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Aumenta índice de violencia en primer semestre de 2021

Tegucigalpa (Proceso Digital /Alejandro García) – Un hombre fue bajado de su vehículo y seguidamente asesinado a balazos en un puente a desnivel en las cercanías, próximo al internacional aeropuerto Toncontín, en la capital hondureña; casi a la par una mujer de nombre Julieta Galo, de 38 años, era acribillada en el sector de Bonitillo en la atlántica ciudad de La Ceiba.

En el norte, sur, oriente y occidente del país, los crímenes se reportan a diario: mujeres, jóvenes, abogados, comerciantes, transportistas entre los más vulnerables. Los asesinatos no paran.

El fin de semana, un hombre fue bajado de su vehículo y fue ejecutado a disparos en un bulevar de la cpaital hondureña.

Ni el confinamiento por la pandemia del coronavirus ha logrado detener la ola de violencia, que en este junio tuvo un repunte preocupante, indican las cifras del observatorio especializado de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Diariamente, se reportan en los medios de comunicación local, decenas de asesinatos en los distintos puntos del país. Las causas siguen, en casi todos los casos, siendo solo hipótesis de la Policía Nacional ya que la impunidad prima en casi todos ellos.

“Ajuste de cuentas entre bandas criminales”, “crimen pasional”, “pelea de territorios entre maras”, “extorsión”, “sicariato”, son algunas de las hipótesis que se apuntan una y otra vez en las declaraciones oficiales de las fuerzas de seguridad que, además, concluyen con frases infaltables: “las autoridades continúan las indagaciones …no se revelan detalles para no entorpecer la investigación”.

Según cifras del Observatorio de Violencia (OV-UNAH), un promedio de 10 personas mueren diariamente en condiciones violentas.

De acuerdo con datos recopilados por Proceso Digital, en junio ocurrieron siete de las 27 masacres que han enlutado familias hondureñas en los primeros seis meses del año.

Un total de 23 víctimas en siete masacres ha sido el saldo de junio. La mayoría de estos crímenes ocurrieron en el departamento de Cortés: Dos en San Pedro Sula, uno en Ticamaya y uno en Choloma.

El resto de los casos de homicidios múltiples ocurrieron en el municipio del Distrito Central, San Juan en Intibucá y en la cárcel de La Tolva en Morocelí en El Paraíso.

Ante el incremento de la violencia, el gobierno anunció el 5 de mayo la intervención de 30 municipios, que son considerados por ellos como los más violentos del país, mediante la Operación Morazán.

Honduras cerró el 2020 con una tasa de homicidios de 37.6 por cada 100 mil habitantes, el tercer lugar en América Latina, según el balance reportado del medio especializado en temas de violencia, corrupción y narcotráfico, InSight Crime.

Mientras que el Observatorio de la Violencia de la UNAH reveló a Proceso Digital que estima que 2021 cerrará con una tasa de homicidios de 40 por cada 100 mil habitantes.

Los departamentos donde se registran mayores índices de violencias son: Francisco Morazán, Cortés, Atlántida, Comayagua, Santa Bárbara, Colón y Olancho.

Junio ha sido violento

La coordinadora del Observatorio de la Violencia de la UNAH, Migdonia Ayestas, manifestó que junio ha sido uno de los meses más violentos en Honduras en los primeros seis meses del presente año.

La coordinadora del Observatorio de Violencia de la UNAH, Migdonia Ayestas.

“El mes de junio ha sido especialmente violento, apenas lo estamos concluyendo y ya va un aumento de 73 casos, solo comparado con mayo que fueron 89 casos”, dijo Ayestas a Proceso Digital.

Señaló que el Observatorio de Violencia de la UNAH contabiliza hasta la fecha mil 872 homicidios durante el 2021.

Mencionó que hay días de junio que presentaron entre 17 a 24 casos de homicidios.

La coordinadora del Observatorio de Violencia detalló que marzo ha sido hasta el momento el mes más violento de 2021 con más de 400 homicidios.

Especificó que la violencia incrementó en 2021 en un promedio del 15 % y actualmente, indicó que la tasa de homicidios es de 20 por cada 100 mil habitantes, pero que al finalizar el presente año puede llegar a 40.

Puntualizó que el no desarrollar una investigación científica criminal que sustente las pruebas para las capturas y judicialización, manda un mensaje de “acciones paliativas o de disuasión del delito, pero nunca se llegará a un verdadero control del territorio”.

En ese sentido, exhortó a las autoridades a que mejoren o afinen las estrategias para controlar las acciones de violencia, y no sólo reaccionar ante el hecho.

Ayestas ratificó que las ciudades donde se registran más casos de violencia son Tegucigalpa y San Pedro Sula.

Narcotráfico y crimen organizado aumentan índices de homicidios

A criterio del criminólogo Gonzalo Sánchez, los aumentos de los homicidios están relacionados con el narcotráfico y el crimen organizado en Honduras.

El criminólogo Gonzalo Sánchez.

Conjeturó que estos dos aspectos generan la pelea de territorios, el narcomenudeo y los cobros de los impuestos de guerra en zonas controladas por estructuras criminales.

“Toda esa situación está trayendo consigo esa gran cantidad de muertes, y hay otro fenómeno que es la rivalidad entre los grupos organizados, que traen consigo las masacres entre miembros”, analizó.

El profesional del derecho clamó a la Policía Nacional a redoblar sus esfuerzos de patrullaje en la noche, horas en la que ocurre una gran cantidad de hechos violentos.

 “Es preocupante que, en pleno día y en el centro de San Pedro Sula, en un camión dejaron tres cadáveres, uno se pregunta ¿qué pasa con la Tasa de Seguridad?”, increpó el profesor universitario y criminólogo al referirse a un tributo que pagan los hondureños por cada transacción bancaria que realizan, para destinar esos recursos a la seguridad ciudadana. La tasa de seguridad y su manejo permanecen en confidencialidad, bajo el amparo de la Ley de Secretos.

Sánchez externó que la Tasa de Seguridad debería garantizar este aspecto a la ciudadanía al recibir dos mil millones de lempiras anuales.

Comentó que es complicado que los cuerpos de seguridad penetren las organizaciones criminales debido a lo bien estructurado que están estos grupos.

“Están bien organizados, tienen logística, tienen dinero, tienen armas y tienen todos los recursos”, expresó el criminólogo.

El abogado recomendó que la Policía Nacional redoble su presencia de patrullas en zonas de conflicto.

Fragmentación social

El director de la ONG Casa Alianza, José Guadalupe Ruelas, afirmó que la violencia en Honduras «no se ha detenido y sigue siendo ejecutada de manera impune», a pesar de la pandemia, que deja en el país cerca de 270 mil 020 contagios y siete mil 149 muertos.

José Guadalupe Ruelas, director de Casa Alianza.

Ruela indicó en declaraciones a la agencia Efe, que las víctimas de las masacres son, principalmente, personas de escasos recursos, es decir, «entre más pobre, más vulnerable ante la violencia».

La violencia cumple una función de «fragmentación social», por lo que las comunidades que sufren este fenómeno tienen «serios problemas sociales, económicos, organización y relaciones, lo que los vuelve más vulnerables», puntualizó.

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