Tegucigalpa – Tal como se advirtió desde las últimas semanas del recién concluido 2020, este año inició con una alta ocupación en los recintos del sistema sanitario público sin señales que comiencen a operar los restantes seis hospitales móviles comprados desde abril para atender la pandemia de COVID-19 en Honduras.
– En la actualidad se registran 744 personas hospitalizadas por el virus: 583 están estables, 129 en estado de gravedad y 32 en las unidades de cuidados intensivos (UCI).
– Apenas uno de siete hospitales móviles funciona en Honduras. Los restantes seis aún no se sabe cuándo atenderán.
En los últimos días es notoria la subida de las atenciones en la red sanitaria pública, así como los decesos por la enfermedad que ya suman más de 123 mil contagios en 300 días de pandemia.
Las estadísticas oficiales dan cuenta de 744 personas actualmente hospitalizadas, de las que 583 permanecen estables, 129 en estado de gravedad y 32 en las unidades de cuidados intensivos (UCI). El mayor pico de la pandemia registró más de un millar de hospitalizados con 50 pacientes en UCI, es decir las cifras actuales se encaminan a esos panoramas.
Además, se confirman 3 mil 180 fallecimientos por COVID-19, aunque un registro de las funerarias organizadas aseguran que la cifra sobrepasa los siete mil.
De acuerdo a versiones de personeros de las funerarias, desde agosto de 2020, la pandemia comenzó a migrar hacia las zonas rurales donde hay personas que fallecen por COVID, pero no lo diagnostican y allí entran a prestar los servicios, el carpintero de la localidad y ellos no reportan la muerte y ahí es donde la estadística se pierde, por lo que estima que la cantidad de fallecidos en Honduras es mayor -incluso- a los 10 mil o a los 11 mil.
Pero las últimas cifras de atenciones en los hospitales son demoledoras. Solo el Seguro Social de San Pedro Sula registró más de 20 muertos por el virus en primeros días de 2021 y los sanatorios de la capital contabilizaron 15 pérdidas humanas en el último día.
Los galenos que laboran en los diferentes nosocomios hondureños, insisten en su llamado a la población para que se retomen las medidas de bioseguridad que no lleven, otra vez, a un colapso del sistema sanitario, tal como ocurrió en junio y julio de 2020.
Hospitales sampedranos sin cupos
Las salas de los hospitales de San Pedro Sula han ido reportando falta de cupos para la atención de pacientes infectados de COVID-19 ante el desbordante repunte de casos.
En esos términos se expresó el doctor Carlos Umaña, quien es presidente del Instituto Hondureño del Seguro Social (IHSS) de San Pedro Sula.
“No tenemos un solo cupo en el Hospital Leonardo Martínez, Mario Catarino Rivas y el hospital móvil, solo contamos con cinco cupos en el Seguro Social, tenemos capacidad para 150 y hay 145 hospitalizados”, declaró Umaña.
Señaló que hay cinco médicos hospitalizados que están en graves condiciones de salud y cuatro esperan cupo.
El galeno indicó que había vaticinado que los hospitales sampedranos estarían sin cupos para la segunda semana de enero, pero esto se adelantó para la primera.
El Tórax reduce capacidad de atención
En el inicio de la semana, informó que el Instituto Nacional Cardiopulmonar (INCP), cerró una de sus salas para atender pacientes contagiados de COVID-19 y con ello se ha reducido la capacidad hospitalaria.
La directora del sanatorio capitalino, Nora Maradiaga agregó que la ocupación hospitalaria es de 41 % y las Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) se encuentra en un 87 %.
“Si nos preocupa las cifras alarmantes de San Pedro Sula, donde varios colegas están contagiándose con COVID. Varios andaban desesperados buscando cupos en el Hospital Leonardo Martínez y Mario Catarino Rivas”, relató con pesar.
Señaló que el exceso de confianza que está teniendo la población frente a la pandemia, es lo que tiene al borde del colapso al sistema sanitario del país y eso dejará cifras preocupantes en cuanto a contagios de COVID-19.
“Estamos viendo cómo la gente se ha ido a las playas de vacaciones, como si nada estuviera pasando, la próxima semana veremos resultados poco alentadores”, vaticinó.
Comentó que la capacidad INCP, se ha reducido a 66 cupos porque se tuvo que cerrar una de las salas, ya que la de alto flujo, estaba siendo pagada por contrato de la Secretaría de Salud a través de los fondos BID.
