Mujeres hondureñas ganan más escaños en el nuevo Parlamento

Tegucigalpa (Proceso Digital / Joel Perdomo) – El Congreso Nacional hondureño estará conformado por 256 diputados y diputadas entre titulares y suplentes; en este nuevo periodo (2022-2026), al menos el 30% de esos curules serán ocupados por mujeres que optaron a cargos de elección popular y lograron resultados exitosos en los pasados comicios generales.

–     El Partido Nacional logra, de acuerdo con datos actualizados del CNE 12 curules para féminas; Libre 10, el Partido Liberal seis, PSH cinco y Partido Anticorrupción una.

– El 30% del nuevo Congreso tendrá rostro femenino en Honduras

–     El 25 de enero de 1955 la mujer hondureña logra su primera conquista política, el derecho a ejercer el sufragio.   

–     La Ley Electoral, establece que al menos 30% de los cargos en la contienda electoral deben ser ocupados por mujeres.

La población de Honduras es de 9 millones 523 mil 621, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE); donde 4 millones 634 mil 306 son hombres y 4 millones 889 mil 315 mujeres. Es decir que el 51.34% son féminas y el restante 48.66% son hombres.  

El rostro femenino ha ganado espacios no solo en la presidencia de la República, un poder que por primera vez será ostentado por una mujer, Xiomara Castro,  sino también que logran ampliar su presencia, aunque no mayoritaria,  en el Poder Legislativo.

En el próximo Parlamento, al menos 76 mujeres entre titulares y suplentes ocuparán un escaño en el CN. Ellas representan a 14 de los 18 departamentos del país, la excepción son Valle, Intibucá, El Paraíso e Islas de la Bahía.

En el Partido Nacional, de acuerdo a información oficial actualizada del CNE, logran 12 curules: Iveth Matute en Atlántida; Ariana Banegas en Colón; Gladis López en La Paz; Lizethe García en Cortés; Francis Argeñal en Choluteca; Lissi Matute, Johana Bermúdez y María Mejía en Francisco Morazán; Tania Pinto en Ocotepeque; Teresa Cálix en Olancho;  Martha Figueroa en Santa Bárbara y Elvia Urbina en Yoro.

Libre gana, según las mismas actualizaciones, 10 diputaciones: Margarita Badboub Sikaffi en Atlántida; Isis Carolina Cuellar en Copán; Linda Francés Donaire, Scherly Melissa Arriaga, Silvia Bessy Ayala, Iris Yaneth Pineda en Cortés; Delia Beatriz Valle y Xiomara Hortensia Zelaya en    Francisco Morazán; Keli Yajaira Aguilar en Lempira; y Luz Angélica Smith en Santa Bárbara.    

Los liberales también logran ubicar a seis de sus candidatas al Parlamento hondureño: Carla Belinda Dip en Atlántida; Kathia Marcela Crivelli en Cortés; Gloria Argentina Bonilla en Comayagua; Kritza Jerlin Pérez en Francisco Morazán; Valeska Yamileth Valenzuela en Copán y Erika Corina Urtecho en Gracias a Dios.

Las otras seis diputaciones pertenecen cuatro al Partido Salvador de Honduras: Fátima Patricia Mena en Cortés; Suyapa María Figueroa, Iroska Lindaly Elvir, Ligia del Carmen Ramos en Francisco Morazán; Maribel Espinoza Turcios en Yoro. El Partido Anticorrupción lograría un curul que sería para Karen Vanessa Martínez Barahona en Cortés.

Una mujer en la silla presidencial

Y es que a las puertas de una nueva administración gubernamental, que será liderada por Xiomara Castro de Zelaya, quien llega al poder por el partido Libertad y Refundación, para ser la primera mujer que se sentará la silla presidencial, cuyo acontecimiento marca el papel sobresaliente que ha venido logrando la mujer en la sociedad y ahora en la política.

Muestra de ello puede reflejarse en el Consejo Nacional Electoral, donde Ana Paola Hall y Rixi Moncada Godoy, nombradas en 2019 en un órgano, cuya confianza quedó sumergida en el descredito, no es para menos, que, aunque la polémica pisa sus talones, hoy responden a unos comicios diferentes.

En su amplia campaña política previo a ganar las elecciones, la presidenta electa en Honduras reiteró en varias de sus concentraciones que los tiempos demandan que una mujer transforme la deteriorada sociedad, donde resalta la inequidad, pero en el marco de un plan de reconciliación que repare las desigualdades.

A saldar deudas con la población

“Estoy para ser la voz de mi pueblo en el Congreso Nacional, que ha estado marginado y abandonado durante mucho tiempo”, dijo Erika Urtecho, diputada electa por el Partido Liberal en el departamento de Gracias a Dios, ella tomó el espacio que le atañía a su madre Carolina Echeverría Haylock, quien fue asesinada en Tegucigalpa.  

Urtecho reflexionó respecto situaciones como la criminalidad, corrupción, e impunidad. Cree que son deudas de los anteriores legisladores y que su compromiso será legislar contra esos flagelos de los que, ella y su familia han sido víctimas, “viví en carne propia la violencia, mi madre fue asesinada y tengo ese compromiso de hacerle justicia a pueblo”.  

