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Intervención en Catacamas desata el debate sobre desarme

Tegucigalpa – Con una superficie de 7,228.5 kilómetros cuadrados, el municipio de Catacamas en Olancho es el más grande de Centroamérica y hoy es noticia y ha desatado el debate sobre un desarme general en la sociedad hondureña tras su intervención.

Catacamas, llamada la Ciudad Florida por el gran poeta y escritor Froylán Turcios, hoy se encuentra en el “ojo del huracán” luego que el ministro de Seguridad ordenara su intervención después de un enfrentamiento entre policías y civiles armados.

Su intervención ha desatado un debate en el país entre diversos sectores de la sociedad que cuestionan el papel de los entes de seguridad y también la permisividad de la portación de armas entre la población civil.

La ciudad está situada a 210 kilómetros al noreste de la capital hondureña, Tegucigalpa, sin embargo se rige bajo sus propias leyes y aunque muchos políticos provienen de la misma, se considera por parte de la población un lugar olvidado por la estamenta política del país.

 En Olancho, un departamento ganadero pero también altamente vinculado al narcotráfico, lo más común es ver a un civil armado, en muchas ocasiones incluso con mejores armas que los entes de seguridad del país.

¿Qué sucedió?

Cuando el reloj marcó las 12 del mediodía del pasado jueves 28 de noviembre un grupo de personas armadas enfrentó a policías desplazados a una iglesia, lo que provocó un enfrentamiento verbal que casi termina en tragedia.

El hecho sucedió cuando se realizaba una misa de dos personas que habían sido asesinadas el pasado martes en la aldea Las Mesitas de la misma ciudad.

Durante el oficio religioso se presentaron una decena de personas con armas visibles, lo que provocó el miedo de los vecinos que temían un enfrentamiento con otro grupo de hombres armados.

Ante dicha situación, la Policía Nacional desplazó una patrulla de efectivos al mando del comisario Cristian Nolasco que ordenó a las personas que permitieran ser requisadas.

La oposición de los hombres provocó un enfrentamiento verbal y que los policías levantaron sus armas y las colocaran en disponibilidad de disparo, mientras los civiles armados gritaban y señalaban su oposición a ser requeridos.

Todos los civiles involucrados fueron detenidos, según la Policía Nacional de Honduras.

Intervención

24 horas después del hecho que pudo terminar en una tragedia, el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, ordenó a la Policía Nacional que realice una intervención total en el municipio de Catacamas, departamento de Olancho.

“Ya se encuentran en el sector más de 200 funcionarios policiales reforzando las operaciones de la jefatura metropolitana de esa ciudad y tres black Mambas”, señaló el ministro.

Sánchez comunicó que ya se han incautado 18 armas de fuego por portarlas visiblemente y que ya está trabajando con el Ministerio Público para la presentación de requerimientos.

La intervención mantiene varias zonas de alto riesgo bajo la vigilancia de entes de seguridad en ese departamento, el más vasto del país.

Desarme general

El presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en Honduras (Codeh), Hugo Maldonado, volvió a hablar este día de un desarme general, esta vez para el municipio de Catacamas.

«Actos como los que sucedieron en Catacamas no deben darse en el resto del país, estamos viendo que todas las armas que decomisaron tienen permisos», acotó.

En ese orden, propuso un desarme general en la zona y la permanente intervención por parte de la Policía Nacional.

Hablar de desarme, es hablar de seguridad pública y se debe hacer en el marco del respeto de los derechos humanos de todos los ciudadanos, zanjó.

Lo anterior coloca en el debate público nuevamente el tema de desarme general, un tema que semanas atrás revolucionó a los habitantes del departamento de Colón.

Muchos muertos, poca investigación

El alcalde de Catacamas en el departamento de Olancho, Marco Ramiro Lobo dijo que espera que exista la seguridad para que la población realice sus actividades normales luego del incidente ocurrido en las últimas horas que provocó que la Policía Nacional determinara intervenir esa zona del oriente de Honduras.

Consultado sobre si era necesaria la intervención policial en ese municipio, el alcalde Lobo respondió que “para nosotros es importante mantener la seguridad de la ciudad, ya días se vienen presentando hechos violentos y siempre se continúa con la dinámica de hacer levantamiento de cadáveres, pero normalmente estos hechos quedan en la total impunidad, no hay investigación que es lo que estamos reclamando”.

Ejemplificó que hace tres días un hombre fue acribillado en una carretera muy transitada que es la salida a zonas productoras de ganadería (que conduce a Cuyamel, Poncaya y Río Blanco). “Nos hemos acostumbrado a que se hagan los levantamientos de los cadáveres, pero sin profundizar en la investigación”, anotó.

Lobo externó que “no hemos recibido ninguna notificación ni de un vocero de la Secretaría de Seguridad, ni de los oficiales que están a cargo de estos operativos, supongo yo que es decisión que se ha tomado en la Secretaría de Seguridad, y por supuesto lo que nos interesa y de lo que estamos pendiente es la tranquilidad de nuestra gente, la ciudad se está desarrollando en su forma normal y el comercio igual”.

Puntualizó que “esperamos que se genere ese clima de tranquilidad que tanto deseamos nosotros porque de alguna manera el trabajo que hacemos es generar condiciones para la inversión”. PD

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