Tegucigalpa – Olancho, Colón, Yoro, Gracias a Dios, El Paraíso, Cortés, Atlántida y Santa Bárbara ocupan un lugar preponderante en el mapa de la siembra industrial de las plantaciones de coca en Honduras, país que pasó de ser puente a productor de la droga, de acuerdo a las propias aceptaciones de las autoridades locales.
Recientemente, el ministro de Defensa, José Manuel Zelaya, refirió que los reportes de inteligencia indican la presencia de colombianos y mexicanos para entrenar a hondureños en la siembra de coca y marihuana.
Honduras es considerado un territorio clave en la ruta del narcotráfico y ha dado pasos firmes en todas sus modalidades: tránsito, consumo, producción y comercialización.
Específicamente las plantaciones de coca se han producido en los municipios de Iriona, Limón, Sonaguera y Bonito Oriental en Colón; Olanchito, en Yoro; Gualaco, Esquipulas del Norte, Dulce Nombre de Culmí y Patuca, en Olancho; Juan Francisco Bulnes, en Gracias a Dios; Trojes, en El Paraíso; San Antonio, en Cortés; La Masica, Atlántida; y Trinidad y Azacualpa en Santa Bárbara.
Las mismas investigaciones oficiales señalan que detrás de las plantaciones de coca estaría el cartel Montes Bobadilla, El Cartel del Norte, Los Piningos, Los Elvir, Los Aragón y Los Amador, así como operadores o residuos de capos extraditados como Fredy Mármol, Los Rivera Maradiaga (Los Cachiros) y Wilter Blanco.
El primer hallazgo
Los reportes oficiales apuntan que para 2017, cuando trascendieron los primeros descubrimientos de sembradíos, Honduras ya tenía al menos una década de haber incursionado en este mundo a manera de experimento en los inicios del siglo XXI.
El Ministerio Público reportó en el primer trimestre de ese año, la que calificó como el primer hallazgo en el país, ocurrido en el municipio de Esquipulas del Norte, departamento de Olancho, en las coordenadas N 15° 15´ 18.00¨ y W 86° 42´ 55.72¨. El sembradío estaba entre una siembra de marihuana.
En el sitio, que forma parte de una cordillera montañosa que colinda con los departamentos de Yoro y Colón, se encontró además lo que se supone sería un narcolaboratorio para la extracción de la pasta base, donde se decomisaron una serie de precursores químicos utilizados para tal fin.
Según las investigaciones de campo practicadas por expertos de la Fiscalía Contra el Crimen Organizado (FESCCO) y la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico (DLCN), “los cultivos de arbustos de hoja de coca serían de tipo transgénico, con una alta concentración del principio activo, sembrada con un alto nivel de tecnología agrícola que le permitió adaptarse tanto al suelo, como al clima, del sector”.
Los datos oficiales dan cuenta que en 2017 en Honduras se registró el hallazgo de 12 mil plantas de coca, 112 mil en 2018, 40 mil en 2019, 424 mil 900 en 2020 (año pandemia), 531 mil 836 en 2021, 6 millones 550 mil en 2022 y casi 7 millones en 2023.
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La experta en temas de seguridad, Arabesca Sánchez, ha señalado a Proceso Digital que la siembra de coca en el país data años anteriores de 2017, mientras otros informes apuntan que la producción de la pasta habría iniciado entre el 2009 y 2010.
Un informe de la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley, del Departamento de Estado de Estados Unidos, señala las limitaciones en el combate de la lucha contra las drogas en Honduras, entre ellas la corrupción, al tiempo que advierte el avance en el cultivo de las plantaciones de coca desde hace una década, siendo las regiones de Colón y Gracias a Dios, los principales epicentros.
En la actualidad, además de Olancho, Colón y Gracias a Dios, los departamentos de Atlántida, Yoro, El Paraíso y Cortés han sido detectados siembras del cultivo.
Además en estos puntos se registran hallazgos de plantaciones de amapola y marihuana holandesa en el occidente de Honduras, esto descubierto a inicios de 2014.
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Zonas inhóspitas
El común denominador de las zonas donde se siembra la materia prima de la cocaína es lo inhóspito de los terrenos.
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Para el caso, en el municipio de Juan Francisco Bulnes, Gracias a Dios cumple con ese requisito. El reporte del Ministerio Público indica que una de las incineraciones ocurrió en una zona inhóspita y que para llegar hasta ahí fue necesario cruzar los vehículos en balsa por el río Sico y luego los agentes de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) debieron caminar.
