Washington – El Gobierno de Estados Unidos advirtió este martes que no puede tener lazos estrechos con líderes que no luchan contra la corrupción, después de que la fiscalía vinculara al presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, con un supuesto narcotraficante de su país que está siendo juzgado en Nueva York.
«Un líder, creo que es justo decir, que no está preparado para luchar contra la corrupción no está en una posición de disfrutar de una colaboración estrecha con Estados Unidos», dijo en su rueda de prensa diaria el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, en respuesta a una pregunta sobre las implicaciones de las acusaciones contra Hernández.
En ese sentido, Price subrayó que «lo que ocurre en Honduras no está libre de consecuencias en Estados Unidos»: «Es una de las muchas razones por las que hemos hablado de la necesidad de colaborar con el pueblo hondureño, con la sociedad civil, con elementos del Gobierno hondureño. Estamos comprometidos con esta colaboración».
«Estamos comprometidos con la lucha contra la corrupción en Honduras -siguió-, y continuaremos apoyando y trabajando con líderes comprometidos con la lucha frente a la corrupción».
A ese respecto el portavoz insistió en que Washington respalda el imperio de la ley en la lucha contra la impunidad en el país centroamericano.
«Esto es cierto en Honduras, es cierto en todos los niveles en Honduras, estamos trabajando con funcionarios del Gobierno hondureños, la sociedad civil y el sector privado para construir un futuro mejor para el pueblo hondureño, ese es nuestro objetivo», dijo Price.
La Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York abrió este martes el juicio contra el presunto narcotraficante hondureño Geovanny Fuentes Ramírez, sobre el que aseguró que colaboró durante años con Hernández, y describiendo a Honduras como un «narcoestado».
Según los fiscales, Fuentes Ramírez operó un enorme negocio de distribución de cocaína gracias a la violencia y a sus conexiones con la policía, el Ejército y la clase política, «incluido el actual presidente de Honduras».
En su alegato inicial, la Fiscalía afirmó que el supuesto narco se asoció con Hernández en 2013, cuando era candidato a la Presidencia, y que juntos planearon enviar «la mayor cantidad posible de cocaína a Estados Unidos».
Hasta ahora Hernández ha negado en todo momento cualquier implicación, algo que reiteró este lunes a través de Twitter, en una serie de mensajes en la que además lanzó una advertencia a Washington.
El presidente hondureño dijo que mantendrá la «alianza internacional en la lucha antinarcotráfico» hasta el final de su mandato, pero advirtió de que si los narcotraficantes, «con la llave mágica de mentiras ganan beneficios de USA por falsos testimonios, la alianza internacional colapsaría con Honduras».
Hernández ha sido un estrecho aliado de Estados Unidos desde 2014, primero con el presidente Barack Obama (2019-2017) y posteriormente desde 2017 hasta enero de este año con Donald Trump.
JS