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¿Independencia de CNA en riesgo?

Tegucigalpa- El reciente nombramiento de Nelson Licona como coordinador de la Asamblea del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) ha desatado una tormenta política y mediática, levantando serias dudas sobre la independencia de la institución más reconocida en la lucha contra la corrupción en Honduras.

Desde el oficialismo, las voces se han alineado en una sola narrativa: el relevo en la cúpula del CNA significa una “renovación” y el “regreso al combate genuino” contra la corrupción.

Sin embargo, en los pasillos del poder y entre los sectores críticos, se teme que esta movida sea una maniobra del gobierno para subordinar a Gabriela Castellanos, la incómoda directora ejecutiva del organismo que durante años ha señalado irregularidades dentro del propio aparato estatal.

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El excanciller Enrique Reina, hoy candidato a designado presidencial en la fórmula de Rixi Moncada, lanzó una dura crítica a Castellanos:

“Los delirios de grandeza son peligrosos. Ahora la lucha contra la corrupción depende de una ONG que nunca se atrevió a atacar a JOH directamente. Además, fue apoyada por fondos externos acusados de influir en la desestabilización de gobiernos en los Estados Unidos. Deberían auditarlos”, sentenció.

Mientras tanto, Gabriela Castellanos, ha respondido con una advertencia directa: “No veo a Nelson Licona como una amenaza, por ahora. Pero si se convierte en una amenaza, lo denunciaré. El CNA trabaja con independencia, y el coordinador no tiene todas las facultades.”

LEER: Llegada de Licona a CNA no la siento como amenaza, pero si llega a hacerlo lo denunciaré: Gabriela Castellanos

Castellanos insistió en que las investigaciones del organismo “se realizan sin conocimiento previo de la Asamblea”, precisamente para blindar el trabajo técnico de cualquier interferencia política.

Por su parte, Nelson Licona intentó bajar la tensión asegurando que su gestión se basará en “honestidad, transparencia y trabajo en equipo”, y que “todas las decisiones se consultarán con la Asamblea”.

El diputado de Libre Jari Dixon Herrera fue más contundente: “Nelson Licona tiene el gran reto de regresar al CNA a su verdadera función de combate genuino a la corrupción.”

El gerente administrativo de la Secretaría de Energía, Luis Munguía, calificó como un cambio positivo la reciente reestructuración dentro del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), destacando que esta medida podría devolver al organismo su enfoque original en la lucha contra la corrupción.

El funcionario acusa que Gabriela Castellanos convirtio el CNA en un instrumento de persecución política y remarca que Nelson Licona es ahora jefe de Gabriela Castellanos.

Estas opiniones anteriormente citadas son solo algunos ejemplos de la arremetida del oficialismo, para mostrar su complacencia con el nombramiento de Licona y advertir a Gabriela Castellanos que ahora si tiene quien le cuente las costillas.

Llamado de alerta

Desde el FOSDEH,  se reafirmó el respaldo al CNA, destacando su papel “invaluable en la defensa del interés público y la transparencia”. El organismo pidió “garantizar la continuidad, independencia y efectividad del accionar institucional”, pilares esenciales para la democracia hondureña.

«El FOSDEH reafirma su compromiso de colaboración interinstitucional, el respeto a
la independencia de los organismos sociales y la defensa del Estado de derecho
como parte de los pilares indispensables para el desarrollo sostenible y democrático de
Honduras», cita el escrito.

En su pronunciamiento Fosdeh expreso su reconocimiento, solidaridad y respaldo a la
directora ejecutiva del CNA, Abogada Gabriela Castellanos, por su legitimo
liderazgo y su trayectoria de coherencia y compromiso con el país. Extendemos
también todo nuestro apoyo al gran equipo técnico e institucional del CNA para que
continúen ejerciendo su labor con integridad, transparencia y vocación de servicio
público.

Trasfondo

Sin embargo, el sector opositor percibe un trasfondo distinto. El dirigente nacionalista Fernando Anduray calificó el hecho como “un asalto al CNA por parte del oficialismo”, y advirtió que la intención es “ocultar investigaciones contra la corrupción del actual gobierno”.

“Con este movimiento, Libre pretende neutralizar al CNA, una institución que ha sido incómoda para los poderosos. No cabe duda de que se intentará encubrir muchos casos”, declaró Anduray.

Incluso advirtió que el CNA había preparado un dispositivo de observación electoral “que ahora podría ser manipulado a favor de Libre”.

La candidata a diputada por el Partido Liberal, luz Ernestina Mejía, manifestó que como sociedad civil le están solicitando al recién nombrado coordinador del Comité Ejecutivo del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Nelson Licona, “las garantías de que él no será el agente de la oligarquía melista”, en ese ente.

En medio del fuego cruzado, voces más moderadas como la del abogado Kenneth Madrid intentaron desdramatizar el conflicto, recordando que las facultades del coordinador “están claramente delimitadas por la ley y no representan un poder absoluto”.

Para otros también a resultado curioso el apoyo repentino de muchas organizaciones a Licona reconocido militante de Libre, incluyendo la iglesia católica.

Con todas las conjeturas, para muchos analistas, el riesgo es real: si el CNA pierde su independencia, Honduras perdería una de las pocas instituciones que ha desafiado al poder sin miedo.

Como su directora ejecutiva Gabriel Castellanos, ha remarcado en ciertas ocasiones “Cuando se denuncia, a mucha gente le incomoda. Pero seguiremos haciéndolo, porque el CNA no tiene dueño político”, pero hoy cabe la duda según lo apuntan sectores.LB

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