De acuerdo a fuentes de la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) se estima que cárteles mexicanos, como los de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, son los que están detrás de esa penetración, aunque no operan directamente, con un despliegue de individuos armados, sino en diversas ocasiones a través de cultivadores de origen colombiano, conocedores de los cuidados que necesita la planta de coca.
El Señor de los Cielos y de las plantas de coca
Una fuente del Ministerio Público le confió a Proceso Digital que José Luis Oliva Meza, alias «El señor de los cielos», el extraditado número 33 a EEUU, era el responsable de la mayor plantación ubicada a la fecha en el departamento de Colón.
Esta fuente también reveló que detrás de estas extensas plantaciones de coca están personajes poderosos del país, cuya influencia ha permitido este descomunal crecimiento.
Además, refirió que existe un descontrol detrás de químicos empleados para la transformación de esta planta, lo que ha dado paso a la proliferación de narcolaboratorios.
Además del Clan Montes Bobadilla, cártel que en el mundo del hampa se le atribuyen las siembras de decenas de hectáreas de coca, los herederos del otrora cártel de Los Amador también son señalados en este negocio.
En los últimos años, las plantaciones de coca son más visibles en el departamento de Olancho, que desbancó a Colón en ese tipo de siembras ilícitas y actualmente esa extensión de los cultivos hace que Honduras reciba el nada honroso título de país industrial de coca.
Las investigaciones de los cuerpos de inteligencia establecen que estructuras del narcotráfico que operan en el departamento de Colón expandieron las siembras de coca a la zona de La Mosquitia, en sitios selváticos y de difícil acceso para evitar ser descubiertos.
Los parques nacionales se han convertido en blanco de los criminales. Ya son varios los hallazgos de plantíos en estos sitios, como el ubicado en 2021 en las cercanías de la Reserva Forestal de Pico Bonito y Arenal.
A inicios del 2023, fuentes del instituto castrense hondureño informaron a Proceso Digital que la operación en el sector montañoso entre el Parque Nacional de Pico Bonito y el refugio de vida silvestre Texiguat, al sur del municipio de La Masica, Atlántida.
Previamente, en 2022 se informó de una nueva erradicación y destrucción de arbustos de hoja de coca, en una zona conocida como El Antigual, departamento de Colón y colindante con la biósfera del Río Plátano, afectando la reserva natural.
En la zona se identificaron al menos unas 10 manzanas cultivadas con arbustos de hoja de coca y estructuras de lo que serían narcolaboratorios.
Ese mismo año, agentes de la Policía Nacional lograron la ubicación y el decomiso de alrededor de 60 manzanas de tierra cultivadas con arbustos de coca en el Parque Nacional de Patuca.
El predio de ocho manzanas de extensión se localiza dentro del Parque Nacional Sierra Río Tinto, donde además, se habían instalado laboratorios para la elaboración de pasta de coca y tres viveros.
El salto al fentanilo
El fentanilo, la droga cuyo efecto es 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más potente que la heroína como analgésico llegó sigilosamente a Honduras y en el segundo semestre del 2023, la llamada droga zombie ya estaba instalada en el país.
Inicialmente se conoció que la droga era producida exclusivamente en México, desde donde se traficaba para suplir los mercados de las principales ciudades de Estados Unidos, sin embargo un reciente informe retrata que la droga también era producida en Colombia y Ecuador.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó que la geografía del mercado y las rutas de la cocaína cambiaron por el auge del fentanilo en Estados Unidos, dejando a Honduras en el mapa de los países por los cuales deben pasar los cargamentos del estupefaciente.
La Dirección Nacional Policial Antidrogas (DNPA) de la Policía Nacional, reportó que el 2023 cerró con el decomiso de casi una tonelada de fentanilo –dos operaciones-, confirmando que esta droga tiene presencia en Honduras.
A inicio de 2024, Estados Unidos realizó los primeros pedidos en extradición vinculados con la distribución de fentanilo y otras drogas sintéticas en territorio estadounidense.
Así Mayer Banegas Medina, Elmer Bonilla Matute, Jorge Alberto Viera Chirinos y Víctor Manuel Viera Chirinos, escaparon a la mayor redada de fentanilo en la historia del Área de la Bahía, pero no de la justicia de ese país. Los primeros tres ya fueron detenidos en Honduras para fines de extradición a EEUU que se materializarán en los próximos días. PD
