Tegucigalpa (Proceso Digital / Jorge Sierra) – Fueron el primer partido político fundado en Honduras. Pasaron 130 años desde que ilustres personajes de pensamiento liberal enarbolaron sus ideas para construir parte importante de la democracia en este país centroamericano. Hoy, su realidad es diferente, luchan por sobrevivir y lograr mejores resultados que en las últimas tres elecciones generales, y con ello aspirar a un resurgir en los comicios subsiguientes.
– Muchos lo llaman el seguro de vida de la democracia hondureña, para algunos es la institución política responsable de las más grandes transformaciones del país y otros creen que dejó de ser una organización referente por la ausencia de liderazgos.
– A partir del 29 de noviembre el PL debe ser oposición permanente para resurgir en las elecciones de 2025, sugirió Edmundo Orellana.
Esta institución de derecho público fue fundada por Policarpo Bonilla el 5 de febrero de 1891, bajo el lema “El Liberalismo es una milicia eternamente joven porque sus ideales no caducan, está en constante renovación en cada etapa del proceso social humano”.
Entre sus principales logros destacan: creación del Seguro Social, el Código del Trabajo, obras emblemáticas como el Hospital Materno Infantil, la Ley de Emisión del Pensamiento, la creación del Estatuto del Docente, entre importantes obras de infraestructura, avances sociales y otras conquistas.
(VER) Perfil de Yani Rosenthal
En la actualidad el Partido Liberal postula al empresario Yani Rosenthal para los comicios del próximo 28 de noviembre y con él buscan lograr para muchos lo imposible -ganar la elección- tal como ocurriera por última vez hace 16 años cuando Manuel Zelaya Rosales, ahora en el Partido Libre, lograra el sitial de honor en Casa Presidencial.
Protagonistas en la historia democrática reciente, la enseña rojo-blanco-rojo saboreó la miel de la victoria en cinco elecciones generales: Roberto Suazo Córdova (1982-1986), José Simón Azcona Hoyo (1986-1990), Carlos Roberto Reina (1994-1998), Carlos Roberto Flores (1998-2002) y Manuel Zelaya Rosales (2006-2009).
La crisis política de 2009 cuando Manuel Zelaya fue depuesto, punteó la decadencia del PL. Se marcó una fractura interna que provocó un éxodo gigantesco de simpatizantes hacia otras fuerzas políticas.
Luego de lograr el 49 % de los votos en los comicios de 2005 y que significó su último triunfo, vino el declive con el 38 % de los sufragios en 2009; 20 % en 2013 y 14.7 % en 2017.
A esta centenaria institución se le considera como la responsable de dar vida a varios partidos políticos como el caso del Partido Nacional y también a Libertad y Refundación.
Actualmente son la segunda fuerza de oposición y se sostiene por la cantidad de gobiernos municipales, así como por su importante bancada en el Poder Legislativo.
Sus finanzas están completamente como el color de sus ideales (en rojo) e incluso su principal bien inmueble está asegurado por el Estado ante el presunto uso de fondos públicos en campañas electorales.
A sus dirigencias se le achaca el haber descuidado la juventud liberal, lo que también le ha pasado factura en el presente siglo, donde apenas ganó una sola elección.
De cara al proceso eleccionario de este 28 de noviembre, el PL se debate entre la carencia de liderazgo y las luchas fratricidas de sus principales líderes, quienes han trasladado hasta la base sus diferencias casi irreconciliables.
Elvin Santos, Luis Zelaya y ahora Yani Rosenthal han representado en la contienda electoral a los liberales en las últimas tres elecciones.
En el caso de Yani, éste viene de pagar una condena por lavado de activos en EEUU y prácticamente se bajó del avión para asumir la precandidatura que ganó en los comicios primarios de marzo de este año.
Pese a que el candidato liberal ha explicado muy bien su oferta política, parece que la misma no le genera todos los réditos ante el electorado.
Partido de las transformaciones
Para el abogado, exfiscal del Estado, exministro de Defensa y militante activo del Partido Liberal, Edmundo Orellana, dijo que ese instituto político tiene un lugar muy especial en la historia de Honduras.
“El Partido Liberal fue hasta hace muy poco una de las fuerzas más importantes del escenario político y en su momento fue responsable de significativas transformaciones e incluso hasta revoluciones prácticamente”, esbozó.
Aceptó que la historia del PL comienza a mostrar un declive desde el golpe de Estado de 2009, cuando fue derrocado el expresidente Manuel Zelaya Rosales. Ahí debe considerar un parteaguas en la historia de nuestro partido, dijo Orellana Mercado.
Avizoró que tal como marchan las cosas “es difícil que el Partido Liberal pueda levantarse en muy poco tiempo de la postración que cayó hace 12 años”.
“El partido fue capturado por los que lo destruyeron en 2009, y aunque no todos los actores principales de 2009 están dirigiendo el partido, pero la mayoría sí, y eso le ha traído problemas gravísimos al partido, tiene sus bienes embargados y ante el peligro de ser privado el dominio a favor del Estado, a consecuencia justamente de la utilización de recursos públicos para pagar campañas electorales, y lo que más preocupa que los responsables de esta realidad todavía controlan al partido”, fustigó.
Reto principal del PL
A criterio de Orellana Mercado, el principal reto del PL es mantener su voto duro que no es poca cosa, ya que en las elecciones primarias fueron el segundo partido con más votos obtenidos, solo superado por el Partido Nacional.
Orellana previó que en los comicios del último domingo de noviembre habrá tres manifestaciones con resultados diferentes de votos: presidencial, municipal y parlamentario. “Debemos mantener y tratar de incrementar el voto a nivel municipal porque a nivel de diputados el partido no tiene una buena oferta electoral y el voto presidencial las encuestas demuestran que es el más bajo”, explicó.
Alabó la fortaleza partidaria municipal en muchas ciudades importantes, donde los ediles liberales se han reelegido una y otra vez.
Puntualizó que “es difícil que la membrecía del Partido Liberal termine por favorecer al Partido Liberal. Los militantes de Libre tienen una actitud muy agresiva e incluso hasta rabiosa. Por las manifestaciones que uno ve en las redes y en la calle, da la impresión que el peor enemigo de Libre es el Partido Liberal y en esas condiciones los liberales que podrían encontrar un buen refugió en Libre, pues no se sentirían cómodos yendo a un lugar que los rechaza y los desprecia”.
Orellana Mercado concluyó que el PL no debe pensar en las elecciones del 28 de noviembre de 2021. “Lo que debemos hacer es pensar a partir del 29 de noviembre para iniciar un renacer, pero para eso es necesario que se haga una revisión a fondo de las políticas, actitudes y líderes del partido. Si nos quedamos siendo comparsas de uno de los partidos que gane la elección, entonces estamos destinados a morir”.
Bajo esta perspectiva, el PL es considerado como una institución que cogobierna con el oficialismo, pero sin lugar a dudas las elecciones del 28 de noviembre pueden significar un resurgir o la tumba de la otrora fuerza política fundada el 5 de febrero de 1891. (JS)