En la celda 10 del penal de Comayagua se encontraba privado de libertad Óscar Elí Mancía Sierra, quien resultó con quemaduras en su cuerpo ascendentes al 70%, según especialistas.
Su cuerpo fue tratado por personal en la sala de quemados del Hospital Escuela.
En el trémulo pasillo del vetusto centro asistencial yacía su pareja sentimental, Katherin Aguilar, una joven de20 años de edad que se estrenará como madre en siete meses.
Las lágrimas no se contienen, su dolor es latente; lleva horas sin probar comida. Sin embargo, entre lamento y lamento, evoca con nostalgia la última plática que sostuvieron antes del terrible suceso: “siempre platicábamos…”, comenta entrecortada.
La angustia la aflige. Convivieron por más de 2 años…su mirada se pierde entre la gente, llora y de nuevo comenta el día que se conocieron en Siguatepeque (región central de Honduras).
“Él le dijo, no se preocupe, que tiene que estar bien por el hijo que lleva en su vientre”, interrumpió la madre del paciente Sergia Francisca Sierra. La pareja habría sostenido una plática breve antes de ingresar el muchacho a la sala de cuidados intensivos.
La progenitora del interno explicó a Proceso Digital que fue una hermana de ella quien les dio la trágica noticia. “No te vayas a asustar, me dijo, pero el penal donde está Óscar agarró fuego…en ese momento encendí la televisión y nos fuimos rápido a la cárcel a que nos dijeran que pasaba”, expresó con lágrimas en sus ojos.
Agregó que desde el miércoles pasado llegaron a Tegucigalpa. “Nos turnamos para venir a cuidarlo, estábamos durmiendo en el albergue del INFOP su papá, mi hija de crianza, ésta muchacha y yo, pero la mayor parte del día la pasamos aquí, cuidando a mi muchachito”, declaró.