Santiago de Chile.- Un hombre desempleado, de 46 años e identificado como Pablo Gallardo, trató este viernes de prenderse fuego e inmolarse frente al Palacio de La Moneda, sede de la Presidencia en Chile, en protesta por la crisis económica, en el segundo acto desesperado de estas características que se repite en menos de una semana.
Según el relato de los testigos, Gallardo, enfermo y en silla de ruedas, se roció con gasolina y con acelerantes en la calle Morandé, una de las que flanquean el histórico edificio, pero no llegó a iniciar el fuego gracias a la rápida intervención de los agentes que vigilaban la entrada de la sede vecina del banco Estado.
El hombre gritó que «no tenía medios para vivir», ni trabajo ni subsidios con los que poder proveer a su familia.
Entregado a los carabineros, fue trasladado en ambulancia a la Ex Posta Central donde fue tratado de las lesiones que se produjo y fue interrogado por los cuerpos de seguridad, a los que según la prensa les dijo que estaba agobiado por las deudas antes de denunciar que COMPIN, la entidad que califica el pago de licencias médicas y otorga pensiones de invalidez- se negaba a concederle el retiro definitivo.
SEGUNDO CASO EN SIETE DÍAS
El pasado viernes, otro hombre -en este caso el hermano de un hombre de negocios acosado por las deudas que desapareció en un viaje a Santiago y hallado días después asesinado- trató igualmente de quemarse a lo bonzo frente al Palacio de la Moneda en protesta por la situación social y la lentitud de la justicia
El hombre, identificado como Mario Carrión Rozas, hermano del empresario de la ciudad costera de Algarrobo Pedro Carrión, llegó conduciendo hasta el Palacio de la Moneda a través de la Alameda y se prendió fuego sin mediar palabra en el interior del vehículo.
De inmediato intervino, sin embargo, uno de los vehículos antidisturbios que permanecen en la zona desde el estallido social que sacudió Chile en 2019, que utilizó los cañones de agua para apagar el incendio.
Efectivos médicos trasladaron a Mario Carrión a la Ex Posta Central, donde ingresó en estado muy grave.
Ambos sucesos suponen una novedad en Chile, país que está atravesando una grave crisis económica fruto de la pandemia y de las consecuencias del sistema neoliberal extremo impuesto en el país desde tiempos de la dictadura.
La escalada de la inflación -azuzada por la guerra en Europa- unida al frágil sistema público y social en una país en el que la mayoría de los servicios están privatizados, y unos sueldos muy bajos hacen que miles de familias se vean incapaces de llegar a final de mes.
(ir)