Al escenario de las decisiones

La mujer ha logrado ganar espacios para representar al pueblo que hoy en día demanda de sus gobernantes la práctica de una política diferente, mi proyecto se basa en principios refundacionales y de transformación, por la elección de una mujer como Xiomara que ha generado esperanza, agregó Angélica Smith, legisladora electa por Santa Bárbara.

Smith, cree que, con Xiomara Castro en el poder, la mujer ha pasado de ser una figura decorativa para inmiscuirse en el escenario de los protagonistas, donde se toman decisiones trascendentales, por lo que sostiene, que, ante la forma de gobernar de los hombres, las mujeres están a las puertas de hacer un mejor gobierno con grandes transformaciones.

Compromiso con las con las causas justas

Y Francis Argeñal virtual parlamentaria, por el Partido Nacional, es del criterio que la estoica voluntad expresada en las urnas con civismo por parte del pueblo, expresa parte de la esperanza, de días históricos por la confianza depositada en las urnas y se declara comprometida a servir desde nuevas ópticas.

Como mujeres –dice Argeñal-, llevamos el compromiso al CN de orientar nuestras propuestas e iniciativas en apoyo a las mujeres y en esos temas sensitivos desatendidos históricamente, debemos ser una fuerza que represente a su género en esos aportados trascendentales que ocupan de nuestra mano para que se desarrollen como: educación, salud y empleo.

El voto de confianza un compromiso serio

Argeñal, Smith y Urtecho, coinciden en que ellas como parlamentarias por primera vez en su andar político, se deben a la disciplina de un partido –Nacional, Libre y Liberal-, pero que tienen claro cuáles son las demandas prioritarias del pueblo, quien les han confiado el voto en busca de personas probas con ideas frescas y sensatas en pro de las mayorías.

La nacionalista Argeñal, le apuesta a legislar con manos limpias y bajo una misma bandera, la de Honduras; Urtecho, se comprometió a no defraudar y a seguir el legado de su madre con honradez y beligerancia, dijo; por su parte Smith, hizo eco de las palabras de Xiomara Castro que “la mujer debe estar al frente para que haya transformaciones equitativas”.

Xiomara Castro, será la onceava mujer en América que ejercerá el poder antes estuvieron: Lupe Arteaga en Ecuador, Dilma Rousseff en Brasil, Violeta Barrios en Nicaragua, Mireya Moscos en Panamá, Laura Chinchilla en Costa Rica, Michelle Bachelet en Chile, María Martínez y Cristina Fernández en Argentina, Lidia Tejada  y Jeanine Áñez en Bolivia.

Otras mujeres en la lucha política

Hasta la fecha en el país centroamericano sólo cuatro mujeres han logrado ser candidatas presidenciales, la primera de ellas fue Nora Gúnera de Melgar (QDDG), una lideresa forjada, desde su juventud, en las huestes del Partido Nacional de Honduras. Fue la candidata del Partido Nacional en las elecciones de 1997.

Esta mujer, además de ser la primera candidata a la presidencia del país, también se desempeñó como la primera y única alcaldesa electa de Tegucigalpa, capital de Honduras y presidenta de su partido. Todos esos triunfos los concretó en luchas duras y ambientes políticos adversos.

Entre su retórica insistió públicamente en los obstáculos que en Honduras soportan las mujeres con aspiraciones políticas, la discriminación y lo costoso que representa una participación, marcada especialmente por el machismo y los intereses de sectores.

En las elecciones generales de 1997, cuando compitió con el liberal Carlos Roberto Flores, Nora de Melgar obtuvo 844,985 votos.

Cuatro procesos electorales ausentes

Después de Gúnera de Melgar, tuvieron que pasar 16 años para que una mujer fuera candidata a la presidencia: fue el recién creado partido Libre, liderado por el expresidente José Manuel Zelaya Rosales, que designó a Xiomara Castro como su presidenciable.  

Previo a ello, Castro de Zelaya bregó en las calles y lideró la lucha de su grupo político, ganándose el respeto y el afecto de los seguidores de ese organismo político denominado Resistencia Popular. Esto tras el golpe de Estado en junio de 2009 cuando fue sacado del poder Zelaya Rosales.

En las elecciones de 2013, Xiomara Castro obtuvo 896,498 votos y su partido se constituyó como la segunda fuerza en el país.

En 2017 ella fue candidata presidencial para participar en ese proceso electoral, pero depuso su aspiración para cederla a Salvador Nasralla, un líder de oposición apoyado por Libre y el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (Pinu-SD), en una alianza por llegar al poder.

PAC y Frente Amplio se suman

Otras mujeres también han obtenido candidaturas presidenciales con resultados mínimos. Es el caso, en 2017 de diputada, Marlene Alvarenga, por el Partido Anticorrupción.

También Kellin Ninoska Pérez fue  otra mujer que aspiraba a la máxima magistratura de la República; por el novel partido Frente Amplio, en las recientes pasadas elecciones generales desarrolladas el 28 de noviembre de este año. Aunque no logró convencer al electorado encontró espacio en el ruedo político. (JP)

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