Tegucigalpa – El más novel de los partidos políticos en Honduras que en los comicios generales de 2013, sorprendió a las elites políticas por su incursión con trece diputados al parlamento y un caudal electoral de un poco más de 400 mil electores, cuatro años después de esa hazaña, sufre un declive sin precedentes que amenaza con diezmar fuertemente su militancia. Es el Partido Anticorrupción (PAC).
Liderado por el ingeniero, animador y conductor deportivo, Salvador Nasralla, el PAC no solo logró colarse entre las principales cuatro fuerzas políticas electas en el 2013, también arrancó al bipartidismo un importante caudal político en Cortés, uno de los departamentos más importantes en términos electorales. Los diputados del PAC fueron los más votados, por encima de los partidos Nacional, en el poder, Liberal y Libertad y Refundación (LIBRE), en la oposición.
El orden de los partidos políticos en los comicios generales de 2013 fue: Partido Nacional con el actual presidente Juan Orlando Hernández, como vencedor; Libertad y Refundación (LIBRE) en segundo lugar, el Partido Liberal (PL) en tercero y el PAC como cuarta fuerza política.
El bipartidismo lo conformaban los partidos Nacional y Liberal, pero en las elecciones de hace cuatro años, Honduras dio paso al multipartidismo de la mano de LIBRE y del PAC.
Salvador Nasralla, demostró entonces que la llamada figura del “outsider” o jugador fuera de la política, había llegado al país y canalizado un importante caudal de electores inconformes con las tradicionales prácticas de componendas y opacidad que han caracterizado el sistema de partidos políticos hondureños.
Su discurso anticorrupción caló entre sus electores y simpatizantes que miraron a Nasralla como una figura mediática con la que muchos de ellos crecieron alrededor de la pantalla televisiva. Jóvenes y gente de clase media inconforme con los vicios de la política y los políticos, vieron en Nasralla una esperanza de cambio, un canal por donde podían expresar su descontento.
Inicia el quiebre
El PAC incluso estuvo a punto de quedarse con el principal gobierno local de Honduras, después de Tegucigalpa, la capital. Se trata de la ciudad de San Pedro Sula, en el departamento de Cortés, donde al final, el conteo de actas no favoreció a su candidato y dio el triunfo al del Partido Nacional.
El Partido Anticorrupción había logrado lo que otros nuevos y ahora viejos partidos como el PINU, la Democracia Cristiana y la izquierdista Unificación Democrática no habían logrado en años: permear el sistema político de partidos.
Con todas estas hazañas, la tendencia apuntaba a que el PAC iría en crecimiento y que para este próximo proceso electoral de noviembre de 2017, Salvador Nasralla iba estar mejor posicionado y con mayores opciones de triunfo que en el pasado, pues tendría estructuras, plataforma programática y un buen desempeño parlamentario en el Congreso Nacional, entre otros aspectos.
Pero no fue así. El PAC empezó a ser víctima de su inmadurez, de estrategias erráticas, de discursos populistas cargados de autoritarismo y de las ambiciones de poder que terminan cegando a los políticos. Salvador Nasralla fue víctima de sus propias contradicciones, de sus trampas y de los dolos sutiles, unos, y abiertos otros, que rondaron en el camino.
Así empezó a pelearse con sus propios diputados, a quienes humillaba o desautorizaba públicamente y a las mujeres parlamentarias del PAC en particular. Ello golpeó a su bancada que, en medio de esas divergencias, en la valoración final de hechos, ha tenido un papel destacado en el parlamento. Pero muchos diputados se le corrieron al PAC y se fueron a otros partidos.
Ha sido la diputada Marlene Alvarenga—una infiltrada, según Nasralla—quien decidió enfrentar a Nasralla y hoy lo tiene con un pie prácticamente fuera del PAC. Nasralla, fundador e inspirador del PAC, sin proponérselo, ha contribuido al declive sin precedentes que hoy tiene ese partido.
Nasralla, en un callejón sin salida
El Tribunal Supremo Electoral (TSE), el órgano que por ley rige la institucionalidad de los partidos políticos y el proceso eleccionario en un país, ha desconocido unas elecciones internas del PAC convocadas por Nasralla el 9 de abril por no cumplir una serie de requisitos. La facción de Nasralla desconoció al movimiento de Alvarenga quien apeló al Tribunal Electoral.
El TSE tras pláticas con Nasralla por más de un año para intentar darle institucionalidad a ese partido, vino tres meses después, a indicar que los movimientos de Marlene Alvarenga y de Walter Banegas—diputado y jefe de la bancada del PAC—estaban habilitados para participar en unos comicios internos del PAC que fijo para el 21 de mayo, cuatro días antes de la convocatoria a elecciones generales el 25 de mayo próximo.
Asimismo, en su resolución dio un plazo de 24 horas a Nasralla para que inscribiera su movimiento, de lo contrario quedaría fuera de las internas. Marlene Alvarenga participará con tres movimientos donde ella es la candidata por consenso, más el movimiento de Walter Banegas. Los espacios de negociación para Nasralla son nulos.
Nasralla anunció que no acatará el ultimátum del TSE y anunció que se irá del PAC y se cobijará con su gente bajo la alianza de oposición de cara a las elecciones que construye con LIBRE y el PINU/SD. Ahí deberá buscar espacios para sus cuadros más leales y la negociación no será fácil, máxime si esos cupos los busca en LIBRE.
Así, el hombre inspirador de un partido que sorprendió a las elites políticas hondureñas, parece estar dispuesto a pasar la hoja y dejar ese partido a sus opositores al asegurar que ahora con Marlene Alvarenga que se perfila desde ya como la nueva presidenta y candidata presidencial del PAC, este instituto político quedará “reducido” como un “Partido Nacional en chiquito”.
Nasralla ha cuestionado al TSE y el accionar de sus funcionarios. En un último intento por retener el control del PAC se mandó a publicar, en la sección de Avisos del diario oficial La Gaceta, el resultado de los comicios que su facción realizó el 9 de abril, queriendo sorprender a la opinión pública al señalar que ello era legal. Las autoridades de la Empresa Nacional de Artes Gráficas (ENAG) donde se imprime La Gaceta, así como del TSE aclararon que esa publicación salió en un apartado comercial, pero no tiene el sello oficial que se imprime a todos los hechos legales del tribunal electoral.
¿Muerte súbita?
El declive del PAC se ahonda cuando a lo interno han entrado también otras dos fuerzas internas que operan en silencio: la de los policías reestructurados de la Policía Nacional por la comisión depuradora. Dos fuerzas se vislumbran ahí, una es la del esposo de Marlene Alvarenga, el comisionado en retiro, Santos Rivera, primo de los integrantes del desarticulado cartel del narcotráfico de “Los Cachiros”.
La otra facción es la del comisionado también en retiro, Henry Osorto, que ha dichopúblicamente que junto a otros compañeros de armas apoya la gestión de Salvador Nasralla, a quien asesoran en seguridad. Esas fuerzas outsiders dentro del propio PAC están también en el juego de la lucha del poder partidario.
La suerte del PAC parece estar echada y así como fue de súbito su surgimiento, puede ser también su debacle. Serán sus electores y seguidores quienes dictarán su suerte en los próximos comicios de noviembre.
En tanto, Salvador Nasralla tiene el desafío de ver cómo encaja “sin incomodar” en otro partido o en la Alianza, porque, aunque insiste en que sigue siendo el hombre fuerte del PAC, los sellos del partido ya no le pertenecen. Y en el juego de la legalidad, la institucionalidad y los papeles cuentan.