Roma – La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, destacó hoy el «clima totalmente positivo» dentro de la coalición de derechas que la sostiene y que se mantiene unida con «un horizonte de cinco años» en el poder.
También aseguró que la natalidad es «una prioridad absoluta» de su Gobierno, que le ha destinado 1,500 millones de euros en sus Presupuestos.
En su primera y extensa conferencia de prensa de final de año, de más de tres horas, la líder ultraderechista abordó la «incomprensible» guerra de Ucrania, la «inaceptable» represión en Irán, el covid «bajo control» en Italia o la necesidad de «llegar hasta el final» en el escándalo del ‘Catargate’ que amenaza la credibilidad de Europa, entre otros asuntos.
Sobre la estabilidad de su Gobierno, apoyado por los líderes de la ultraderechista Liga, de Matteo Salvini, y la conservadora Forza Italia, de Silvio Belrusconi, la primera mujer en llegar al poder en Italia explicó que «confía en sus aliados», con los que tiene «una visión común» a pesar de los distintos «matices».
«Todos tenemos un horizonte de 5 años» porque «Italia ha pagado muy cara su inestabilidad política» y la mayoría gubernamental «es consciente de ello», dijo.
Interrogada sobre el Movimiento Social Italiano, el partido heredero del fascismo en el que militaron en el pasado ella y otros altos cargos de su gobierno, defendió «su papel» en la transición y en la historia republicana italiana.
La natalidad, «a la que hemos destinado globalmente 1,500 millones de euros, es una prioridad absoluta» porque «nuestro sistema del bienestar no puede continuar a medio plazo» sin un aumento, dijo Meloni, que la consideró una «elección política», como el apoyo a «los jóvenes y la familia» en los Presupuestos aprobados hoy en el Senado.
También se refirió al COVID, al asegurar que en Italia «hasta ahora la incidencia en baja» y que la «la situación está control», después de que desde ayer los pasajeros procedentes de China deben presentar un test negativo, «una medida que no será eficaz si no se toma a nivel europeo» por lo que ha pedido a la UE que actúe en este sentido.
Con los nuevos casos que están llegando de China, «la solución son los controles»: «Los test y las mascarillas serán útiles, las privaciones de libertad conocida en el pasado no son necesarias. Lo hemos visto en China, hay que trabajar en la responsabilidad de los ciudadanos», explicó.
Respecto al «Catargate», dijo que es «fundamental ver la respuesta de las instituciones europeas», al tiempo que criticó que «algunos colegas internacionales se refieran a esto como ‘italian job’, el trabajo italiano, como si fuese una mancha de nuestra nación», como si fuera «la gran corrupta», cuando en realidad «afecta a una familia política», dijo en alusión a la socialdemocracia, y «con responsabilidades bastante tranversales entre naciones».
También se comprometió a mantener el compromiso de gasto militar con la OTAN porque «la libertad de las naciones tiene un coste» y definió como «inaceptable» la represión en Irán, cuyo embajador en Italia fue convocado ayer por el jefe de la diplomacia, Antonio Tajani, para instarle a terminar con las ejecuciones.
Meloni, que se mostró «impresionada» por ver a la campoeona iraní de ajadrez competir sin velo en Kazajistán, añadió que si siguen las penas de muerte contra inocentes, cambiara la actitud de Italia mediante consultas «con los aliados internacionales».
Preguntada sobre cómo piensa reconstruir las relaciones con Rusia, tras su apoyo incondicional a Ucrania, dijo que no debe confundirse a los ciudadanos rusos con sus autoridades.
En cualquier caso, Italia «se ha propuesto para ser garante de un eventual acuerdo de paz», una iniciativa en la que hay que seguir trabajando, dijo Meloni, que viajará a Kiev antes del primer aniversario de la invasión, el próximo 24 de febrero.
«Es fundamental mantener el apoyo a Ucrania, si se quiere que dos partes discutan, la condicione de base es el equilibrio entre las fuerzas en el campo». AG