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Nicaragua, que mantiene suspendidas relaciones con el Vaticano, saluda al papa León XIV

San José – El Gobierno de Nicaragua, que mantiene suspendidas sus relaciones con el Vaticano, saludó este viernes la elección de León XIV como el nuevo papa y le deseó que pueda contribuir a promover la paz.

«Le saludamos desde nuestra Nicaragua cristiana, socialista, solidaria, bendita y siempre digna y libre, por su elección como pontífice y suma autoridad de la Iglesia Católica del mundo», escribieron los esposos y copresidentes de Nicaragua, Daniel Ortega y Rosario Murillo, en un mensaje dirigido al nuevo Santo Padre, de nombre Robert Francis Prevost y primer estadounidense en llegar al máximo cargo de la Iglesia católica.

«Al congratularle, deseamos expresar también nuestra aspiración de que desde su elevada responsabilidad pueda usted contribuir a promover paz, encuentro, concordia y los valores que la familia humana tanto necesita», concluyeron en su escueto mensaje.

Las relaciones del Gobierno de Ortega y Murillo, y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, caracterizadas por la expulsión, encarcelamiento y desnacionalización de obispos y de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas y procesiones, y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.

El pasado 21 de abril, Ortega y Murillo lamentaron la muerte del papa Francisco, con quien, reconocieron, tuvieron unas relaciones «difíciles» y «accidentadas» que llevó a Managua a suspender oficialmente sus lazos diplomáticos con el Vaticano.

El Ejecutivo sandinista, sin embargo, atribuyó que esas «difíciles, accidentadas» relaciones estuvieron «desgraciadamente influidas por circunstancias adversas y dolorosas que no siempre se entendieron».

Francisco comparó al régimen de Ortega con dictadura comunista y con Hitler

En marzo de 2023, el papa Francisco calificó como una «dictadura grosera» el régimen de Ortega en Nicaragua, un mes después de la condena por «traición a la patria» del obispo nicaragüense Rolando Álvarez a 26 años y 4 meses de prisión, ahora exiliado y desnacionalizado.

«Con mucho respeto, no me queda otra que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige (Ortega). Ahí tenemos un obispo preso, un hombre muy serio, muy capaz. Quiso dar su testimonio y no aceptó el exilio», aseveró Francisco al portal argentino Infobae desde su residencia de Santa Marta, en la Ciudad del Vaticano, con motivo del décimo aniversario de su papado.

«Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas», afirmó la máxima autoridad de la Iglesia católica.

Ortega, a su vez, acusó al Vaticano de formar parte del «conglomerado del fascismo» y disolvió y expropió a la Compañía de Jesús – conocidos como los jesuitas-, orden a la que pertenecía el sumo pontífice, y ha expulsado de Nicaragua a 46 sacerdotes y obispos desde 2018, y les ha prohibido el ingreso al país a otras decenas de curas.

También ha calificado de «mafia» a la Iglesia y la ha acusado de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes. JS

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