Tegucigalpa – En medio de una incertidumbre por la llegada de los lotes de vacunas, con los hospitales al 100% de ocupación y con la denuncia de falta de medicamentos, Honduras se prepara para un potencial tercer embate virulento de la COVID-19, luego del feriado de Semana Santa cuando se pudo apreciar que los vacacionistas no guardaron las medidas de bioseguridad, lo que según los especialistas se reflejará con un colapso dentro de un par de semanas.
-Honduras ha vacunado el 0.42% de la población y la meta para lograr la inmunidad de rebaño es inocular al 70 por ciento de la población elegible, que son 5.7 millones de personas.
-Los efectos de las aglomeraciones que se vieron en terminales de autobuses y en los balnearios y playas, se verán con un repunte de casos dentro de dos semanas.
Ese es el sombrío panorama que le espera a Honduras en las próximas semanas, según los expertos, porque el país debe aumentar los centros de triaje, ampliar cupos en los hospitales, abastecer de medicamentos a los centros asistenciales y aumentar el número de pruebas.
Asimismo, piden agilizar el proceso de adquisición de vacunas ya que la cantidad de personas que se han vacunado es ínfima, pues no llega ni al 1% de la población.
Panorama oscuro
Ante esa situación, empleados de centros de triaje, como el doctor Jorge Villanueva del centro de estabilización de la Universidad Católica, recomiendan que luego de que las personas han estado de fiesta en playas, balnearios y otros centros turísticos y de diversión, se necesita urgentemente y con tiempo habilitar más camas de hospital, que se contrate más personal, se abastezca de más medicamentos y oxígeno, ya que la tercera oleada de casos y decesos por coronavirus es inminente.
Asimismo, piden que se agilice el proceso de adquisición de vacunas, porque sin inocular al mayor número de personas, no se podrá ganarle la batalla al COVID-19, al tiempo que solicitan una reunión de planificación urgente este lunes con las autoridades de la Secretaría de Salud, pues si no se toman decisiones el colapso en los hospitales y centros de triaje y estabilización será total.
Recordó que la cantidad de infectados va en aumento y se incrementará más por los contagios en playas, balnearios y sitios de diversión cuyo período de incubación no ha comenzado sino que será en este mes de abril y mayo que tendrá una repercusión.
El presidente de la Asociación de Médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), en San Pedro Sula, doctor Carlos Umaña, advierte que para abril y mayo se vislumbra un oscuro panorama ya que los hospitales de ese organismo prácticamente están colapsados después de la celebración de las elecciones primarias y de hecho en el Hospital de Especialidades de la capital hondureña ya no cabe un paciente más, la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), está absolutamente llena y el personal médico están sin la posibilidad de atender de la mejor manera a los derechohabientes, mientras que el hospital de la capital industrial se encuentra entre un 85 y 90% de ocupación.
A eso se suma la falta de medicamentos en el IHSS como los anticoagulantes, esteroides, antibióticos, no hay fármacos para atender a los pacientes que permanecen en la UCI, mientras que los pacientes siguen llegando graves, casi sin posibilidades de sobrevivir.
La jefa de Neumología del Instituto Nacional Cardiopulmonar (INCP), Suyapa Sosa, ha advertido que “en tres semanas esto será espantoso”, ya que la salida masiva de hondureños a turistear y el inconsciente incumplimiento de las medidas de bioseguridad traerá un panorama oscuro para los hondureños.
Recalcó que lo que le espera a la población hondureña será algo sin precedentes ya que las salas COVID de los centros asistenciales capitalinos están al 100% al tiempo que lamentó la falta de medicamentos para atender a los pacientes como está ocurriendo en el IHSS.
Ínfima vacunación
Expertos hondureños en el tema de salud reprochan que el país no cuente con las vacunas anticovid. Honduras solo ha recibido 53 mil dosis del antídoto; 48 mil dosis de vacunas de AstraZeneca donadas por la iniciativa Covax y cinco mil dosis de Moderna que envió el gobierno de Israel.
Refirió el doctor Umaña que nadie sabe cuándo llegará el resto de vacunas que prometió Covax y tampoco el gobierno mostró el contrato que hizo con Rusia para adquirir 4.2 millones de vacunas Sputnik V.
Covax anunció que enviaría a Honduras 424 mil 800 dosis de vacunas de AstraZeneca entre los meses de marzo y mayo. De esta cantidad 139 mil 200 dosis eran para entrega en marzo, pero solo cumplió con un lote de 48 mil dosis, las que ya se aplicaron al personal sanitario público y privado.
Asimismo, se anunció que el instituto ruso Gamaleya enviaría un lote no especificado de vacunas compradas por el gobierno, en marzo, y también incumplió con el tiempo de entrega.
Según Umaña, lo que estaría seguro es que el IHSS va a recibir a partir de mayo las vacunas anticovid adquiridas al laboratorio AstraZeneca, pero igual, la entrega será en lotes de 203 mil dosis en un periodo de seis meses. En total el Seguro Social adquirirá 1.4 millones de dosis de vacunas para inmunizar a 700 mil derechohabientes.
