Miami, (EEUU) – La ex Secretaria de Estado Hillary Clinton aceptó el jueves la candidatura presidencial demócrata en la convención del partido en Filadelfia y pidió un voto de confianza para ser elegida en las elecciones de noviembre.
En el último de los cuatro días de la convención demócrata, Clinton comenzó con un reconocimiento público de la campaña llevada a cabo por el senador Bernie Sanders, su rival en las primarias demócratas, y a sus seguidores cuando les dijo que había escuchado sus pronunciamientos y que los tendría en cuenta.
Sanders ha obligado a Clinton a girar un poco a la izquierda en su plataforma política, sin necesidad de llegar a una posición tan progresista como la que propugnaba el senador Sanders, que se declara como “un socialista demócrata”.
La aspirante a la presidencia por el Partido Demócrata fue presentada por su hija Chelsea, quien la ha hecho abuela dos veces a sus 68 años, diciendo que estaba muy orgullosa de su madre, a quien anunció como “la próxima presidenta de Estados Unidos”.
Clinton recordó que fue en la ciudad de Filadelfia donde se firmó en 1776 la constitución de independencia de 13 colonias de la corona británica, no lejos de donde se celebraba la convención, para recordar el logo del partido “Juntos somos más fuertes”.
En una crítica directa al aspirante republicano a la presidencia, el magnate Donald Trump, Clinton dijo que este quiere separar a los norteamericanos y al país del resto del mundo.
“Trump quiere que tengamos miedo al futuro y miedo a nosotros mismo”, dijo la ex Secretaria de Estado, de quien dijo que en su discurso de la convención republicana de la semana pasada en Cleveland, aseguró que “él sólito iba a resolver todos los problemas del país, pero sin decir como lo hará”.
La ex Primea Dama criticó también que Trump alardea de que hará grande y poderosa de nuevo a Estados Unidos, “pero los productos que utilizan sus empresas están hechos en el extranjero y no en nuestro país”.
En política exterior, Clinton dijo que si llega a ser presidenta va a respetar los acuerdos de defensa que tiene Estados Unidos con los países aliados, especialmente en Europa.
Clinton, que cuando fue Secretaria de Estado visitó 112 países, hacía así referencia a las recientes declaraciones de Trump de que Estados Unidos no tendría que acudir “necesariamente” en defensa de un país miembro de la OTAN, en caso de ser atacado por Rusia.
El discurso de Hillary Clinton fue muy efectivo, enérgico, vibrante y bien recibido por los delegados de la convención, que la interrumpían a cada momento con aplausos y gritos de apoyo.
Clinton se enfrentaba a un gran desafió, el de tratar de convencer a los indecisos, independientes y seguidores desilusionados del senador Bernie Sanders, de que está preparada para ocupar la Oficina Oval de la Casa Blanca.
Hasta ahora, Clinton no ha sido capaz de generar mucho entusiasmo y pasión en su campaña electoral, como lo consiguió Sanders, su ex rival en las primarias demócratas.
Y, en el otro espectro político, hasta el mismo Donald Trump, el candidato presidencial republicano, a pesar de su agresiva e imprevisible campaña.
La convención ha tenido grandes momentos. En el primer día, la Primera Dama, Michelle Obama, deslumbró a los delegados con un discurso a favor de Clinton y destacando el factor humano de esta.
Y el presidente, Barak Obama, dio tal vez el mejor discurso del evento, cuando el miércoles dijo que no había un hombre o una mujer tan cualificada para ocupar el alto puesto en la Casa Blanca que Hillary Clinton.
Cuando los delegados empezaron a abuchear el nombre de Donald Trump, el candidato presidencial republicano cuando Obama lo mencionó que no estaba capacitado para ser presidente, les gritó:
“No lo denigren, voten el 8 de noviembre”.
El discurso más emotivo fue tal vez el del ex presidente Bill Clinton, quien trató de exponer el lado humano de su esposa, y a la que calificó como una incansable luchadora por la justicia social.
La intervención más desgarradora fue posiblemente la de Michael Bloomberg, ex alcalde Nueva York, quien dijo que el cómo neoyorquino podría distinguir muy bien a un “empresario tramposo como Trump”, por sus frecuentes bancarrotas y a quien calificó como “un peligroso demagogo”.
La convención ha estado marcada por las constantes protestas de los seguidores del senador Sanders, que alegan que le han robado a este la nominación presidencial como parecen demostrar los 20,000 correos internos de los directivos del Partido Demócrata y revelados por el sitio en internet “Wikileaks”.
Estos “emails” indican que hubo una cierta conspiración para denigrar a Sanders, para favorecer la candidatura de Clinton, en las primarias demócratas.
