Tegucigalpa – El mundo del fútbol está de luto luego de conocerse la infausta noticia del fallecimiento del reconocido entrenador hondureño, Ricardo Taylor Zelaya, quien dejó este mundo en la madrugada de este domingo consecuencia de un infarto cuando tenía 74 años de edad.
Taylor fue un hombre lleno de fútbol, tanto como jugador, entrenador, administrador y dirigente, quien siempre cumplió con lealtad y honestidad cada periplo en su amado fútbol y donde gran parte de su carrera la dedicó a enseñar el apasionante deporte en las ligas menores.
Taylor fue un delantero muy bueno con la cabeza, de aquellos que remataban sin miedo al arco y estuvo en la primera alineación del Olimpia cuando se fundó la Liga Nacional en 1965.
El reconocido entrenador, nació en la ciudad de Tela, en la interminable cantera del fútbol hondureño, participó en el Tela Deportivo, luego se enlistó en el Ejército, participando en el equipo de las Fuerzas Armadas, de donde fue observado por el Olimpia, club que lo trajo a sus filas a final de la década de los 50, teniendo una brillante trayectoria como delantero del emblemático equipo capitalino.
Taylor como se le conocía, jugó y compartió con los grandes del Olimpia, “Pipe” Barahona, “Reno” Rodríguez, Abrahán Pavón, “Calistrín” Suazo, “Tigrillo” Rosales y tantas leyendas del club de las hazañas deportivas dentro y fuera del país.
Con los albos fue parte de campeonatos en la Liga Nacional, además hizo goles inolvidables en el torneo de Clubes Campeones de Concacaf como un cabezazo impresionante al Alianza de El Salvador.
Con el recordado entrenador brasileño Marinho Rodrigues fue parte de la selección nacional en la competencia eliminatoria rumbo al mundial de Inglaterra 1966 cuya base fue el Olimpia, anotando el primer gol eliminatorio al equipo de Estados Unidos, además fue parte de selecciones juveniles del país.
Luego de culminar su etapa como jugador, Taylor incursionó en la profesión de entrenador la que fungió en todas sus categorías, desde los más chiquitos hasta los del primer equipo de su amado Olimpia y los pumas de la Universidad.
Fue presidente y directivo del Colegio Nacional de Entrenadores en varias ocasiones acompañado de sus amigos Carlos Padilla Velásquez y Mario Griffin Cubas. Recientemente fungió como catedrático e instructor de la Escuela Nacional de Entrenadores de Fútbol.
Taylor se dedicó a entrenar categorías menores del Olimpia junto al también renombrado entrenador Carlos Cruz Carranza, también ya fallecido.
Se desempeñó también como administrador de la Liga Nacional en Tegucigalpa, donde era el encargado de todas las recaudaciones de los clubes Olimpia, Motagua y otros clubes, haciendo un trabajo honesto y respetado por la dirigencia de los clubes.
Sus restos mortales están siendo velados en la capital de la República donde radicaba, y el mundo del fútbol lamenta la partida de uno de los quijotes que ha tenido el deporte hondureño por su aporte como entrenador a la formación de los estrategas que tiene este país.
