Wheelock reveló que por encargo del gobierno de Honduras, la extinta Unión Soviética realizó estudios satelitales en el Mar Caribe frente a Cabo Gracias a Dios, que encontró que en esa zona hay petróleo en cantidades comerciales.
El historiador y militar dijo que los japoneses, por encargo del gobierno de Nicaragua, realizó perforaciones en la misma zona y determinó que en ese sector hay 88.000 billones de barriles de crudo.
Agregó que en ese mismo sector también hay gas natural, aunque no indicó en qué cantidades.
Señaló que en base a esos estudios satelitales y de perforaciones petroleras tanto en Honduras como en Nicaragua, en la zona delimitada por la CIJ en el fallo de ayer, hay esa cantidad de crudo.
«Tengo la apreciación que en el lado de Nicaragua hay mas petróleo que en Honduras, y según informes de inteligencia, me indica por qué los hondureños querían el paralelo 15 como límite», argumentó Wheelock.
El historiador y militar indicó que en base a exploraciones que se han hecho en los años 60, 70 y 80 «en el resto de la costa Atlántica nicaragüense hay petróleo».
La CIJ dio ayer a Honduras la soberanía de cuatro islas del mar Caribe sobre las que mantenía un litigio con Nicaragua, pero rechazó su reclamación de que la frontera entre los dos países está en el paralelo 15.
Por ello, la CIJ estableció una nueva frontera que sigue una línea bisectriz entre las líneas costeras de Honduras y Nicaragua y que respeta las aguas de las islas bajo soberanía hondureña.
La nueva línea marítima fronteriza entre los dos países comienza en las coordenadas 15º00’52» norte y 83º05’58» oeste, a tres millas mar adentro a partir de la desembocadura del río Coco, como la definieron ambos países en la Comisión Mixta de 1962.
La Corte de la Haya decidió que Managua y Tegucigalpa deberán ahora negociar sobre cómo repartirse esas 3 millas comprendidas entre la desembocadura del río Coco y el inicio de la nueva línea marítima establecida.
Wheelock opinó que tras el fallo de la CIJ, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, debería de dialogar con su homólogo hondureño, Manuel Zelaya, y decirle «que ambos se muestren los dos documentos (de los estudios) para que los dos países progresen y logren combustibles baratos».