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Masacre de Orlando sacude a Estados Unidos

Washington – El presidente de EEUU, Barack Obama, condenó la «masacre horrible» cometida en una discoteca gay de Orlando (Florida), que provocó al menos 50 muertos y 53 heridos y se convirtió en el tiroteo masivo «más letal» de la historia del país.

«Aunque aún es pronto en la investigación, sabemos los suficiente para decir que esto fue un acto de terrorismo y un acto de odio», afirmó Obama, visiblemente afectado, en una declaración televisada a la nación desde la Casa Blanca.

«Y como americanos, estamos unidos en el dolor, la indignación y la determinación para defender a nuestra gente», subrayó el mandatario, en un tono que reflejaba la gravedad de la peor matanza que sufre EE.UU. desde los atentados del 11 de septiembre de 2001.

En una alocución efectuada tras reunirse con el director del Buró Federal de Investigación (FBI), James Comey, y sus asesores en materia de seguridad nacional, Obama admitió que las autoridades desconocen aún «las motivaciones precisas del asesino».

«Todavía estamos conociendo los hechos», insistió el presidente, al confirmar que el FBI investiga la masacre como «un acto de terrorismo».

«Lo que está claro es que era una persona llena de odio. En los próximos días descubriremos por qué y cómo sucedió esto», zanjó Obama, al remarcar que fue un día «especialmente doloroso» para la comunidad LGTB (homosexuales, lesbianas, transexuales y bisexuales).

obaminEl sospechoso del tiroteo, que ocurrió en la madrugada del sábado al domingo en la discoteca Pulse de Orlando, fue identificado por la Policía como el estadounidense de origen afgano Omar Mir Seddique Mateen, de 29 años y nacido en Nueva York.

El presunto autor de la matanza, que murió en un enfrentamiento con la Policía tras atrincherarse en el local con rehenes, fue investigado por el FBI en dos ocasiones, entre 2013 y 2014, debido a su posible vinculación con grupos terroristas.

El supuesto responsable del ataque, que portaba un fusil de asalto y una pistola, llegó incluso a llamar, poco antes de empezar el tiroteo, al teléfono de emergencias 911 para declarar su lealtad al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

El EI asumió hoy la autoría de la matanza, informó la agencia de noticias Amaq, vinculada a los yihadistas, al asegurar que el ataque fue obra de un «combatiente» del grupo radical.

Las autoridades corroboraron hoy que Mateen compró legalmente armas de fuego en EE.UU., de ahí que Obama señalara en su discurso que la masacre representa un «recordatorio más de lo fácil que es que un arma caiga en las manos de alguien y le permita disparar a gente en una escuela, un lugar de culto, un cine o una discoteca».

El presidente ha abogado en numerosas ocasiones por la aprobación de leyes que restrinjan el derecho a poseer y portar armas, contemplado en la Segunda Enmienda a la Constitución de Estados Unidos, si bien se topó siempre con la firme oposición del Congreso.

El ataque, cuyas imágenes de víctimas ensangrentadas siendo evacuadas de las discoteca en plena noche repitieron sin cesar las televisiones locales, ha causado una enorme conmoción en el país, donde se guardaron momentos de silencio en honor de las víctimas.

Como muestra de duelo, Obama ordenó hoy que las banderas ondeen a media asta en la Casa Blanca y en todos los edificios federales hasta el anochecer del 16 de junio «como señal de respeto por las víctimas del acto de odio y terrorismo» en el club de Orlando.

«Ningún acto de odio o terrorismo jamás cambiará quiénes somos o los valores que nos hacen estadounidenses», aseveró el líder demócrata.

La masacre también se dejó sentir en el Desfile del Orgullo Gay de Los Ángeles y en el Festival del Orgullo de la Capital en Washington, que hoy se celebraron, pese al impacto del ataque de Orlando, entre medidas de seguridad más estrictas.

«Quiero que todos los que están aquí sepan que estamos seguros y estamos protegidos. Nuestros agentes de las fuerzas de la ley están aquí», señaló el alcalde angelino, Eric Garcetti, al comienzo del desfile.

