Madrid- El ministro de Cultura y Deporte español, Miquel Iceta, aseguró que si Luis Rubiales hubiera dimitido antes como presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) «nos hubiéramos ahorrado algunos problemas a todos» y que «había un verdadero clamor social y también en las estructuras del deporte y el fútbol español».
«Cada uno decide sus tiempos y su formas. Ayer se produjo una decisión que esperaba muchísima gente, había un verdadero clamor social y también en las estructuras del deporte y del propio fútbol español. Seguramente si se hubiera producido antes nos hubiéramos ahorrado algunos problemas todos, pero las cosas son como son», afirmó.
Antes de la presentación este lunes del informe del Observatorio anual de piratería de las industrias culturales, Iceta consideró que «todo esto ha puesto en marcha una ola imparable de defensa de los derechos de las mujeres y de exigencia del respeto a las deportistas mujeres».
«Todos decimos ahora se acabó, como María Jiménez -en referencia a una popular canción de la artista flamenca fallecida el pasado jueves-, y efectivamente se acabó», dijo, antes de referirse a la fecha en la que la RFEF debe celebrar ahora elecciones presidenciales, que en su opinión sería mejor con una nueva Asamblea General.
«Esto lo tiene que decidir la propia Federación. Si se hiciera de inmediato serían los mismos delegados que estuvieron en la última Asamblea, mientras que si se hace en los primeros meses del año que viene habría que proceder a elección de nuevos representantes. Probablemente sea la opción más sensata, pero nosotros escucharemos lo que tenga que decir el presidente Pedro Rocha y acompañaremos ese proceso que sin duda debe ir marcado por lo que Pedro Rocha decía, una reestructuración profunda de la Federación», indicó.
Iceta descartó que todo lo ocurrido por el comportamiento de Luis Rubiales durante la final del Mundial femenino en Sídney y el posterior beso a la jugadora Jenni Hermoso en el podio, tras la victoria de España sobre Inglaterra, sea un daño irreparable para la imagen de España.
«Daños irreparables hay afortunadamente muy pocos en la vida, este lo estamos reparando ya. La propia dimisión del señor Rubiales es una reparación notable del daño causado. A nivel internacional tuvieron mucha repercusión los hechos que se produjeron en la celebración de la victoria de nuestra selección en el campeonato mundial, pero también está teniendo una importantísima repercusión la decisión de Rubiales de dimitir», subrayó.
El ministro avanzó también que «desde hace muchos días» están «trabajando con los organismos internacionales para que no se vea perjudicada la candidatura española, junto a Portugal y Marruecos para celebrar el Campeonato Mundial de 2030 en nuestro país». EFE lb