratados por el estatal Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), según un funcionario de la institución, René Sosa.
Vázquez añadió que hay un cuarto militar desaparecido.
Militares, bomberos y otros civiles combaten desde el sábado el incendio de grandes proporciones que se desató en un sector boscoso y de difícil acceso al suroeste de Tegucigalpa.
El presidente Zelaya lamentó la tragedia y anunció que el Gobierno ayudará a los familiares de las víctimas.
También afirmó que se intensificarán esfuerzos para seguir combatiendo los incendios forestales, que están incrementándose a medida que avanza la temporada más seca del año.