Garcetti reveló que la Policía de la ciudad californiana de Santa Mónica detuvo hoy a un hombre con armas de asalto y posibles explosivos que planeaba ir al Desfile del Orgullo Gay de Los Ángeles, si bien no guarda relación la matanza de Orlando.

La tragedia también sacudió la campaña para las elecciones presidenciales de noviembre, ya que el virtual candidato republicano, Donald Trump, exigió actuar con «dureza e inteligencia» ante el «terrorismo radical islámico» y pidió la dimisión de Obama.

La candidata oficiosa demócrata, Hillary Clinton, propuso redoblar los esfuerzos para defender al país de «las amenazas internas y externas» y propugnó la limitación del acceso a las armas de personas como el presunto atacante de Orlando.

Clinton anunció que, a raíz de la masacre, quedaba cancelado el primer mitin político que iba a celebrar junto al presidente Obama el próximo miércoles en la ciudad de Green Bay, en el estado de Wisconsin.

Primeras investigaciones sobre autor de 

matanza y primeras identificaciones

Las primeras investigaciones sobre la matanza de medio centenar de personas en una discoteca gay en Orlando (centro de Florida, EEUU) revelaron hoy posibles nexos entre su autor, que fue investigado dos veces, y grupos terroristas.

Menos de 24 horas después de la matanza en la discoteca Pulse, frecuentada por homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales, el FBI dio a conocer algunos datos de Omar Mir Seddique Mateen, de 29 años y nacionalidad estadounidense, quien murió en el mismo lugar del tiroteo por disparos de la Policía.

illoraAl mismo tiempo se conocieron las identidades de siete de las 50 víctimas mortales de este «acto de terrorismo y odio» como lo calificó el presidente de EEUU, Barack Obama.

Se trata de los primeros identificados y cuyas familias ya fueron notificadas. Sus nombres son Edward Sotomayor Jr., Stanley Almodóvar III, Luis Omar Ocasio-Capo, Juan Ramón Guerrero, Eric Iván Ortiz-Rivera, Peter O. González-Cruz y Luis S. Vielma.

La discoteca Pulse había organizado para este sábado una «Noche latina», dedicada a ritmos como bachata y reguetón, por lo que es muy probable que un alto porcentaje de las víctimas sean hispanos, una comunidad que representa el 29 % de la población de Orlando, famosa en todo el mundo por sus parques temáticos y de atracciones.

El agente del FBI Ron Hopper consideró en una rueda de prensa que es pronto para afirmar que la matanza esté vinculada al terrorismo, pero indicó que el presunto autor de los disparos en la discoteca llamó la atención de las autoridades en 2013 por primera vez.

Según Hopper, en aquel entonces Seddique Mateen hizo «comentarios incendiarios a sus compañeros de trabajo que dejaron entrever sus posibles lazos con terroristas» y fue entrevistado hasta en dos ocasiones.

Posteriormente, en 2014, fue entrevistado por su presunta relación con Moner Mohammad Abusalha, un terrorista con nacionalidad estadounidense que murió en un ataque suicida en Siria, pero se resolvió que «el contacto fue mínimo y no constituyó una amenaza».

La empresa de seguridad G4S confirmó hoy en un comunicado que Seddique Mateen era desde 2007 uno de sus empleados, y se declaró «conmocionada» por lo ocurrido.

Según G4S, el joven no estaba de servicio cuando perpetró la matanza y la compañía está cooperando con las autoridades.

La exesposa de Seddique Mateen, que pidió no ser identificada, declaró hoy que no era una «persona estable» y que la maltrataba.

«Me golpeaba. Venía a casa y empezaba a golpearme porque la colada no estaba acabada o cosas así», dijo al diario The Washington Post la mujer, quien se casó con él en marzo de 2009 pero se separó a los pocos meses.

Según la exesposa, el presunto asesino no dio nunca señales de haberse radicalizado, poseía una pistola de pequeño calibre y trabajaba como guardia en un centro de delincuentes juveniles.

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