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“Honduras, podría estar a las puertas de una noche oscura”: Renato Álvarez

Tegucigalpa – Llegó a Tegucigalpa hace más de tres décadas, traía como casi todos los emigrantes de tierra adentro, un costal de ilusiones y expectativas.
 

Su carácter es un contraste de firmeza y vehemencia. Son muchos los que comparten sus pensamientos e ideales, pero otros tantos los adversan, no obstante, han aprendido a respetar los pensamientos de este periodista hondureño.

Se trata de Renato Álvarez. Nació en El Porvenir, Francisco Morazán, el 2 de diciembre de 1961. Proviene de una familia modesta. Sus padres Miguel Ángel Álvarez e Irma Vásquez, marcaron su vida. Tiene tres hermanos.

Es padre de Diego, Gabriel y Camila, quienes son la levadura por la que todos los días, junto a su esposa Scarlett, da la cara a la vida.

Sus más de treinta años en los medios de comunicación han marcado no solo su vida sino la vida de millares de oyentes y televidentes que lo ven esperanzados.

Inició su trabajo periodístico en el área deportiva, en radio América, pasó luego a noticias generales, coordinó espacios radiales informativos por unos 20 años. Luego transitó por la televisión. En la actualidad es director de Telenoticias y del programa Frente a Frente, ambos espacios, con una gran audiencia, están situados en horarios estelares de la Corporación Televicentro ,

Este 25 de mayo, fecha en la que se conmemora el día del Periodista hondureño, el Colegio de Periodistas de Honduras, CPH, otorgará a Renato Álvarez el premio nacional de prensa “Álvaro Contreras”.

Al filo de iniciar su conversación con Proceso Digital, Álvarez contestó su teléfono. Recibió la llamada de una televidente que le hacía una denuncia sobre el mal servicio en una estación gasolinera. Él, como si se tratara de una persona conocida de hace años, le prometió averiguar la situación y trabajar el tema en sus espacios informativos.

Así iniciamos nuestro diálogo con Renato Álvarez:


PD – ¿Por qué seleccionaste el periodismo como la profesión de tu vida?

Renato – Yo creo que mi padre tuvo una tremenda influencia en esto. Influencia porque me obligaba a leer los periódicos que llegaban en la tarde a mi pueblo todos los días; le agradaba que escuchara los noticieros radiofónicos, las transiciones de gobierno de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUH).

A él le agradaba que fuera siempre el maestro de ceremonias de todos los eventos desde la escuela. Desde los seis años, cuando había tribuna popular en las fiestas cívicas, el 15 de septiembre, frente a la municipalidad, era su satisfacción que yo pronunciara un discurso.

Entonces me llevó tanto a la comunicación que yo a los 10 años era un adicto. Cuando a las cinco de la tarde aparecían los buses que regresaban de Tegucigalpa a mi pueblo, yo andaba detrás buscando los periódicos.

Yo siento que fue mi padre el que me indujo, el que generó una tremenda influencia para que me gustara la comunicación, no me cabe la menor duda de eso.

Bueno y al final antes de elegir la carrera en la universidad, mi madre me recomendó que estudiara periodismo, pero por algunas razones me incliné por la medicina, saqué como 14 clases de medicina, pero según cursaba esa carrera, soñaba con la comunicación y tomé la decisión de estudiar periodismo.


PD – ¿Como fueron tus inicios en el periodismo?

Renato – Tuve la fortuna de encontrarme con gente que me ayudó bastante en Radio América, Rodrigo Wong que fue el que me abrió las puertas de Radio América, me encontré con un periodista deportivo de ese entonces que se llama, Mario Pineda; con Luís Edgardo Vallejo, con Pepe González. Toda esa gente me ayudó, no fueron egoístas conmigo, me facilitaron las cosas, me dieron confianza, no me relegaron.

El primer año ahí, no obtuve ningún salario y tenía que andar visitando a mi familia sin que supieran que los visitaba en horas del mediodía o a las cinco o seis de la tarde porque no ganaba absolutamente nada y que caminaba grandes distancias para llegar desde Radio América hasta donde vivía, o desde la Universidad a Radio América. Fuera de esas dificultades económicas, las cuales se superaron, no me quejo, fueron momentos felices, enormes, de gran satisfacción para mí.

PD- ¿Cuales son tus mejores experiencias en el mundo de la prensa?

Renato – Están ligadas a las exclusivas. Es decir, los 20 años que estuve en radio mis grandes satisfacciones eran cuando lanzábamos una primicia que generaba mucha opinión pública. Y que aparecía en los medios impresos al siguiente día y que HRN no la había obtenido. Es decir la competencia que siempre tuvimos en deportes y en prensa general, con HRN en algunos momentos fue bastante fuerte.

Esta búsqueda de exclusivas y la competencia así como me provocaba grandes satisfacciones, lanzar una primicia y generar opinión pública, me generó también las más severas depresiones cuando la “N” nos ganaba. O cuando la “N” aparecía arriba en las encuestas con uno o dos puntos de nuestros noticieros…pero igual había bastante equilibrio.

PD- ¿Tus decepciones en el periodismo?

Renato – No, yo no me quejo, a mi lo que me ha ocurrido en el periodismo me ha ayudado a forjar mi carácter, más allá de que uno tiene que volverse comprensivo, más interpretativo, leer; el periodismo no me ha generado decepciones.