“Al terminar sus contratos tuvimos que cerrar una sala para trasladar personas que estaban contratadas por el programa Código Verde a esa sala, entonces hubo una reducción de dos cupos”, explicó la galena.
Responsabilidad ante nueva oleada
El subdirector del Hospital Escuela, Franklin Gómez, dijo que la población debe de tomar responsabilidad ante el incremento de los casos de la COVID-19.
El galeno recriminó que la población haya abarrotado durante los últimos días las diferentes playas sin tomar las medidas de bioseguridad.
“No están usando mascarilla, no guardan el distanciamiento, no se está cumpliendo con las medidas de bioseguridad y eso es lamentable ya que los casos de COVID van en incremento”, señaló.
En ese sentido, el sanitario hizo un llamado a la población a retomar las medidas, ya que el virus sigue circulando en el país y con mayor actividad en las últimas semanas.
“La población ha perdido el miedo al virus, pero el virus sigue activo, las personas continúan contagiándose y los decesos no han parado”, argumentó.
Asimismo, dijo que al primer síntoma los pacientes se deben de trasladar a un triaje para que puedan salvaguardar sus vidas y no esperar hasta que se quebrante la salud por causa del virus.
Casos irán en aumento: Sinager
El aumento de los casos de COVID-19 se deriva de la falta de obediencia a las medidas de bioseguridad de la población, por lo que se prevé que los mismos sigan en aumento en la presente semana, dijo el coordinador de la Unidad de Epidemiología del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), Mario Mejía.
Detalló que la Unidad de Epidemiología del Sinager ha realizado análisis en diferentes puntos del país sobre el desarrollo de la pandemia y al inicio de la misma había una baja incidencia en algunos municipios, ya que apenas el 6.2 por ciento de esa población había estado en contacto con el virus.
Sin embargo, el galeno dijo que actualmente ya hay municipios en donde se reporta que el 50 por ciento de la población ha estado en contacto en algún momento con el virus llevándolo a su casa.
En ese sentido, dijo que no se descarta ninguna de las medidas de contención para controlar el incremento de casos de COVID. “Todas serán analizadas con profundidad”, sostuvo.
El médico señaló que hasta el momento, lo que genera mayor problema es la resistencia de la población a adoptar las medidas de protección como las mascarillas, distanciamiento y lavado permanente de manos.
¿Y los hospitales móviles?
Ante la nueva oleada de COVID-19, la población sigue preguntándose cuándo comenzarán a funcionar los restantes seis hospitales móviles comprados al contado por Honduras desde abril del año pasado. Apenas uno opera en San Pedro Sula y los sobrantes aún no hay fecha estipulada para que comiencen a brindar atenciones.
El segundo hospital móvil que deberá iniciar a operar es el de Tegucigalpa, pero una y otra vez se aplaza la fecha por las autoridades sanitarias encargadas del recinto sanitario.
Para el caso se informó que este sanatorio móvil estará bajo el cargo del Hospital Escuela, pero este lunes el sindicato de la institución se mostró en desacuerdo con tal determinación.
El presidente del Sindicato de Trabajadores del centro asistencial, Mauricio Corrales señaló que están en desacuerdo con el traslado de personal hacia el hospital móvil ya que cada empleado que ha firmado contrato lo hace con el Hospital Escuela y no para el hospital móvil, para ello se tiene que contratar personal, arguyó.
Denunció que se pretende mandar personal del HE hacia el hospital móvil bajo amenazas.
Reiteró que el miércoles realizarán un plantón frente al hospital móvil para que este sea puesto en funcionamiento, pero no con el personal del Hospital Escuela que carece de presupuesto.
“Salud debe de asignar el presupuesto para la contratación del personal del hospital móvil y no asignar más demandas al principal centro asistencial del país», apuntó.
En abril de 2020, el gobierno mediante Inversiones Estratégicas de Honduras (Invest-H) pagó al contado 48 millones de dólares (1 mil 200 millones de lempiras) a un intermediario guatemalteco para adquirir siete hospitales móviles que sirvieran para el manejo de la pandemia.
Ocho meses pasaron desde que fueron pagados los sanatorios rodantes. El 9 de julio llegaron los dos primeros hospitales, uno de ellos entró a funcionar en octubre y el otro aún no comienza a atender pacientes. Los restantes cinco están en proceso de instalación y armado. Se prevé comenzarán en febrero de este 2021, mientras la población exige se amplíen las capacidades hospitalarias para atender el COVID-19.
(PD)