De 30 agentes del orden que hablaron con Efe en Tegucigalpa, solamente dos, con cinco y siete años de servicio, admitieron que están recibiendo el salario mínimo. «Pero nos hacen deducciones», añadieron.
«Lo peor es que el presidente se llena la boca diciendo que a los policías nos tiene bien», expresó otro de los 2.000 agentes que hoy participaron en Tegucigalpa en la vigilancia preventiva durante la manifestación de los trabajadores para conmemorar su día.
Los policías que denunciaron que no ganan el salario mínimo afirmaron que les pagan entre 4.500 y 5.000 lempiras (entre 236 y 263 dólares).
Con el salario devengado «nunca podremos tener casa propia ni mandar a los hijos a buenas escuelas, porque las públicas es más lo que pasan cerradas por las huelgas de maestros de todos los años», se quejaron.
«A diario trabajamos más de la cuenta y nos exponemos ante tanto delincuente, pero no nos pagan el salario mínimo, pero el presidente dice que es una ley», añadió una mujer policía, que además dijo que la podían despedir si daba su nombre.
Y otro uniformado comentó: «Nosotros también somos trabajadores, nos batimos con ladrones y asesinos todos los días, no ganamos salario mínimo y nuestras familias no están protegidas por nadie, ni por el Gobierno».
«El presidente a cada rato le aumenta salarios a maestros, médicos, enfermeras y les paga viajes a periodistas por todo el mundo, pero los que tenemos que darle seguridad al pueblo estamos mal pagados», se quejaron los policías.
No faltaron unos pocos agentes resignados que respondieron que, aunque no ganan el salario mínimo, están «un poco mejor que hace tres años» y «que los jefes dicen que poco a poco» les van a mejorar su sueldo.
El reclamo de los policías obedece a que en enero pasado entró en vigor el nuevo salario mínimo que impuso Zelaya.
Para garantizar el cumplimiento del salario mínimo, el Ministerio de Trabajo realiza inspecciones en empresas de diverso tipo.
Pero resulta que varias instituciones del propio Gobierno, lo mismo que pequeñas y medianas empresas o negocios como restaurantes, algunos propiedad de ciudadanos chinos, no pagan a sus empleados el nuevo salario mínimo.
«El Gobierno tiene dinero para todo el mundo, los hijos del presidente viajan a cada rato con dinero del pueblo, además de que los tenemos que andar cuidando, pero a los policías no nos pagan el salario mínimo, ya estamos cansados de eso», enfatizó otro policía, que, al igual que los demás, solicitó la reserva de su nombre.
Situación parecida viven algunos soldados del Ejército, según denuncias hechas en algunos medios locales.
La Policía de Honduras, cuestionada por algunos sectores por la corrupción y algunos crímenes en los que algunos agentes se han visto involucrados, la integran unos 12.000 agentes, entre hombres y mujeres.