Las querellas que he experimentado en estos 30 años son inherentes al periodismo, procedentes de algún comentario, alguna denuncia, alguna información que no le haya gustado a alguien y que ese alguien te llame, te amenace con una querella o con lesionarte físicamente, yo lo miro como parte de la actividad periodística.

Decepciones del periodismo, la verdad que yo no recuerdo,…

PD – ¿Cuales son tus referentes periodísticos?

Renato – Entre más años de experiencia que adquiero, con más trabajo y responsabilidades, más admiro a la prensa. Veo que la prensa evoluciona…ovejas negras las tenemos en todos los gremios. Gente que viola los principios éticos dentro de las carreras los tenemos en todas las profesiones.

No me inclino por decir alguien, por mencionar un referente en el periodismo pero si hablo de las últimas décadas siento que nuestro gremio mejora, tiene mejor capacidad de investigación. No me queda la menor duda de eso.

PD- ¿Cuál es tu aspiración como comunicador social?

Renato – Fíjate que yo me he puesto a pensar últimamente y me doy cuenta que mis aspiraciones no las tengo muy claras. Paso por un proceso que siento la necesidad de irme desligando y buscando nuevas cosas en mi vida. El periodismo aparte de las satisfacciones que me ha generando ha producido también un desgaste emocional enorme. Te confieso que hasta siento que ha afectado mi salud. Sí yo sigo trabajando con la responsabilidad y con la intensidad el periodismo, no creo que tenga diez años más de fuerza para esto.

Por eso es que no lo tengo muy claro todavía, imagínate y algunas veces pienso ya en irme desligando, pero si me preguntás “¿qué pensás hacer con el periodismo?”, no lo sé, no lo sé, por eso es que te digo que no tengo claro, en este momento, que aspiraciones tengo en el periodismo.

PD- ¿Cuales son las diferencias entre la Honduras de tus inicios en la prensa y la Honduras de ahora?

Renato – A mi me tocó hacer periodismo en el área de prensa general, poco después que se produjo el último desaparecido en el país, es decir nuestras instituciones habían perdido la credibilidad porque venían como saliendo de los 184 desparecidos (políticos), entonces había la necesidad de crear instituciones de acuerdo de la reuniones de los presidentes centroamericanos para los acuerdos de Esquipulas.

Había la necesidad de recuperar la confianza, siento que en ese momento había más capacidad de diálogo en Centro América. Existía la necesidad de buscar consensos y retomar los valores democráticos, salir de la época de represión, de los desaparecidos, de tal manera que recuerdo que apareció un José Elí Zúñiga (ex agente de la policía de investigación que denunció la corrupción al interior de ese cuerpo de seguridad), fue en los tiempos del presidente (Rafael) Callejas. La coyuntura fue óptima para sacar la policía de la Fuerzas Armadas, desapareció la DNI , se creó la DGIC , el Ministerio Público, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos. Fue un avance institucional para el país muy importante.

Podemos decir que Centro América trataba de recobrar el consenso y Honduras no era la excepción. Esos fueron mis comienzos. Era la etapa aquella de la guerra fría y las repercusiones en América Central. Entonces, cuando comparo ese consenso que buscábamos a mediados de los años 80 , la creación de nuevas instituciones para civilizarnos, para posibilitar el diálogo con la Honduras que tenemos hoy , hay mucha diferencia.

Yo siento que el país—bueno, si los grupos sociales no le hacen contrapeso a los excesos—estamos viendo en este momento que pudiéramos tener una dictadura, yo siento que si no hay capacidad de alertarnos todos para contrarrestar los excesos, los egocentrismos políticos de alguna gente en este momento, Honduras pudiera estar a las puertas de una noche oscura, sin mirar aquella inestabilidad que han pasado países del Cono Sur, entre otros. Igual que lo que está pasando en otras naciones donde los presidentes se reeligen, se reeligen y se reeligen y tienen a sus sociedades divididas con un antagonismo que no les produce un mejor nivel de vida si no que desgaste en todo aspecto, no hay mucha diferencia entre lo que viví cuando comencé en prensa general y lo que estoy viviendo ahora.

PD – ¿En ese contexto que planteas Renato, a tu juicio, hacia donde camina entonces la prensa hondureña?

Renato – Hay una prensa que es partícipe de lo que el gobierno quiere, de los objetivos políticos del gobierno y situarlos con esa prensa, esa prensa dice tener la razón, yo no soy quien para juzgar a esa prensa, igual hay otra prensa que cree en los valores democráticos, que cree en la alternancia en el poder, que creemos que es necesario, mas allá de los principios universales que el periodismo nos manda, estar en el centro de las cosas. Que si vamos a informar, que mostremos las caras de una noticia, sin poner juicios de nuestra parte, yo si siento que ha llegado el momento de hacer prevalecer un poco mas esos valores democráticos y de tomar partido por ellos, máxime cuando vemos el rumbo de América Latina, gente imponiéndose a la fuerza, con artificios, con esquemas al margen de la ley, intentando perpetuarse en el poder con propósitos pocos claros en materia democrática.

PD – Cerramos la plática periodística, pero Renato Álvarez no cambió su expresión, ni sus preocupaciones, su realidad personal y profesional lindan en lo íntimo, su compromiso deja ver la autenticidad de un hombre que llegó a Tegucigalpa, la capital hondureña, desde El Porvenir hace unas tres décadas. Ahora este periodista tiene la mirada puesta en un escenario nacional que le estremece el alma.

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