Washington – El vicepresidente de EEUU, Joseph Biden, acordó hoy un plan de acción para 2016 con los presidentes de los países del Triángulo Norte de Centroamérica, con medidas «concretas» en las áreas de migración, seguridad y fortalecimiento de las instituciones, dijo a Efe una fuente oficial estadounidense.
«Los líderes se pusieron de acuerdo en avanzar en un plan de acción para el año 2016 que llevará pasos muy concretos y específicos», dijo en una entrevista telefónica con Efe el subsecretario adjunto de Estado de EEUU para Latinoamérica, Juan González, que supervisa la política hacia Centroamérica.
Ese plan abarcará esfuerzos para «combatir el tráfico de personas, continuar esfuerzos para fortalecer la seguridad fronteriza, y facilitar el regreso» de los inmigrantes indocumentados deportados a la región desde EE.UU., explicó.
También buscará «expandir el capital humano, fortalecer los ministerios públicos y las instituciones encargadas de administrar justicia», además de definir el papel de los «policías civiles», y aumentar «la cooperación en el ámbito energético», según González.
Biden se reunió hoy en Washington con los presidentes de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; Guatemala, Jimmy Morales; y Honduras, Juan Orlando Hernández; y les pidió hacer más para combatir la corrupción y reducir la emigración si quieren que el Congreso estadounidense apruebe este año más fondos para la región.
«La conversación (de hoy) yo la caracterizaría como bastante positiva pero también directa», sostuvo González, que estuvo presente en la reunión.
«Fue una conversación muy seria sobre qué podemos hacer para coordinar nuestros esfuerzos de forma mas eficiente, cómo podemos trabajar más con la comunidad internacional», agregó González, que citó países como Canadá, México, Colombia y España como posibles aliados en la región.
El Congreso de EEUU aprobó recientemente una partida de 750 millones de dólares para la ejecución del Plan de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte, diseñado por los tres países centroamericanos para combatir las causas de raíz que generan la emigración ilegal.
El Gobierno estadounidense ha solicitado otros 750 millones de dólares para el año fiscal 2017, pero hoy Biden recordó que para convencer al Congreso de que los apruebe, tendrá que haber «menos migrantes embarcados en un viaje peligroso a Estados Unidos» y más esfuerzos contra la corrupción.
González se mostró «optimista» de que se pueda convencer al Congreso de aprobar esos fondos, porque los líderes centroamericanos han tomado decisiones difíciles desde 2014 «para avanzar reformas importantes hacia la resolución de los retos de desarrollo y el flagelo de la violencia».
«El apoyo estadounidense tiene que estar acompañado por la voluntad política» de esos líderes, subrayó González.