Reina la incertidumbre
El presidente del Sindicato de Trabajadores del IHSS, Héctor Escoto, refirió que hace dos meses se hizo el anuncio de la llegada de vacunas para el Seguro Social y se dijo que vendría el primer lote el 21 de abril, pero ahora se habla que será hasta el 15 de mayo.
“No tenemos una fecha establecida, digamos para el 1 de mayo, para el 15 de mayo, para el 20 de mayo, para el último de mayo, no hay una fecha establecida en ningún contrato ni en ningún papel, solamente es una nota que dio AstraZeneca, que ya no venía el 21 de abril, sino que hasta en mayo”, lamentó.
En ese sentido, manifestó que “estamos con esa incertidumbre, porque cada día que se retrasa una vacuna significa más muertes para los pacientes o más muertes para el público en general. El Seguro Social ha hecho muy bien en esta situación, el contrato muy bien, la empresa privada hizo su papel y exponiéndose a perder su dinero, porque fueron ellos los que sirvieron de aval y el problema es AstraZeneca, eso hay que decirlo, no es el Seguro Social ni el país en sí”.
Por su parte, la epidemióloga y patóloga, Silvia Portillo, manifestó que “sería bueno que tuviéramos información de cómo va la negociación con Sputnik V y si realmente van a venir”.
El asesor científico Ernesto Dala, indicó que hay ya 20 vacunas anticovid en el mundo de las cuales cinco están autorizadas en el país, y la meta que se tiene es inocular a 5.7 millones de personas que representan un 70% de la población total, 1.9 serán cubiertas por el mecanismo Covax, 700 mil personas con la compra que ya hizo el Seguro Social, dos millones 100 mil personas mediante la compra de la vacuna Sputnik, por lo que resta un millón de personas que es la cantidad que se tendría que cubrir.
Sobre el tema, la epidemióloga y exministra de Salud, Elsa Palou, sugirió al gobierno que informe al pueblo cuándo van a venir las vacunas que comprará a Rusia, a fin de poder inmunizar a un mayor número de hondureños.
Añadió que eso significa para Honduras que se va a tardar más tiempo en lograr la inmunidad de rebaño, que se logra al tener a más del 70% de la población vacunada lo que permitiría abrir la economía con mucha más tranquilidad de lo que se está haciendo en este momento, aunque existe la duda y la incertidumbre que una apertura más grande significa mayor contagio y mayor cantidad de fallecimientos.
“Creo que uno de los problemas es que no se da información oficial al público sobre qué pasa y cuál es la programación por ejemplo de la vacuna Sputnik, cuándo viene, son cuatro millones de dosis, dos millones de personas a vacunar, eso ayudaría bastante, esos 5.7 millones de personas que se tienen que vacunar, no sólo es el 70% de la población, es la población elegible hasta el momento para vacunas, porque sabemos que no se ha dado el visto bueno para vacunar niños todavía, aunque ya hay estudios de vacunación de niños y les está yendo bien, gracias a Dios, ya Estados Unidos comenzó a vacunar embarazadas y les está yendo bien en algunas áreas, esperemos que se pueda dentro de algún tiempo que se pueda dar el visto bueno”, apuntó Palou.
Gran reto logístico
Estimó que vacunar al 70% de la población significa tener casi 12 millones de dosis y suponiendo que esas dosis ya estuvieran aquí, para vacunar a esos 5.7 millones de personas, se tendría que estar inoculando entre 15 mil y 30 mil personas diarias para poder lograr esa meta, lo que significa que será un reto logístico muy grande para el país.
Indicó que estar vacunando por poquitos y si eso se deja pasar por mucho tiempo, eso no causa ningún impacto en la pandemia y si se quiere lograr la inmunidad de rebaño se tiene que vacunar a ese 70% de la población elegible lo más rápido posible y ahorita se ha vacunado a menos del 1% y con eso no se detiene para la nada la transmisión comunitaria.
“Bendición” para el virus
Palou agregó que si a eso se le suma las aglomeraciones que se han visto en piscinas, balnearios, playas y lugares públicos, eso significa una mayor transmisión comunitaria, aunque el país ha tenido una serie de eventos que han significado una “bendición” para el virus, como el paso de las tormentas Eta y Iota, luego las fiestas navideñas, después las elecciones primarias y ahora la Semana Santa por lo que considera que “el virus está de fiesta”, porque realmente “le hemos facilitado bastante las cosas”.
Hay que señalar que a pesar de que el COVID-19 continúa acabando con la vida de cientos de personas en el país sin importar posición social. Miles de veraneantes se amontonaron en las terminales de buses de todo el país con el propósito de viajar y disfrutar la Semana Santa.
En las distintas terminales se observó cómo algunos de los veraneantes cumplían con las medidas de bioseguridad, sin embargo, a otros les importó poco y no respetaron el distanciamiento físico y el uso de la mascarilla, por lo que los expertos han advertido sobre las repercusiones que tendrá dentro de dos o tres semanas.
Cabe destacar que, aunque Honduras ha restringido la llegada de pasajeros procedentes de Suramérica para evitar la llegada de la nueva variante del COVID-19 que es mucho más agresiva y que ataca también a los jóvenes, expertos consideran que esa cepa que se ha detectado ya en Panamá, también ya está en Honduras, lo que supone un mayor riesgo de una transmisión comunitaria.
