Tegucigalpa – La migración de menores está íntimamente ligada a la deserción escolar en el país, es por ello que los diferentes sectores que velan por la educación de Honduras exigen políticas educativas que vayan encaminadas a una reinserción de los menores que han retornado al territorio hondureño.
-En el presente año, más de dos mil menores han sido retornados al país.
-En los últimos 12 años la migración de menores ha ido en aumento.
-Menores están viviendo solos ya sea por migración de sus padres o porque la violencia les arrebató sus vidas.
La directora ejecutiva de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), Dulce María Villanueva, detalló a Proceso Digital que dos mil 106 menores han sido deportados al país hasta el 12 de abril del presente año.
Explicó que de los dos mil 106 menores retornados, mil 398 llegaron acompañados y 708 solos.
Asimismo, de dicha cantidad mil 203 eran niños y 903 niñas.
Sostuvo que Estados Unidos sigue siendo el país que deporta a más menores con mil 150, le sigue México con 824, Guatemala con 58 y Belice con siete.
Migración ha impulsado a la expulsión escolar
El oficial de comunicaciones del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Héctor Espinal, dijo a Proceso Digital que hay tres fases que han impulsado la migración de la niñez y la deserción escolar.
Detalló que para el año 2010, Honduras enfrentaba un problema grave que eran los días de clases donde se llegaban a tener en un año 90 días de clases. En 2012, el gran logró como país fue que se llegaron a tener 200 días de clases.
Posteriormente, se generó una ola de violencia, lo que provocó que las escuelas de ciudades grandes como Tegucigalpa y San Pedro Sula se vieran vacías debido a que miembros de maras y pandillas reclutan a los niños o los involucran en los ilícitos.
“Esto hizo que las aulas quedarán vacías, un fenómeno que afectó a la niñez, el país comenzó a tener un grave sistema no solo por la ausencia de los niños, sino que también a tener problemas en su circuito educativo por la calidad de educación que siempre ha sido deficitaria”, comentó.
Agregó que luego llegó la pandemia, en marzo de 2020 se suspenden las actividades educativas, esto hasta el 18 de abril de 2022 se convoca a la presencialidad en el país, sin embargo de 2.8 millones que tenían que haber estado en la escuela sólo 1.1 millones de niños están presentes en las aulas de clases con las dificultades que existen.
Señaló que todas estas fases han venido a golpear el ciclo educativo, sumado a ello, las dificultades económicas y de violencia obligó a los escolares a movilizarse de un lugar a otro y después fue muy normal que los menores salieran desde Corinto rumbo a México para entregarse en la frontera entre ese país azteca y Estados Unidos.
“Esta migración de niños y niñas ya venía siendo grande, pero el COVID-19, las formas de violencia vino a concluir con un sistema educativo agravado y sumado a esto los fenómenos naturales terminaron de impulsar la migración familiar y las escuelas sigan vacías”, apuntó.
Niños y adolescentes están viviendo solos
El director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), Rolando Sierra, dijo a Proceso Digital que a lo largo de las últimas décadas la migración ha ido cambiando ya que al inicio se iba el padre o la madre, hoy en día salen núcleos familiares o menores que son mandados a traer o se van solos.
“Vemos en el número de migrantes retornados que hay un incremento en la niñez de deportados desde Estados Unidos y México”, sostuvo.
Detalló que otro fenómeno que se está dando y que impulsa a la migración de menores es que muchos niños y adolescentes están quedando solos, viven solos porque sus padres han migrado o porque la violencia se los ha arrebatado.
Agregó que en los últimos años las caravanas también han sido un fenómeno para que las parejas jóvenes junto, a sus bebés y menores, se sumen a las mismas y afronten la ruta migratoria.
“Todos estos fenómenos impulsan la deserción escolar, por lo que se deben de tomar medidas o políticas educativas para fortalecer la incorporación de los niños y niñas que llegan deportados al país”, apuntó.
Reinserción de menores debe ser una prioridad
Por su parte, el especialista en temas migratorios de Plan Internacional, Edgardo Molina, dijo a Proceso Digital que la migración infantil y la deserción escolar están íntimamente relacionadas ya que para el año 2022, al menos 1.2 millones de niños se quedaron fuera de la educación formal.
Indicó que eso obligó a muchas familias junto a sus hijos o menores y adolescentes salieron del país tomando la ruta migratoria, de estos al final del año 16 mil niños fueron retornados a Honduras.
“Nuestra preocupación debe ir orientada a la reinserción de estos niños que retornaron al país y que estos niños sean incluidos al sistema educativo, porque si estos menores no encuentran un espacio seguro en los centros educativos terminarán huyendo de la educación formal”, arguyó.
Sostuvo que los centros educativos están plagados de violencia, acceso a drogas y los temas de las maras y pandillas que limitan el derecho a la educación, es por ello que se pide que los niños puedan tener un espacio seguro en la educación formal del país.
Deserción y exclusión escolar
El “Informe de Progreso Educativo: Honduras 2022”: analizó detenidamente los temas relacionados a 10 sectores de la educación nacional, entre ellos: la cobertura, eficiencia, calidad, equidad, autoridad y responsabilidad, estándares y sistemas de evaluación, profesión docente y el financiamiento. Estas categorías fueron evaluadas en escalas como: excelente, bueno, regular, deficiente y muy deficiente.
Respecto a este escrutinio realizado al sector educación, ninguna de las categorías se encuentra al menos en etapa de progreso y desarrollo, sino en retroceso o simplemente sin una tendencia definida; la cobertura es deficiente con más de 700 mil alumnos desertores, la eficiencia en detrimento, la calidad educativa es muy defectuosa; y la equidad se visibilizó con más fuerza durante y después de la pandemia.
Y sobre la autoridad y responsabilidad; no hay avances importantes en rendición de cuentas, transparencia y monitoreo al sistema, pese a existir un marco normativo favorable y los estándares y métodos de evaluación, apenas muestra modestos avances en elaborar estándares para estudiantes y evaluación de los aprendizajes, los docentes por su parte, sin tendencia definida solo muestran ligeros avances sobre la formación y capacitación.
Niños entre 6 y 12 años mayores víctimas del desplazamiento
Los niños que conforman el grupo etario entre 6 y 12 años son las mayores víctimas del desplazamiento forzado infantil en Honduras, según estadísticas del Conadeh.
Los datos de la defensoría del pueblo establecen que entre los años 2019 y 2021, el Conadeh atendió 2 mil 775 casos de desplazamiento forzado, lo que afectó a 6 mil 675 personas.
De la anterior cifra un total de mil 162 fueron casos que corresponden a niños y jóvenes entre 6 y 12 años.
Entre las causas de desplazamiento forzado infantil figuran amenazas, asesinatos y extorsión.
En el renglón de quiénes afectaron a los niños en estos casos el Conadeh establece que las maras y pandillas en el 69 % de los casos.
El 22 % de los casos corresponde a desconocidos, es decir personas que no son parientes ni afines a los menores desplazados por violencia.
El 5 % de los casos tuvo como responsable a las bandas criminales, el 4 % a personas conocidas del menor, destacó el informe. IR